Según autoridades de Brasil, ya la cuenta va por más de 2.1 millones de personas damnificadas debido a las fuertes lluvias.
El sur de Brasil está sufriendo fuertes lluvias
Increíbles innundaciones azotan la región sur
Las inundaciones en Brasil han provocado la muerte de al menos 146 personas, además de 132 desaparecidos.
Según las autoridades brasileñas, ya la cuenta va por más de 2.1 millones de personas damnificadas por la falta de vivienda, alimentos, agua, energía y servicios médicos.
Las acciones de rescate se dificultan por las continuas lluvias, que provocan la crecida de los ríos y la inundación de varias ciudades.
La situación podría empeorar aún más en las próximas horas, ya que se espera que las lluvias se intensifiquen y que los ríos sigan aumentando su caudal.
Los ríos aumentan su caudal en el sur de Brasil, arrasado por las inundaciones
Según el Instituto Nacional de Meteorología, todo el estado de Rio Grande do Sul espera que las «lluvias intensas» continúen en las próximas horas, con más de 100 mm por día en algunas partes.
En el noreste del estado hay «gran riesgo de grandes inundaciones y desbordamientos de ríos, y grandes deslizamientos de tierra», añadió.
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Crece la preocupación en el sur de Brasil a medida que aumenta el caudal de los ríos por fuertes lluvias
El Guaíba, afluente que desde la semana pasada cubre grandes partes de Porto Alegre, se había reducido, pero con el temporal se elevó de nuevo y estiman que superará los cinco metros.
Las lluvias torrenciales que golpean el sur de Brasil aumentaron los caudales de los ríos y crearon escenas de “caos” en los suburbios de Porto Alegre, en una región ya arrasada por inundaciones que dejan más de 140 muertos y centenas de miles de desalojados de sus casas.
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“Prácticamente todos los grandes ríos del estado presentan tendencia de elevación”, informó la Defensa Civil del estado Rio Grande do Sul, que atraviesa la peor catástrofe climática de su historia.
Epicentro de las inundaciones en Brasil: Porto Alegre es hoy una ciudad distópica
En la capital de Rio Grande do Sul se impuso una mirada que no protege al medioambiente, como en otras grandes urbes de Latinoamérica.
Ganaron las leyes del mercado inmobiliario, tan depredador como los que deforestan a diario la Amazonia.
Porto Alegre está sitiada por aguas barrosas que arrastran a su paso lo que encuentran.
Hoy es una ciudad distópica. Una marea indetenible la dejó sumergida en sus barrios más bajos a orillas del Guaiba. Un río y un lago a la vez, según cómo se mire su hidrografía.
En esos dos sustantivos puede aparecer una explicación de la tragedia. Un río requiere de ciertas defensas. Un lago no tanto.
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