Miguel Mea Vitali: «La clave de todo es la disciplina»

Por Katty Salerno

Miguel Mea Vitali nos abrió un espacio en su agenda muy temprano el viernes pasado. Era un día importante, pues comenzaba la fase que definirá los equipos venezolanos de fútbol que irán a la Copa Sudamericana de 2023.

El Caracas F. C. espera conseguir uno de esos boletos. Ello, pese al desafortunado desempeño mostrado en la actual temporada y que obligó a la designación de Henry Meléndez como entrenador interino, en sustitución de Francesco Stifano. Un revés para los capitalinos, que han ganado diecisiete títulos oficiales que lo ubican como el club con el mayor número de títulos de todo el fútbol profesional venezolano.

Es también el club con el que debutó profesionalmente Miguel «Miky» Mea Vitali a los diecinueve años y en el que desarrolló la mayor parte de su carrera futbolística, de casi veinte años. Se retiró en 2017, tras haber sido su capitán, y pasó a ocupar la gerencia deportiva del club. Esta nueva responsabilidad le permite seguir vinculado a la oncena caraqueña y a su verdadera pasión: el fútbol.

Considerado un ícono del balompié local, donde destacó como volante, Miguel Mea Vitali fue integrante de la selección nacional, nuestra querida Vinotinto, camiseta que vistió en 84 ocasiones. Por ello, figura en el selecto grupo de los cinco jugadores con más partidos jugados con la selección nacional hasta la fecha: Juan Arango (127), José Manuel Rey (111), Tomás Rincón (103) y Jorge «Zurdo» Rojas (88). También ha jugado para equipos de España, Italia, Argentina, Grecia y Liechtenstein.

Si algo le han reconocido a Miguel Mea Vitali hasta Los Demonios Rojos, como es conocida la barra brava del Caracas F. C., ha sido la «seriedad, profesionalismo y dedicación» que lo caracterizaron como jugador. «Creo que la clave de todo es la disciplina», reconoció con humildad el futbolista en esta entrevista exclusiva con Curadas.com. donde también nos habló de su otra pasión: la familia, la que formaron sus padres y la que él formó con Aura, su esposa, y sus tres hijas.

«Mi papá se llamaba Vincenzo Mea. Nació en una región muy pequeña de la provincia de Salerno, al sur de Italia. En 1964 se viene a Caracas en busca de una mejor calidad de vida. La situación en Italia en ese momento no era la adecuada para él y por eso se viene, a los 20 años, con su hermano, a trabajar. Aquí en Caracas es donde conoce a mi mamá, María Teresa Vitali, que sí nació aquí aunque su padre, mi abuelo, era italiano.

Cuando mi padre llega de Italia se va a vivir en una residencia en Catia, donde alquilaban habitaciones, que era de mi abuelo materno. Ahí es donde se conocen mi papá y mi mamá. Ese abuelo ya falleció hace muchos años y mi padre tiene casi dos años de fallecido, lamentablemente.

Nosotros vivimos y crecimos en Montalbán II. Estudié la primaria en el colegio Mariano Picón Salas y la secundaria en el San Agustín de El Paraíso. Viví en Montalbán hasta los diecinueve años, cuando me fui a jugar al exterior. Mi mamá sigue viviendo en el mismo lugar. Mi hermano Rafael, que es seis años mayor que yo, vive actualmente en Panamá; ya tiene nueve años fuera del país».

¿Qué te animó a ser futbolista?

Empecé en la Escuela de Fútbol Montalbán, donde mi mamá era la secretaria y donde ya mi hermano también jugaba.  Más allá de la pasión que tienen los italianos por el fútbol, y que nos inculcó la familia, lo que me llevó por este camino fue mi hermano Rafael, que para mí siempre ha sido un ejemplo a seguir.  Mi hermano es el primero que llega al fútbol profesional, con el Caracas F. C. Apoyándolo a él en sus entrenamientos me convertí en recogepelotas en los partidos oficiales del club. Así me nace esta pasión, esta entrega por el fútbol. Así nació mi relación con el Caracas F. C., donde actualmente me desempeño como gerente deportivo.

Fue mi decisión dedicarme profesionalmente al fútbol. A los diecinueve años, cuando estudiaba primer semestre de Administración en la UCAB, me llegó una oferta para jugar en España, en un equipo de segunda división. Me senté a hablar con mi papá y le dije que me había llegado esa oportunidad y él me dijo que tomara la decisión que yo considerara mejor para mí. Y mi decisión fue irme a jugar a España.

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Desde que estudiaba en el San Agustín había destacado en el equipo de ese colegio. Llegué a formar parte de la selección estatal —en ese tiempo éramos Distrito Federal— y estuve en las selecciones de categorías inferiores de la selección nacional. Con el Caracas F. C. estuve en la categoría sub-20, en la segunda división y luego pasé a la primera división.

¿Qué recuerdas de tu primer partido con la Vinotinto?

