(Continuación)
A raíz de la excepción preliminar que presentó el Estado venezolano, la cual fue rechazada el pasado 6 de abril del 2023 por la Corte Internacional de Justicia, el citado organismo jurídico internacional decidió llevar a cabo una audiencia oral vía video conferencia con las dos partes involucradas este 30 de junio del 2023, en la que se abordará de nuevo la disputa territorial concerniente a la demanda introducida por el Gobierno de Guyana contra Venezuela, quien ha buscado obtener la reafirmación del Laudo Arbitral de París de 1899.
Sin olvidar que la iniciativa originadora de este polvorín incendiario, emanó del Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, quien atendió única y frontalmente los intereses de Guyana. En esta delicada coyuntura, como bien lo señalé la semana anterior, se le ha venido agregando el complejo campo tecnológico de hoy en día, orientado hacia el uso de la inteligencia artificial IA, en el que se le han sumado sin discreción alguna falsas diseminaciones informativas sobre el caso, en el que no hay absolutamente ninguna duda sobre la manipulación divergida que se ha intentado embeber sobre la
opinión pública internacional, como parte del proceso de disuasión y disminución de las supuestas pretensiones de Venezuela.
En el proceso de indagación y ampliación realizado a través de la IA, se mantiene la continua exacerbación que de entrada, se inclina sin disimulo alguno en favor de Guyana, intentando descalificar a Venezuela, al señalarse que el 18 de diciembre de 2020, la Corte Internacional de Justicia había rechazado las objeciones preliminares de Venezuela al reclamo de Guyana sobre la región del Esequibo, por lo que ello implica que el citado organismo jurídico internacional procederá ahora a la fase de fondo del caso, en la que decidirá la propiedad de la región del Esequibo.
Planteamiento IA
En este contexto, agrega totalmente falsa, errónea y perversamente en su planteamiento IA, que “Guyana ha reclamado la región del Esequibo desde 1899, cuando los Gobiernos británico y venezolano firmaron el Laudo Arbitral del Rey de España. Venezuela nunca ha aceptado el laudo arbitral, y en 1966 declaró unilateralmente que la región del Esequibo era parte de su territorio” (el subrayado es nuestro). Este señalamiento informativo, ha sido una de las mayores falsedades manipuladas e irrespetuosas que mediante el uso de la tecnología he leído hasta ahora sobre el tema, lo que le demuestra al Estado venezolano, y en particular al grupo de expertos que están laborando sin temor a equivocación alguna, que la actuación de Guyana y sus palafreneros antiéticos, están desplegando acciones enmarcadas en una intervención desesperada y confabulada a tal fin.

Victoria significativa para Guyana
Otro fragmento de la información disponible a través de la IA, señala que la decisión de la Corte Internacional de Justicia ha sido una victoria significativa para Guyana, agregando además, que la decisión del citado Tribunal Internacional de La Haya ha sido un acontecimiento positivo para Guyana, quien está a un paso más cerca de resolver la disputa sobre la región del Esequibo, información que en lugar de fortalecer la posición guyanesa, ha dejado al descubierto su profunda preocupación y la cercanía
al ocaso de sus turbias intenciones, considerando que no posee documentación alguna que sustente de ningún modo la pertenencia del territorio continental en reclamación, por lo que ha tenido que arrojar todo su delirio y exaltación jurídica, basándose en la aprobación de un Laudo que pereció desde que nació con la firma del Tratado de Washington en 1897, al no haberse cumplido lo allí establecido, aunado a las innumerables razones que acompañaron las decisiones adoptadas por el Tribunal de París en 1899
a través de la sentencia emitida.
Estas tendencias que han permitido aflorar las debilidades de la contraparte, conllevan a que Venezuela y el grupo de expertos con sus asesores, además de las erróneas decisiones tomadas por el país vecino, se deben abocar a la investigación y participación activa de varias instituciones en España, hecho que debe manejarse con la diplomacia adecuada y ajustada a un alto nivel de preparación, a fin de obtener la certificación de toda documentación original que sustente el territorio que le correspondió a España desde el descubrimiento de América en 1492.
