Limpia el escurrido de tus platos con este sencillo truco

Con este sencillo truco limpia el escurrido de tus platos de manera práctica, rápida y fácil

Muchas personas huimos de ése momento de introspección que implica ponerse a lavar los platos. Y cuando estás lavando un plato empiezas a pensar en los pendientes de la semana o en ése peor es nada que en un tiempo lo fue todo y básicamente todo se rompió más rápido que el vaso de cristal que se te cayó cuanto pusiste los platos lavados en el escurridor por falta de una buena técnica. Asi que limpia el escurrido de tus platos con este sencillo truco.

Por una u otra razón, creemos que después de lavar los platos, estos deben de reposar sobre el escurridor y básicamente esperar hasta que se sequen, pero ¿te ha pasado que lavas todos los platos y debes de comer, pero no puedes, porque todos se están escurriendo? Sí, en esos momentos nos gustaría tener una manera secreta para secar bien nuestros platos, vasos y cubiertos.

No, no te vamos a ofrecer ningún producto. Más bien un truco sumamente útil para que puedas secar rápido todos tus platos y los puedas volver a usar de nuevo, si así lo quieres. No requiere de muchas cosas extra, porque es una actividad sencilla, que querrás hacer siempre para poder guardar los platos rápidamente en tus muebles, y no esperar a que los platos se escurran de un día para otro.

¿Cómo limpiar el escurrido de tus platos rápidamente?

Para lograr limpiar el agua de tus platos, puedes hacer varias cosas, pero una manera práctica, rápida, fácil y efectiva es tomar una toalla para cocina completamente seca y con una textura parecida a las de baño y pasarla por toda la superficie del plato, pero especialmente por donde tiene la mayor cantidad de agua ¡y listo! es una técnica super fácil, que además puedes aplicar en cualquier momento.

Pero para cuidar que los otros platos no se queden húmedos, puedes dejar secar la toallita un rato, cuando la sientas húmeda, hasta que seque, porque si la usas mojada, puede que se genere mal olor en los platos que guardes, así que seca algunos, déjala reposar y luego vuelve a secar los que falten.

Ahora que si confías en las esponjas, también puedes usarlas. Es decir, puedes sacar del empaque una nueva y pasarla por donde están los excesos de agua ¡y listo! La mala noticia es que estas se tardan mucho más en secar y pueden guardar mucha más humedad que una toallita para cocina. Te juramos que el primer truco es mucho más efectivo, pero si se te ocurre algo mejor, no dudes en escribirnos para publicarlo.

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Tomado de GASTROLAB

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