(Continuación)
Venezuela: Rumbo a la recuperación del Esequibo
Venezolanos todos, mañana lunes 8 de abril del 2024, es la fecha tope para la entrega de la Contramemoria venezolana ante la Corte Internacional de Justicia, atendiendo a la demanda introducida por Guyana contra el país, cuyo contexto se ha sustentado en la manipulación jurídica de un falso positivo como acción medrosa y desesperada para la obtención de una sentencia sin fundamento, que se ha encaminado hacia la validez sobre el írrito y nulo Laudo Arbitral de París de 1899, incluyendo la definición de la línea fronteriza respectiva, hecho que ha tendido a desmoronar lo que se había conformado a través de las gestiones realizadas en la Organización de las Naciones Unidas entre los Gobiernos de Venezuela y de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, mediante la estructuración de “un orden” para la solución de la disputa territorial, lo cual se formalizó mediante la firma y las corresponsabilidades establecidas en el Acuerdo de Ginebra de 1966, incorporándose el Gobierno de Guyana una vez obtenida su independencia.

De la conformación de un “orden” racional evadido irresponsablemente durante años por el Gobierno vecino, se ha dado cabida hoy en día a un acelerado y verdadero “desorden”, en el que además de haberse negado éste en llegar a un entendimiento con Venezuela en el marco del Acuerdo antes citado, ha incumplido una y otra vez lo establecido en el Tratado de 1966, adoptando cínicamente el comportamiento de un Estado profundo, llegando esta semana transcurrida, a declararse de parte del Presidente de ese país, que se estaría conformando una coalición internacional para respaldar la soberanía de su país ante cualquier invasión, asegurando que Venezuela es un vecino agresivo que busca desestabilizar a Guyana, afectando supuestamente la integridad del territorio en disputa.
Bajo la mencionada agresión, Guyana ha roto forzadamente el citado orden existente, para convertirlo en el desconcierto y el desarreglo actual mediante la ejecución de acciones ilícitas, generando variables multifacéticas que han apuntado a que su actitud desesperada, ha tendido a la conformación de un caos aparente, y necesita del apoyo internacional para acceder a la falsa prominencia de una aceptación, que en el fondo solo busca el acceso a los recursos allí existentes, y que abundan en el Estado Guayana Esequiba, que es y será de Venezuela. Se le están acabando los “pañitos de agua caliente” a Guyana, y el desmoronamiento del desorden creado, volverá ineludiblemente a un orden ajustado cuya dirección y destino son exclusivamente del gentilicio nacional.
Haber escrito en repetidas ocasiones sobre la complejidad geohistórica y la situación actual de la disputa territorial enlazada con el espacio geográfico integral del Esequibo, obliga a señalar también con visión pragmática y frontal responsabilidad, que las dificultades existentes al abordar el tema en cuestión, han sido promovidas en su totalidad ayer y hoy, por el Gobierno de Gran Bretaña e Irlanda del Norte y por el Gobierno de Guyana, en continuidad a las políticas de manipulación y exacerbación de los diferentes falsos positivos presentados ante la comunidad internacional, que incluso se han establecido como costumbre bajo un carácter punible por la ilegitimidad manejada desde el siglo XIX hasta hoy en día, aunado a las continuas evasiones en llegar a un entendimiento establecido en el compromiso firmado a través del Acuerdo de Ginebra de 1966, cuyas tendencias, acciones y proyecciones, han ido acompañadas de una frontal procacidad, traición e imprudencia contra Venezuela, demostrando desafiantemente, que mientras el país vecino mantenga la administración del Estado Guayana Esequiba, continuará sustrayendo los recursos allí existente s sabiendo que no le pertenecen, bajo el amparo de diferentes entes gubernamentales y organismos internacionales, violando incluso el compromiso firmado en la reciente actividad realizada en Brasil, derivada de la Reunión de Argyle en diciembre del 2023.