Tratado de Tordesillas
Lo cual quedó establecido a través del Tratado de Tordesillas firmado con Portugal, en la que la iglesia católica a través del Papa, asumió el rol de árbitro central sobre dicha delimitación, en la que quedó clara e indiscutiblemente la propiedad territorial del Esequibo, aunado a la sustentación del límite oriental de dicho territorio que quedó claramente establecido incluso desde el momento de la firma del Tratado de Munsters con Holanda. Y con estos basamentos obtenidos, es menester complementar la certificación requerida con el documento correspondiente a la creación de la Capitanía General de Venezuela en 1777.

Mencioné en el párrafo anterior la necesidad de una elevada diplomacia adecuada y ajustada a la realidad, considerando los posibles escenarios que se manejan actualmente con España, en el que se ha iniciado precisamente con Gran Bretaña en este año 2023, el encuentro para un posible entendimiento entre las partes sobre el contexto geopolítico y geoeconómico que gira en torno al Estrecho de Gibraltar con respecto a la Unión Europea, aunado al nuevo concepto estratégico emitido por la OTAN a raíz del conflicto entre Rusia y Ucrania, en el que tanto España como Gran Bretaña, han pretendido reducir las tensiones sin menoscabo de los derechos irrenunciables de soberanía a la que apunta España sobre dicho espacio geográfico (ojo con esto Venezuela).
Migración y la seguridad energética
Aunado a ello, ambos Gobiernos abordaron entre otros temas el de la migración y la necesidad de fortalecer la seguridad energética (ojo también con esto último); y no menos importante es que debe considerarse también, que Gran Bretaña está atravesando hoy por hoy una grave crisis económica interna, en medio de las presiones que Escocia ha venido suscitando cada vez más con mayor ahínco, a propósito de alcanzar su independencia del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte. Es obvio que el interés de Gran Bretaña sobre Guyana, radica fundamentalmente en la continuidad de fortaleciendo la seguridad energética y minera que se requiere, aunado a que no tendrá respuesta alguna que justifique ante la opinión pública internacional, las premeditadas y retorcidas acciones acometidas en el siglo XIX contra Venezuela.
Utis Possidetis Juri
Los aportes documentales a ser obtenidos por Venezuela con la refrendación de España, constituyen jurídicamente la base fundamental para sustentar el principio concerniente al Utis Possidetis Juri, puntal que demostraría la errónea actuación del Tribunal de París de 1899 y su nefasta sentencia mediante la aprobación a escondidas para la implementación de la prescripción facultativa impuesta por Gran Bretaña; sin embargo, existen hoy en día, algunos hechos de carácter político y diplomático ocurridos en el tiempo, que podrían inclinar la decisión del Tribunal Internacional de La Haya a determinadas y colaterales consideraciones, las cuales no pueden obviarse ni desviarse de su verdadero contexto, a propósito de generar algunas reconsideraciones parciales que serían colocadas sobre la balanza de la
decisión final del citado organismo jurídico. Es allí donde la lupa del grupo de expertos y asesores debe concentrar sus esfuerzos, mientras se obtienen las certificaciones respectivas (Por tercera vez, Ojo Venezuela con este señalamiento).
Siendo este litigio un asunto que debe manejarse como tema de Estado y no como partidista, valdría la pena integrar al equipo de expertos y asesores, a representantes de distintas instituciones del ámbito nacional como la Universidad Católica Andrés Bello, considerando que mi inserción en el tema nació
precisamente allí hace veinticinco años a raíz de mi entrevista con el Dr. Dunís Ríos, y puedo dar fe de la profundidad, profesionalismo y sentimiento nacionalista con el que se ha manejado dicho litigio en esa Casa de estudios, cónsono con los objetivos establecidos y acorde al interés nacional, por lo que dicha institución ha asegurado que a través de numerosas investigaciones realizadas en medios públicos y académicos, se confirma que los títulos geohistóricos y jurídicos de Venezuela sobre el espacio geográfico continental del Esequibo, son contundentes, numerosos e incontestables.