Con la Vinotinto debuté en mayo de 1999 en un partido amistoso con Ecuador, que terminó 2-0 a favor nuestro. Estábamos ganando y habían expulsado a un compañero y me tocó entrar en una posición en la cual no jugaba habitualmente. Fue José Omar Pastoriza (seleccionador de la Vinotinto entre 1998-2000) quien me dio esa oportunidad de debutar y así no haya sido mi posición, a esa edad uno juega donde lo pongan.

Fue una emoción única, indescriptible, inigualable e inolvidable la que sentí ese día. Pero también estaba muy nervioso. Imagínate, era mi debut con la selección nacional. Es un recuerdo que siempre llevo conmigo y algo por lo cual estoy muy agradecido, por la confianza que me dio el entrenador Pastoriza.        

¿Hay algún partido que recuerdes de manera especial?

Son muchos partidos los que guardo en mi memoria. Pero aún está fresco en mi retina el recuerdo de la única vez que le hemos ganado a Brasil. Fue el 6 de junio de 2008, en un partido amistoso celebrado en el Gillete Stadium de Boston, Estados Unidos. Le ganamos a Brasil, una selección de las más importantes, o tal vez la más importante del mundo, porque tiene en su haber cinco campeonatos mundiales. Más allá de que se tratara de un encuentro amistoso, es la única oportunidad que Venezuela le ha podido ganar al pentacampeón. Ganamos 2-0.

¿Alguna vez el fútbol te ha hecho llorar?

Sí, claro. Me ha hecho llorar en derrotas. Lloré en el momento en que tomé la decisión de retirarme. Me hizo llorar en la concentración de un campeonato. Son muchas cosas por las que el fútbol me ha hecho llorar, tanto de alegría como de tristeza.

¿Cuál crees que ha sido tu mayor virtud para lograr tus metas en este deporte?

Son muchos factores. El compromiso. La dedicación. Sacrificios. El tener los pies sobre la tierra. Hay momentos en los cuales uno cree que alcanzó el cielo y no es así, está muy equivocado. Así como en un momento tocas el cielo, también tocas el suelo rapidito. Por eso es importante mantener la humildad.  

Sin embargo, creo que la clave de todo es la disciplina.  Mis méritos no son más que el resultado de la disciplina que puede tener una persona cuando se dedica al ciento por ciento a lo que le gusta, a lo que cree, a lo que le apasiona. Creo que además de la humildad y el tener siempre los pies sobre la tierra, la disciplina y el prepararse bien es lo que te puede llevar al logro de tus metas.

¿Y la suerte no es también un factor importante?

Sí, claro, la suerte siempre ayuda. Si Pastoriza no me hubiera dado la oportunidad que me dio, sino que se la da a Pedro Pérez, por decir un nombre, es capaz que Miguel Mea Vitali no hubiese llegado a ser lo que es hoy. Pero estoy seguro de que es la disciplina, el trabajo, lo que te permitirá que llames la atención de cualquier líder, de cualquier jefe, en cualquier ámbito, para tener la oportunidad de destacar en aquello que te gusta y te apasiona.   

¿Qué cosas has tenido que sacrificar para el logro de tus metas?

He sacrificado tiempo con mi familia, tiempo con mis amigos. No hacer cosas que en ese tiempo no podía hacer y que ahora sí puedo.   

Por ejemplo…

Pasar un fin de semana en la playa. O salir con mi esposa y mis hijas. O cuando éramos sonovios, salir ella y yo. Ahora sí lo puedo hacer tranquilamente.

¿Qué extrañas de la cancha?

¡Jugar! Jugar en un estadio lleno de gente. Los entrenamientos. Compartir con mis compañeros en el camerino. Eso lo extraño mucho.

¿Sigues entrenando?

Sigo entrenando y sigo jugando, pero ya a nivel amateur, en cualquier campeonato que haya por ahí, para seguir divirtiéndome y haciendo lo que más me gusta, que es el futbol.

¿Qué tienes que decir del desempeño que ha tenido este año el Caracas F. C.?

Este ha sido un año difícil en el que lamentablemente no se han conseguido los objetivos propuestos. Es un año de aprendizaje en lo personal y en lo gerencial y estoy hablando de todos. Ha sido un año bastante duro y que seguramente nos servirá de cara al futuro. Este año no fue lo que esperábamos. Fue un año atípico, difícil y del cual debemos hacer el mea culpa para detectar cuáles fueron nuestros errores, de cara a 2023.

¿Crees que alguna de tus hijas seguirá tus pasos en el fútbol?

¡Nooo, para nada! La grande ya tomó el camino del modelaje y le gusta mucho el tenis. La del medio está en ese periodo en que quiere hacer de todo. Y la chiquita está muy chiquita todavía. Pero en el fútbol no, no creo que ninguna vaya a seguir por ahí. Yo le estoy insistiendo a mi esposa a ver si tenemos el varoncito… (risas).

¿Qué opinas?