En otras palabras, mientras continúe el statu quo actual, el Gobierno de Guyana continuará intentando una y otra vez más, en verle a los venezolanos el talante proceder como pendejos, cualidad manejada ante Guyana como parte de la política exterior durante años. Además de los frecuentes discursos y declaraciones públicas realizadas en Venezuela, cuyas palabras por lo general se las ha llevado el viento, dado que generan esporádicamente algún efecto deseado desde el punto de vista meramente político, aunado a las acciones que han circunscrito a la reciente creación del Estado Guyana Esequiba con la Ley Orgánica para la Defensa de dicho Estado, es absolutamente necesario materializar la posición venezolana mediante acciones contundentes, que permitan generar una mayor credibilidad y participación del país en materia de seguridad, defensa y desarrollo integral sobre la región.
Y señalo esto último, dado que no debe olvidarse, que en materia geopolítica concatenada a los recursos apetecibles especialmente para los países del primer mundo, aunado a las futuras crisis que ya han comenzado a sentirse en el planeta después de la década de los sesenta en el siglo XX, la desapercibida y escasa cantidad de agua requerida para la humanidad, ha sido un tema al que se le había prestado poca atención, hecho que ha cambiado sustancialmente hoy en día, y considerando la abundancia existente en la región continental de Suramérica, la cual luce como la mayor geografía con capacidad para aportar respuestas adecuadas a nivel global, había conllevado a Francia hace algunos años mediante una frontal visión estratégica, al desarrollo y control del preciado líquido en Bolivia sobre una de las cabeceras fluviales, hecho que se estaría intentando repetir en un próximo futuro con la anuencia del Gobierno de Guyana.
El Gobierno de Francia llegó al reciente acuerdo con el Gobierno de Guyana, para la apertura de la embajada, con lo que será el primer país de la Unión Europea que tendrá una delegación diplomática en el país vecino. En este contexto, y con la finalidad de fortalecer el ámbito geoestratégico y las relaciones bilaterales, el país vecino adquirirá de Francia, varias embarcaciones para el supuesto reforzamiento de la vigilancia marítima, acordándose también el reforzamiento de la cooperación para asegurar la seguridad y la estabilidad del escudo guyanés, y combatir el crimen organizado en la región, mientras que continúa la disputa territorial con Venezuela sobre el Esequibo. Al oeste del río Esequibo, cualquier intención o acto que se pretenda realizar en materia de desarrollo por parte de Guyana o cualquier otro país, es decir, en el Estado Guayana Esequiba, debe ser inmediatamente abortado por Venezuela.
A propósito de ampliar el reforzamiento bilateral, Guyana y Francia también acordaron intensificar las cooperaciones en las áreas de defensa, crisis climática, seguridad alimentaria, infraestructura, tecnología y turismo. Ello no dejará de ser un posible adelanto sobre la repetitiva visión expansionista europea propia de siglos pasados, en el que entre Guyana y la Guayana Francesa, solo existe geográficamente Surinam, aunado a la cercanía de Venezuela y de Brasil, cuyas áreas son abundantes no solo en recursos energéticos y mineros, sino también hídricos y forestales, por lo que la presencia paralela de Francia y de Gran Bretaña e Irlanda del Norte tanto en esa región continental como en las islas del Caribe Oriental, incluyendo por supuesto a la CARICOM, conforman una variable adicional a inmiscuir en los análisis geopolíticos, geoeconómicos y geoestratégicos en la ecuación matriz de la disputa territorial. De hecho, el Jefe de Estado francés, Emmanuel Macron, a la par de las declaraciones emitidas en Guyana por su Canciller, realizó una visita a la Guayana francesa, enlazando y extendiendo su visita regional a la República Federativa de Brasil. ¿Se necesitan más explicaciones? Más claro, …, imposible.