Además de encaminarse los esfuerzos como fue señalado anteriormente a la obtención de la titularidad jurídica venezolana sobre el espacio geográfico integral del Esequibo a través de España y de las investigaciones realizadas, se requiere también neutralizar la única acción posible que ha sido promovida por Guyana en la solicitud presentada ante la Corte Internacional de Justicia, en la que ha pretendido como continuidad del manejo jurídico que ha realizado Gran Bretaña en el tiempo, reafirmar la validez del Tratado de Arbitraje de Washington, firmado entre Gran Bretaña y Venezuela en 1897, al igual que la nefasta sentencia del Laudo de París de 1899, resultado del primero, que según Guyana, resolvió
completa, perfecta y definitivamente, todas las cuestiones relativas a la determinación de la frontera entre la colonia de la Guyana británica y Venezuela; así mismo, Guyana ha pretendido que sea definitiva la aceptación de la Comisión Fronteriza Conjunta que se estructuró por representantes de ambas Partes entre 1900 y 1904, la cual se encaminó a demarcar la frontera terrestre entre la Guyana británica y Venezuela.
También, Guyana ha pretendido en su retorcida y sinuosa demanda, que la firma realizada en 1905 por los Comisionados de ambas Partes, en la que se estableció una Declaración conjunta acompañada por mapas conformes con el Laudo de 3 de octubre de 1899, sea aceptada como un acto definitivo, dado que
en esa declaración, la Comisión Fronteriza además de identificar, demarcar y fijar permanentemente la frontera establecida en el Laudo del 3 de octubre de 1899, trazó y firmó el mapa de la frontera oficial, hecho que sitúa el litigio territorial en el marco de estos ocho años de acontecimientos que han figurado entre 1897 y 1905, en el que Guyana se ha sustentado jurídicamente para arrebatarle impúdicamente el territorio reclamado por Venezuela.
Hechos geohistóricos
Lo que no ha mencionado Guyana ante la Corte Internacional de Justicia es la sumatoria de hechos geohistóricos ocurridos antes de 1897, los cuales reafirman contundentemente la pertenencia del Territorio a Venezuela, así como tampoco hace reminiscencia alguna de la sumatoria de arbitrariedades, incumplimientos, actos de mala fe y manipulaciones tergiversadas del campo jurídico al interés geopolítico y geoeconómico de Gran Bretaña entre 1897 y 1905, y mucho menos hace alusión alguna a los hechos posteriores que se suscitaron hasta la firma del Acuerdo de Ginebra de 1966, cuya corresponsabilidad obligatoria ha sido violada una y otra vez con premeditación y alevosía tanto por Gran Bretaña como por Guyana.

Abordando el litigio territorial en cuestión mediante respuestas contundentes y demostrativas, que cierren todas las puertas en el marco jurídico sin excepción, a cualquier pretensión sustentada en falsos positivos que ha manipulado hábilmente Guyana ante la Corte Internacional de Justicia, es que el equipo integral técnico y de asesores en Venezuela podrá afrontar todos y cada uno de los puntos neurálgicos antes señalados, al exacerbar su capacidad de respuesta en el ámbito legal y de manera categórica con la documentación requerida, mientras que en paralelo se le dan los toques de timón necesarios a su política exterior, ajustando el uso de su capacidad para enrumbar el ámbito geoeconómico hacia el campo energético integral, a propósito de entender que el país tiene en las manos el potencial de abordar y atender política y diplomáticamente la prioridad de mayor peso en los países del primer mundo a
raíz de este nuevo orden mundial, sumatoria de iniciativas y maniobras que permitirían en el contexto de la probabilidad, que se sustente la continuidad del proceso ante la Corte Internacional de Justicia, para afrontar así, la ominosa actuación que se ha venido apreciando cual teoría conspirativa en contra del
país, de manera que se pueda estructurar la aurora ineludible que permita afirmar que “el sol que brilla sobre Venezuela, nace en nuestro Estado Esequibo”.
Por: José Chachati Ata
Por: C/A (r) Dr. José Chachati Ata
Somos Curadas.com Tu compañía en información
Únete a Curadas en tus redes sociales y aplicaciones favoritas
Nos alegra que te guste Curadas y quieras unirte a nosotros. Tienes varias formas de ser parte de Curadas:
- Síguenos en las redes sociales
- Entra a un grupo de Telegram o WhatsApp
- Recibe nuestro boletín en tu correo electrónico
Aquí tienes los enlaces a las redes sociales de Curadas
Recibe nuestro boletín por correo
Si quieres decirnos algo:
- Comenta al final de cualquiera de nuestras publicaciones
- Menciónanos en las redes sociales
- Escríbenos a info@curadas.com