Venezuela: Rumbo a la recuperación del Esequibo, Fase XIX, Entrega 191

(Continuación)

Venezuela: Rumbo a la recuperación del Esequibo

@SurinameCentral publicó hace pocos días el mapa del territorio que le corresponde por derechos geohistóricos, en el que se abarca un espacio geográfico continental actualmente usurpado por Guyana, y también se proyectan los linderos de la mayoría de los países ubicados al norte de la América del Sur, por lo que se aprecia el Esequibo como área total perteneciente a Venezuela, por lo que al investigar la actualización de dicha información a través de la Inteligencia artificial (IA), esta resalta la divergencia evasiva y fluctuante entre varios puntos importantes sobre el litigio actual, en el que por un lado se destaca que Venezuela rechazó el fallo de 1899 y nunca lo ha reconocido, agregando además, que en 2015, Guyana otorgó una licencia a ExxonMobil para explorar petróleo en el área del Esequibo, mas no señala que dicha acción fue totalmente contraria al Acuerdo de Ginebra de 1966, firmado entre Venezuela, el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte y Guyana, y por otro lado, con total falsedad afirma que en 2018, Venezuela presentó una demanda ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) para que se pronunciara sobre la validez del Laudo Arbitral de París de 1899, por lo que es probable que el asunto continúe siendo una fuente de tensión entre ambas partes durante muchos años.

Como inclinación manipulada a lo anteriormente señalado, y más aún cuando hoy en día, Venezuela ha asomado la posibilidad de inmiscuirse en el marco económico financiero de las actividades concernientes al Grupo BRICS, la IA agrega que entre las formas de solucionar el litigio territorial, surge un posible escenario visualizado como muy positivo, el cual se enfoca hacia el arribo de un acuerdo negociado, sin embargo, en opinión del suscrito, y en consideración a los intereses existentes en el campo energético sustentado sobre las realidades originadas a raíz del conflicto entre Rusia y Ucrania, y el descubrimiento de petróleo en la Cuenca Atlántica del Esequibo, mediante el otorgamiento de la licitación ilegítima que le concedió el Gobierno de Guyana a la ExxonMobil, contraria al Tratado de 1966, a pesar que le permitiría a ambos países resolver la disputa de manera pacífica y mutuamente beneficiosa, no existen “por ahora”, condiciones para llegar a un entendimiento.

De manera osada, la IA agrega que, si la Corte Internacional de Justicia sentenciase a favor de Guyana, Venezuela tendría que acatar el fallo, pero, si el citado organismo jurídico internacional se pronuncia en favor de Venezuela, entonces Guyana podría desafiar el fallo. Una frontal manipulación de la IA enmarcada en una total subjetividad, que genera no solo desconfianza de su criterio electrónico, sino inclusive de cualquier otro tema en el que fuese requerida la opinión de la misma. De todos modos, la iniciativa venezolana de participar en las actividades del Grupo BRICS, será tratado por el suscrito como tema especial en un próximo artículo, dado que a esta ecuación se le agregarían variables que ameritan un análisis meticuloso, dado que podrían tener incidencias tanto positivas como negativas para el país, particularmente en lo que concierne al litigio sobre el Territorio Esequibo.

Es obvia la influencia de las diferentes manos inescrupulosas, humanas y tecnológicas que manejan hoy en día el contexto de este litigio, considerando que de manera preocupada y hasta desesperada, a través de todo tipo de artimañas y alternativas, y más aún cuando estas formas de acción, se hallan descritas en plataformas con efectos informativos multiplicadores y masivos en tiempo real, han comenzado a converger una sumatoria de eventos que permiten ratificar la preocupación del país vecino, al encontrarse éste con que la Comisión Especial para la Defensa del Territorio de la Guayana Esequiba y la Soberanía Territorial, anunció que inició la entrega al Poder Ejecutivo, de los tomos de más de cien títulos que certifican la autenticidad del territorio en disputa en favor de Venezuela, cuyos documentos datan del siglo XV, y con sesenta y ocho rectores de diferentes casas de estudios del país, se ha certificado la autenticidad de los escritos, y estos constituyen una referencia de pruebas históricas y jurídicas que complementan la legalidad requerida, mientras que la República Cooperativa de Guyana no cuenta con ningún escrito auténtico de la Guayana Esequiba.

