Venezuela: Rumbo a la recuperación del Esequibo, Fase XXIV, Entrega 246

Venezuela: Rumbo a la recuperación del Esequibo

(Continuación)

La muy singular coyuntura del país, en la que se han venido generando cambios sinuosos y acelerados de diferentes paradigmas sociopolíticos derivados de las elecciones presidenciales realizadas el pasado 28 de julio del 2024, propios y únicos de la idiosincrasia del venezolano, llevan ineludiblemente sobre los hombros del gentilicio nacional, el amoldamiento de las acciones geopolíticas que han propiciado los países fronterizos, demostrando con sus actuaciones una vez más, la importancia geoeconómica y geoestratégica del espacio geográfico venezolano, cuyo enfoque ha dinamizado su proyección internacional, apuntando sobre diferentes vertientes, siendo una de estas la reflejada hacia la zona nororiental del continente suramericano, en la que los cuatro países allí situados (Venezuela, Guyana, Surinam y la Guayana Francesa), conforman piezas fundamentales de un escenario multipluralista, que se traduciría en un bálsamo báculo a la situación que se exhibe sobre el tablero estratégico mundial en materia energética, minera y forestal, y que estaría liderado en este caso por Venezuela; sin embargo, ello no podría ir desligado al contexto de la disputa territorial que afronta el Estado venezolano con Guyana.

Con miras al escenario anterior, es imprescindible establecer de manera vinculada a las nuevas realidades, una visión estratégica que implique la planificación integral y la asignación de medios para alcanzar las diferentes metas que garanticen el éxito sobre el desarrollo regional atlántico, hecho que proyectaría el verdadero potencial que manejaría el grupo de países respectivo, al que se le integrarían sin duda alguna y a corto plazo, otros países como Brasil y los del Caribe Oriental. Sin embargo, la tarea que gira sobre el ámbito geoeconómico, no podría apuntalar su solidez, de no llevarse a cabo el proceso de entendimiento directo entre Venezuela y Guyana, a propósito de generar sólidos, y no ficticios avances sobre la recuperación del espacio geográfico integral del Esequibo, en el marco del Acuerdo de Ginebra de 1966, dado que es hora de llegar a una verdadera solución, que conlleve también sin dilación alguna, a la inclusión de los espacios acuáticos respectivos.

A raíz del conflicto entre Ucrania y Rusia, así como de Israel en el Medio Oriente, Venezuela se ha hecho notar con mayor peso en el ámbito internacional, considerando los factores de cambio que han incidido en el acceso a los recursos energéticos y mineros, razón por las que se han ido definiendo diferentes espacios de poder, sustentados en las relaciones y el acercamiento de los grandes centros mundiales, como lo son los Estados Unidos de América y la Unión Europea. A raíz de los últimos acontecimientos suscitados, es muy importante sopesar el respaldo que tiene Venezuela de los supuestos países llamados aliados.

En lo personal, el suscrito ha tomado como base fundamental las variables que giran en torno a la disputa territorial sobre el Esequibo, de manera que todo factor circunscrito a la seguridad, defensa y desarrollo integral del país, se ubique obligatoriamente como tema de Estado y no inclinado a tolda política alguna, como lo han pretendido manejar algunos escritos de analistas ofuscados por razones de otra índole. No hay peor ciego que quien no quiera ver. En este contexto, el enlace muy particular y correlacional de Venezuela con la OPEP y con el ampliado Grupo BRICS, necesita realmente una profunda evaluación, con las consecuentes acciones tendientes a concretas y no a evasivas y ambiguas respuestas, y menos a la adopción de posiciones que solo se han sustentado en falsas retóricas sin acción ni valor agregado alguno.

Por otra parte, a pesar que la avaricia económica ha ostentado un peso relevante en la toma de decisiones del Gobierno de los Estados Unidos de América, la argucia sustentada sobre el poder táctico como contrapeso a dicha actuación, ha conducido a que ese país tienda en la actualidad a moderar el voraz apetito de las empresas petroleras, de manera que estas hagan sostenibles las utilidades obtenidas y los impuestos que emiten al Tesoro de esa nación. Este señalamiento ha salido a relucir a flor de agua, considerando que en la actualidad, es probable que dicha moderación esté siendo aplicada por el Gobierno norteamericano en su relación con el Estado venezolano, considerando que están sobre el tapete, tres asuntos de importancia geopolítica y geoeconómica que le atañen directamente, siendo estos:

1. la explotación y comercialización petrolera a través de la empresa Chevron en Venezuela, cuya exportación está orientada prácticamente con carácter de exclusividad a ese país;

2. la defensa de los intereses de la empresa Exxon Mobil. en los espacios acuáticos del Atlántico pertenecientes a Venezuela en el Esequibo, conjuntamente con Guyana a partir de la medianía del río Esequibo hacia el este geográfico de ese país, cuyo costo de extracción del recurso petrolero ha sido elevado, con la consecuente exportación a los Estados Unidos de América; y

3. Finalmente la necesidad de llegar a la brevedad a una estabilización sociopolítica y socioeconómica de la región.

El señalamiento anterior obedece a que la Agencia Internacional de la Energía, emitió su informe señalando que luego de las sanciones emitidas contra Venezuela, en la que se derrumbó la producción y exportaciones de Venezuela a los Estados Unidos de América, resulta que progresivamente esa nación ha estado recibiendo mayor petróleo venezolano, que el recurso energético ilegítimo explotado off shore por el Gobierno de Guyana con la Exxon Mobil en los espacios acuáticos del Atlántico frente al Esequibo, ubicando a este país de sexto en la lista de los países exportadores de crudo al país del Norte.