Aun cuando las recientes adquisiciones militares del país vecino no representan para el poder combatiente relativo venezolano un peso revelador, no debe descartarse ni olvidarse esta tendencia impulsada a la vez por terceros intereses no amilanados ante el descalabro y la ilegitimidad que se viene cometiendo continua y atropelladamente contra Venezuela, en el que solo priva el interés de esos países en obtener lo que requieren expeditamente, sin importarles que ello sea o no legal. Las recientes declaraciones del Presidente de Guyana, Irfaan Ali, al afirmar que su país planifica una restructuración de la Fuerza de Defensa de Guyana (GDF), y que hará importantes inversiones en equipamiento militar enfocado en tecnología, activos y cooperación establecida con países aliados, mientras continúa el proceso jurídico sobre la demanda interpuesta contra Venezuela ante la Corte Internacional de Justicia, por la reclamación del Esequibo, demuestra claramente que el país debe estar muy alerta ante estas nuevas expectativas orientadas a la carrera armamentista guyanesa para su ejecución a corto plazo, en el que es obvio que ya se han alborotado a los perros de la guerra. Francia ha ido a la vanguardia sobre este particular.
Ahora bien, el supuesto crecimiento económico de Guyana a costillas de los venezolanos, mediante la explotación y comercialización ilícita de los recursos existentes en los espacios acuáticos y continental del Estado Guyana Esequiba, ha conformado la bandera que por desconocimiento de algunos e intereses de
otros, se ha intentado enarbolar bajo la figura de un falso positivo, pero la realidad es que Guyana posee en su territorio al Este del río Esequibo, un volumen de reservas petroleras nada apetecibles para darle la importancia que se le quiere dar, hecho que debería preocuparle profundamente al Gobierno del país vecino, al haber desencadenado una inútil carrera armamentista propiciad por terceros, a quienes solo les apetece los recursos que ellos necesitan, sin IMPORTARLES realmente las realidades sociales y económicas que afronta el país, mientras que internamente se ha venido manejando esta dádiva como la excelente oportunidad de incrementar niveles de corrupción y actuaciones orientadas al beneficio personal, sin olvidar también que hasta hace poco, Guyana era y es aún un país asediado por la pobreza y los manejos habituales a la inmoralidad y deterioro dentro de sus instituciones, que han hecho de esa ex colonia, un hueso apetecible para el comercio, comenzando por los vendedores de armas, al saber que se ha disparado en un 10,1%, el gasto público en defensa, como producto de los ingresos de 15,3 millones de dólares en 2022.

Mientras tanto, Guyana continúa abriendo las puertas a terceros países, para que éstos sean quienes solucionen algunos de los problemas internos que los favorezca políticamente, mediante la inversión y el desarrollo de algunos proyectos, cuyas respuestas derivadas de ilícitas licitaciones, estarían apuntando al supuesto beneficio de la comunidad. Esa factura con el pésimo asesoramiento recibido hasta ahora, le saldrá más temprano que tarde muy cara a Guyana, y es inaudito que aún ese gobierno no ha pisado suelo sobre la realidad que se le viene encima con estas vulnerabilidades creadas perversamente, en el que ha preferido recostar sus problemas en manos de terceros, cuando ha tenido la oportunidad de mantenerse en la línea de la legalidad con Venezuela, llegando a un entendimiento sobe la disputa del Estado Guayana Esequiba, tal como lo estableció el Acuerdo de Ginebra de 1966, firmado y sustentado en la muy bien soportada posición sobre la invalidez del Laudo Arbitral de París de 1899.
Guyana con los recientes ingresos recibidos con “etiqueta ilícita”, provenientes en un elevado porcentaje de la renta petrolera, aunado a las ilegítimas explotaciones mineras y forestales realizadas en el Estado Guayana Esequiba, le asignó recientemente a la Guyana Defence Force un presupuesto de 201 millones de dólares, para la adquisición de equipos y dotación de su Fuerza Armada, lo cual ha contemplado medios aéreos de ala rotatoria, embarcaciones para vigilancia marítima y drones, hasta 83,9 millones de dólares, lo que conforma un gasto muy por encima de lo recomendado por el Fondo Monetario Internacional, al dejar de lado sectores críticos como la salud, educación y seguridad pública.