Por otra parte, la Asamblea Nacional de Guyana, el pasado 10 de agosto del 2023, dio luz verde al Proyecto de Ley de Actividades Petroleras 2023, en el que se proyectan una serie de interpretaciones, esperando que Guyana se beneficie más, mediante una supuesta gestión mejorada del sector petrolero, por lo que se anularía y reemplazaría la Ley de Petróleo (Exploración y Producción) del año de 1986, para disponer de la exploración, producción, almacenamiento y transporte efectivo de hidrocarburos en Guyana, aunado a la licencia de almacenamiento geológico de dióxido de carbono. Adicionalmente, el nuevo proyecto de ley también le permite a Guyana, la emisión de permisos para realizar estudios geológicos y geofísicos, tanto costa afuera como costa adentro. Estos identificarían las propiedades y los posibles peligros naturales y provocados por el hombre, así como las posibles restricciones de ingeniería en la superficie y el subsuelo de la tierra.

También, se establecerían disposiciones para la implementación fluida del proyecto de conversión de gas en energía de Gales, al cubrir el almacenamiento y transporte de hidrocarburos a través de tuberías, así como el almacenamiento de líquidos de gas natural. Y con esta acción enmarcada por Guyana en una total ilegitimidad, al darle una vez más la espalda al Acuerdo de Ginebra de 1966, desconociendo los derechos de Venezuela sobre el Territorio en disputa, además de abarcar espacios off shore que no le pertenecen, al igual que el territorio continental usurpado en el Esequibo, se estrían cometiendo una serie de atrocidades e irregularidades que rayan en el ámbito de la inmoralidad cual Estado profundo, hecho que no le ha importado en absoluto a Guyana, al mantenerse compartiendo el manejo de los recursos con otros gobiernos más poderosos, y que bilateralmente, han sido utilizados cual títeres en beneficio de cada una de las contrapartes. A Guyana pareciese que se le olvidó, que una de las razones por las que se llevó a cabo la reciente operación militar internacional al este y NO al oeste del río Esequibo, estribó en los inadecuados manejos que habían desembocado en elevados actos de corrupción estatal, llevados a cabo por los ingresos financieros ilegítimos provenientes de las explotaciones y comercializaciones petroleras, así que lejos de haber generado críticas de ese país hacia Venezuela sobre ese particular recién destapado (lo cual constituye también una atrocidad de la más baja calaña, al encontrarse los venezolanos padeciendo una realidad inocultable que sufren en el día a día), debió comenzar por ver la viga de la podredumbre que había surgido en su país, antes de pretender desviar como siempre lo ha hecho ante la comunidad internacional, señalando el bálago en el ojo ajeno.

Ahora bien, ante la realidad que se mueve en el tablero estratégico mundial para la obtención de los recursos energéticos, debemos recordar que la política exterior venezolana sigue en el tapete, y juega un rol fundamental sobre el tema objeto de estudio que nos concierne, por lo que el asunto pertinente a las sanciones actuales contra el país, se entremezcla con los requerimientos y capacidades que se avizoran cada día más en el mercado energético internacional, demandando mayores niveles de adquisición de estos recursos, en el que el petróleo y el gas, constituyen pilares primordiales para utilizarlos como elementos geopolíticos y geoeconómicos por excelencia, a propósito de alcanzar un entendimiento en el marco de la diplomacia, la cooperación, la reciprocidad y la confiabilidad. Un verdadero cuadrilátero para inmiscuir como centro de gravedad, a la recuperación del espacio geográfico integral del Esequibo.

Sobre el punto anterior, el Ejecutivo Nacional declaró hace poco la necesidad de construir una etapa post-petrolera venezolana, inclinada a robustecer las bases de una economía diversificada y productiva, exacerbando al gas como recurso emergente. En opinión del suscrito, le sugiero a la Comisión Especial tecno-jurista abocada al caso del Esequibo, de manera que, en conjunto con otras instituciones afines al Estado venezolano, revisen y complementen este concepto, dado que, con la apertura de la exportación
gasífera al mercado de Europa, se insertan colateralmente varias interpretaciones que ameritan su consideración, sobre todo en consideración a las perversas actuaciones que han surgido del país vecino:

  1. Se le está enviando un abierto mensaje al mundo, manifestando que Venezuela está colocando en un plano secundario la ventaja estratégica que representa el petróleo como arma geopolítica actual por excelencia, y ello arrastraría ineludiblemente el recurso ubicado off shore en la cuenca del Atlántico, dándole con ello cancha abierta al Gobierno de Guyana, para fortalecer sin tropiezos su plan petrolero 2023.
  2. Tácitamente, la etapa post petrolera anunciada, constituye una válvula de alivio para Guyana y las empresas transnacionales, dado que a pesar que, más del 80% del petróleo que extrae actualmente el país vecino de los bloques ubicados en los espacios acuáticos frente al Esequibo, le pertenece a Venezuela, se le estaría aceptando que continúe abiertamente en conjunto con las empresas que habían obtenido licitaciones ilegítimas, explorando, explotando y comercializando el petróleo que le pertenece a todos los venezolanos, pero ahora, con mayor libertad y tranquilidad, incluso transformando lo ilegítimo en una legitimidad condicionada.
  3. Se estaría abriendo una brecha inadecuada que chocaría con el Tratado de Ginebra de 1966, al cual Venezuela ha estado apegada desde su firma, en el que se estaría aceptando implícitamente, que las
    acciones ilegítimas de exploración, explotación y comercialización unilateral que había emprendido Guyana con las empresas transnacionales desde el 2015, acogiesen un carácter de legalidad y aceptación, por lo que se estaría adoptando una actuación un tanto contradictoria de la ya muy extraña política exterior del Estado venezolano, hecho que luce inaceptable para el Interés Nacional.
  4. Recordando que lo antes señalado constituye un punto de vista como opinión del suscrito, me permite agregar también, que el haber mencionado una era post petrolera con inclinación al ámbito gasífero, podría representar un punto álgido muy importante a ser considerado por la Corte Internacional de Justicia, quien vería esto como un posible punto de debilidad, cuyo enfoque se abocaría al desinterés de Venezuela para la recuperación del espacio geográfico integral del Esequibo, por lo que no debe olvidarse que los pilares geopolíticos, geoeconómicos y geoestratégicos de los países del primer mundo, han conformado sólidos apuntalamientos sobre
    decisiones del pasado para el pronunciamiento de diferentes sentencias derivadas del citado organismo jurídico internacional.
  5. Bajo ningún concepto, la etapa post-petrolera que ha sido señalada recientemente, constituye una fortaleza inmediata para Venezuela, ni en el ámbito nacional ni internacional, dado que la materialización de ello, debe construirse sobre un andamiaje multifuncional conformado por diferentes estructuras, cuyas plataformas requieren sustentarse en los ámbitos del interés nacional y NO de terceros, y particularmente el ámbito político resalta la urgencia de atender y resolver las variables problemáticas que enmarcan al país hoy en día. De lo contrario, esto seguiría siendo una utopía, o en el mejor de los casos, un proyecto de desarrollo de mediano o largo plazo. El papel lo aguanta todo, mas no la realidad actual.
  6. La intención de fondo acomodada a los intereses de terceros, no solo favorece al entorno de Guyana, sino también a la OTAN, a la ONU, y en particular al Secretario General de la ONU, recordando que la Corte Internacional de Justicia es parte de las instituciones de la ONU, y le rinde anualmente cuentas de su gestión a esta, por lo que es obvio que la interpretación impropia, y muy posiblemente sujeta a conveniencias para su exacerbación anacrónica, incompatible y contraproducente, sería puesta a flor de agua como la tendencia de Venezuela sobre este particular, facilitando así las torcidas intenciones de Guyana en la actualidad.
  7. En lo particular, y tratando de buscar un punto de equilibrio a lo que pudiesen ser las intenciones del Estado venezolano sobre esta temática, se sugiere que se utilice el término “nueva era energética petrogasífera venezolana”, de manera de darle mayor fortaleza a las acciones emprendidas, y sobre todo, el buscar mantener una posición firme, equilibrada e idónea a los intereses del país ante la comunidad internacional, tanto regional como mundial, que involucre en positivo a la recuperación del espacio geográfico integral del Esequibo. El discurso debe ser cónsono a los lineamientos que ha seguido el país desde la firma del Acuerdo de Ginebra de 1966 y no contrario.