El Presidente de Guyana declaró descaradamente al respecto, que la razón fundamental de estas inversiones militares apuntan a que su país está tomando todas las medidas necesarias para protegerse de Venezuela, pero no señaló absolutamente nada en relación a la disputa territorial sobre el Estado Guayana Esequiba. En el fondo, y una vez más, ello constituye una vez más, un reconocimiento tácito en el que ese gobierno aceptó que el Estado Guayana Esequiba no le pertenece, sino que ello es parte de los derechos de Venezuela sobre la ineludible soberanía e integridad territorial del país en el citado Estado.
De lo señalado anteriormente, emerge el trinomio que conforma por ahora, el apuntalamiento de la plataforma geopolítica guyanesa, sustentada en tres aristas, cuyas actuaciones en su totalidad, tienen dependencia total de otros países, siendo ellos la usual tendencia y actuación del Gobierno del país vecino, pretendiendo repetitivamente a través de su poder estructural, situacional y táctico contra Venezuela, que sean terceros actores internacionales, quienes den la cara para atender sus problemas. Verbo y gracia, en el plano jurisdiccional, al no tener Guyana como sustentar la titularidad del territorio en disputa, se recostó sobre la Corte Internacional de Justicia, enarbolando su actuación mediante “patadas de ahogado” ante el vacío jurídico que la circunscribe, demandando a Venezuela y solicitando que la validez del Laudo Arbitral de París de 1899, se maneje en el marco jurídico como “cosa juzgada”.
En el plano militar, ha buscado consolidar la cooperación militar de países del primer mundo, mientras continúa con las ilícitas extracciones petroleras, mineras y forestales que benefician los intereses de terceros a costillas de Venezuela, pero con beneficio unilateral y exclusivo del país vecino. Y en el plano político-diplomático, ha buscado atraer la atención multifacética de diferentes gobiernos, considerando que se están realizando en el mundo diferentes conflictos, los cuales han venido afectando la confiabilidad de éstos para la obtención de los recursos petroleros y gasíferos. En el marco de este último señalamiento, la diplomacia cañonera se ha venido intensificando no solo con la presencia de unidades navales de otros países del primer mundo, sino también, mediante diferentes reuniones realizadas con personeros y organizaciones de primer orden, aunado a las firmas de nuevos acuerdos en materia militar.
Ahora bien, como dice coloquialmente el refrán, “perro que ladra no muerde”, es fundamento como razón indudable para afirmar que todo lo señalado anteriormente, ha constituido un conjunto de argumentos y argucias políticas del Gobierno de Guyana, propias de un perfil exasperado e iracundo de quien requiere frenar la actuación venezolana, por lo que al voltearse la cara de la moneda, es obvio que Guyana utiliza todos los medios necesarios de los cuales se sintió muy segura en el pasado, pero las circunstancias de hoy en día son diferentes, por lo que tendrá que reorientar muy pronto las acciones que manejó supuestamente garantizadas a su favor, con errónea visión geoestratégica, geoeconómica y geopolítica. Bajo ningún concepto, Venezuela puede perder de vista paso a paso, acción tras acción, las maniobras, hechos y actividades que viene realizando cual Estado profundo, perversa e ilícitamente, el Gobierno del país vecino.