Volviendo al principio de este artículo, en el que se mencionó la posición adoptada por la IA sobre el tema que nos atañe, y en conjunción con lo ya señalado en materia energética petro-gasífera, resalta que luego de un comienzo lento, la industria del petróleo y el gas que había estado hace años a la vanguardia en materia tecnológica, pareciese estar hoy en día nuevamente ansiosa por adoptar lo mejor de la tecnología digital, a propósito de elevar los niveles de eficiencia, traducidos en mejores costos, tiempos y recursos; en este contexto, la IA está madurando en cuanto a las facilidades de su uso, mas no todavía como sistema autónomo capaz de tomar decisiones por sí mismo, dadas las subjetividades y manipulaciones insertadas por terceros acordes a sus intereses.

El crecimiento exponencial actual en materia tecnológica sobre los ámbitos petrolero y gasífero de Venezuela, requiere incrementar la credibilidad, confiabilidad y la calidad de las informaciones y actuaciones recopiladas, por lo que una plataforma combinada en el uso de estos recursos entre el hombre y la IA a nivel internacional, le brindaría al país hoy en día, una excelente oportunidad de agregar este trinomio como nueva arma geopolítica, que mediante su inserción en la política exterior venezolana, conllevaría a emerger mediante un adecuado manejo, nuevas variables que incidirían en la política internacional que se mueve en el tablero estratégico mundial, de manera de fortalecer colateralmente el proceso técnico – jurídico actual que se maneja en el Tribunal Internacional de La Haya, para afirmar con la convicción requerida, y más aún, cuando la documentación que sustenta la pertenencia del Territorio en reclamación se encuentra ya disponible y cónsona para refutar las pretensiones usurpadoras de Guyana, que cada vez más, el país está cercano al alcance de su recuperación territorial, afirmando que “el sol que brilla sobre Venezuela, nace en nuestro Estado Esequibo”.

NOTA:

Saludos a todos, manifestándoles que habiendo culminado la elaboración de esta cuarta obra, ayer Kindle Paperwhite International, me notificó formalmente la aprobación y exposición pública a través de Amazon de este libro, para lo cual envío si es del interés personal, el contenido del mismo. Este escrito constituye la actualización del litigio actual entre Venezuela y Guyana sobre el Esequibo, en el que la actuación de la Corte Internacional de Justicia, la OTAN y la ONU, han generado cambios que por un lado le dan mayor complejidad a la ecuación matriz de la controversia, y por el otro, han colocado a flor de agua variables geopolíticas geoeconómicas y geoestratégicas, que bien manejadas, constituyen un frontal touché de Venezuela sobre Guyana, para la recuperación definitiva de nuestro territorio continental usurpado desde 1899, incluyendo los espacios marítimos en el Atlántico.

La Corte Internacional de Justicia en el nuevo orden mundial a raíz de la Excepción Preliminar venezolana https://a.co/d/ehN29NA

Por: C/A (r) Dr. José Chachati Ata

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