Y el suscrito ha requerido ser muy enfático en lo ya señalado, dado que el marco de actuación del Gobierno de Guyana hacia el Estado venezolano, cada vez más, ha tendido en buscar amansar la intervención del país a través del manejo de su política exterior y de las relaciones internacionales, mientras que continúa en franca y perversa maniobra, utilizando mecanismos ilícitos y contrarios al Acuerdo de Ginebra de 1966, para brindarle la confiabilidad y tranquilidad a diferentes gobiernos, adoptando el rol emergente ante éstos, como el “nuevo donante energético” global a costillas de Venezuela. La cooperación internacional con miras al desarrollo, se ha centrado principalmente en la explicación de factores e intereses subyacentes a la política exterior de los países, en el que Guyana ha sobresalido como válvula de alivio no solo por el petróleo explotado, sino también por la capacidad tecnológica puesta en marcha a través de empresas trasnacionales, que han garantizado la extracción requerida para satisfacer algunos mercados, tal como lo viene manejando la empresa trasnacional Exxon Mobil. La combinación de estas perspectivas, han hecho posible mediante la sumatoria de ilegítimas acciones que administra el Gobierno de Guyana con su cara lavada, de manera de lucir su contribución a la cooperación internacional.
Venezuela ha tenido el conocimiento, la experiencia y la participación por más de un siglo sobre el manejo de esta materia. Indistintamente de las distintas fases históricas por las que ha venido atravesando el país sobre el ámbito energético, y más como cofundador de la OPEP, la capacidad negociadora y el potencial que la acompaña son incomparables a lo que Guyana ha pretendido en pocos años. Por estos señalamientos realizados, le pregunto al Estado venezolano, ¿dónde quedó el cúmulo de destrezas, erudición y entendimiento que caracterizó al país durante años, en el que pareciese hoy en día, que el país está inmerso en una pasividad desajustada ante la continua agresividad del Gobierno de Guyana? ¿Por qué a pesar de los últimos acontecimientos ocurridos, se le continúa permitiendo al país vecino que continúe la exploración, explotación y comercialización petrolera, minera y forestal, tanto en los espacios geográfico continental como acuáticos del Estado Guayana Esequiba? ¿En qué lineamientos estratégicos de la Seguridad, Defensa y Desarrollo integral de la Nación, encaja la racionalidad deontológica de estas actuaciones?
Cierro el escrito de esta semana, señalando que de acuerdo a los eventos ocurridos esta semana, quedó claramente determinado con la nueva Ley Orgánica de Defensa del Estado Guyana Esequiba, que Venezuela no participará en el proceso jurídico ante la Corte Internacional de Justicia, sin embargo, el suscrito insiste como reflexión y solicitud de reconsideración de parte de la Comisión Tecno-jurídica nacional, para la entrega de la Contramemoria venezolana el día de mañana. No hacerlo, lejos de una posición asumida con miras a otras aristas, sería un supremo error del Estado venezolano. También es importante entender, que a partir del día de mañana 8 de abril del 2024, se inicia una nueva fase para el país, en el que además de NO olvidar que este tema es un área muy sensible de Estado y no de Gobierno, las circunstancias geopolíticas que se veían encaminadas a una escalada positiva para todos los venezolanos, son proclives para adherirse escalonada y sistémicamente a un posible “desorden tanto interno como externo”, en el que se requiere la aglutinación de sensatas decisiones y actuaciones, que conlleven cada día más, a fortalecer nuestra soberanía y el sentido de integridad territorial en el que “el sol que brilla sobre Venezuela, nace en nuestro Estado Guyana Esequiba”.
Te puede interesar nuestra entrega anterior:
Por: C/A (r) Dr. José Chachati Ata
Somos Curadas.com Tu compañía en información
Únete a Curadas en tus redes sociales y aplicaciones favoritas
Nos alegra que te guste Curadas y quieras unirte a nosotros. Tienes varias formas de ser parte de Curadas:
- Síguenos en las redes sociales
- Entra a un grupo de Telegram o WhatsApp
- Recibe nuestro boletín en tu correo electrónico
Aquí tienes los enlaces a las redes sociales de Curadas
Recibe nuestro boletín por correo
Si quieres decirnos algo:
- Comenta al final de cualquiera de nuestras publicaciones
- Menciónanos en las redes sociales
- Escríbenos a info@curadas.com
Que nuestra Patria no ha comete ningún error al estar de manera tan determinante manifestando hoy como ayer de manera clara, cierta y sin ninguna duda que el Territorio de la Guayana Esequiba tiene solidez soberana en el Transcurrir del Tiempo pasado, en el Tiempo Presente, y en el Tiempo Futuro, que ha sido que es y que lo sera de la República Bolivariana de Venezuela para las generaciones del hoy y para las generaciones futuras sin dilaciones de ninguna índole ya que el territorio sometido por la controversia tiene todo un país totalmente Soberano por el Norte por su Sur por Su Este y por su Oeste los errados son los que con las pretenciones y acciones no lo quieren despojar más sin embargo. la perfidia, el engaño, el atropello los adefecios Jurídicos, y aunque la Mentira se vista con la ropa de la verdad siempre sera mentira ya que desde la Independencia los que se encontraron estos territorios lo plasmaron en el Tratado de tordecillas que dividieron la tierra en dos es claro que no hay ninguna duda Somos un País Soberano de Paz y para la Paz. para el Mundo entero y que ningún País tenga y una sola oportunidad de cuestionar que Nuestro Territorio y demás espacios geográficos de la República Bolivariana de Venezuela son en estado presente, y en el Estado Futuro, que son sin ni siquiera un pensamiento contrario los que les correspondían a la Capitanía General de Venezuela antes de la Transformación Política iniciada el 19 de Abril de 1.810, con las modificaciones resultantes de los Tratados y laudos arbitrales no viciados de Nulidad. Esto es claridad respeto para el mundo y quiere decir más Amplia que la Soberanía Plena de la República Bolivariana de Venezuela se ejerce en todos los Espacios Continentales e insular y fluvial, mar territorial, áreas marinas interiores, *historicas* y vitales y las comprendidas dentro de las Lineas de base Recta que ha adoptado o adopte la República Bolivariana de Venezuela; el suelo y subsuelo de éstos el espacio aéreo continental, insular y marítimo y los Recursos energéticos de hidrocarburos los yacimientos mineros cualquiera que sea su naturaleza existentes y se encuentran incluyendo los genéticos, los de las especies migratorias sus productos derivados y los componentes intangibles que por causas naturales allí se hallen o se hallaren. El espacio insular de la República Bolivariana de Venezuela, Comprende el Archipiélago de los Monjes, el Archipiélago de las Aves, Archipiélago de los Roques, Archipiélago de la Orchila, Isla la Tortuga isla la Blanquilla archipiélago los Hermanos islas de Margarita, cuguagua y coches, Archipiélago de los Frailes islas La sola Archipiélago de los testigos, islas de patos e islas de aves y además, las islas, islotes, cayos y bancos situados o que emerjan dentro del mar territorial, en el que cubre la plataforma continental o dentro de los limites de la zona económica exclusiva. sobre los espacios acuáticos constituidos por la zona marítima contigua, la plataforma continental y la zona económica exclusiva, la República Bolivariana de Venezuela ejerce derechos soberanos exclusivos de Soberanía y jurisdicción en los términos, extensión y condiciones que determinen las Leyes de nuestra patria y el derecho Internacional Publico Corresponde entonces a la República Bolivariana de Venezuela Derechos en el espacio ultraterrestre suprayacente y las áreas que son o puedan ser patrimonio común de la humanidad, en los términos, extensión y condiciones que determinen los acuerdos internacionales y la legislación nacional es determinante entonces que el Esequibo es territorio de la República Bolivariana de Venezuela cada milímetro centímetro y extensión geográfica todas sus riquezas sin que ningún país pueda quiera piense imagine tener algún argumento para entrometerse a opinar o hablar decir pronunciar comentar que la República federativa de Guyana quiera meterse con acciones Guerreristas en Territorio de Paz ajeno que es nuestro país y nace en el Estado Guayana Esquiva. para siempre.