Al colocar en la balanza geopolítica, geoeconómica y geoestratégica las variables señaladas, han surgido varias e interesantes interpretaciones, considerando que si es cierto que hasta hace poco, el Comando Sur había instalado puestos militares en el vecino país, aunado a la correlación horizontal entre el Presidente guyanés, Irfaán Ali, con la transnacional Exxon Mobil, escenario que favorecía indudablemente a Guyana, enmarcado en la hostilización sistemática y combinada hacia Venezuela, a través de los ámbitos diplomático y castrense, se ha conformado un panorama que ha conllevado a que hoy en día hayan surgido nuevos elementos que podrían traducirse como complejos filtros estratégicos, considerando que la transnacional Chevron se encuentra explorando y explotando petróleo en Venezuela, a propósito de aportar un valor agregado en contra del índice inflacionario que afecta hoy por hoy la economía estadounidense, particularmente en este período de elecciones hasta el mes de noviembre del 2024, en el que están en juego las probabilidades de mantenerse en el poder el Partido Demócrata.

Adicionalmente, el alza de los precios en ese país, aunado a las elevadas tasas de interés, han conformado un sensible freno político contra Venezuela, en el que la contraparte a estas consideraciones se encuentra estructurada sobre las elecciones presidenciales de Venezuela, realizadas el 28 de julio del 2024, en el que el Gobierno norteamericano adoptó la clara posición de inaceptabilidad de los resultados que ha expuesto el Gobierno Nacional.

Y entre los parámetros que conforman cada parte de la balanza geopolítica, se encuentra casi desplazada y en un tácito silencio, la disputa territorial de Venezuela con Guyana sobre el Esequibo, en el que Estados Unidos de América tiene una verdadera y frontal corresponsabilidad desde la firma del Tratado de Washington en 1897, aunado a que su gobierno formó parte de la írrita y nula sentencia del Laudo Arbitral de París de 1899, pero el Gobierno de Venezuela en su muy extraña y hasta censurada política exterior actual, no ha esgrimido este punto fundamental como parte de las negociaciones, hecho que la levantado muchas conjeturas y demostraciones del verdadero interés sobre el tema, que se mantuvo vivo y latente mientras el país estaba en proceso de elecciones, pero luego de estas, entró en un proceso de letargo, permitiendo que se mantenga el statu quo actual, beneficiando a Guyana con las explotaciones y utilidades que obtiene a diario, siendo estas del patrimonio de todos los venezolanos.

Por otra parte, a raíz de la creación del patrón financiero impulsado por el Grupo ampliado BRICS, es importante señalar que el dólar en un siglo, ha ido paulatinamente perdiendo su valor en más del 95%. En pocas palabras, la coyuntura actual, conlleva a que el Gobierno norteamericano está evaluando a fondo la revocatoria de la Licencia 44, la cual permitía a personas y empresas estadounidenses, realizar negocios petroleros y operaciones financieras tanto con PDVSA como con el Banco Central de Venezuela, recordando que no se revocó del todo el anterior permiso de operaciones y transacciones otorgado a PDVSA y al BCV el pasado 17 de octubre de 2023, denominada Licencia 44, la cual había sido sustituida por la Licencia 44A, siendo ello analizado en artículos anteriores. Un verdadero dilema ante los acontecimientos que vive actualmente Venezuela.

Es indudable, que para el Gobierno norteamericano, ha representado una singular ventaja mantenerse bajo una retórica diplomática, considerando que las elecciones presidenciales de ese país serían en noviembre del 2024, mientras que el tema electoral venezolano, prevé su consumación para el 10 de enero del 2025, hecho que le representa al país del norte, una sensible ventaja en el plano internacional. A buen entendedor, pocas palabras. Mientras tanto, el curso de la Corte Internacional de Justicia continúa con el proceso jurídico en aras de alcanzarse la justificada reversibilidad legal mediante la muy probable anulación de la sentencia del Laudo Arbitral de París de 1899, al igual que la definición de la línea fronteriza, bajo una inevitable observación y adaptación a la situación geopolítica, geoeconómica y geoestratégica que se maneja internacionalmente, en la que tácitamente deberá enlazarse quiera o no el citado organismo jurídico internacional, al Acuerdo de Ginebra de 1966.

La evolución en el tiempo de esta disputa territorial, ha conformado pragmáticamente la transformación de una realidad sustentada sobre una base llena de lodo desde 1899, que ha ido arrastrando conciencias y actuaciones empobrecidas sobre mentiras acumuladas de diferentes actores que se circunscriben al espacio geográfico británico, guyanés y parte de la comunidad internacional, que han actuado basados en las funciones que se han cumplido y las que se cumplen hoy en día, en las que han emergido multilateralmente, diferentes hechos que han estructurado la representación espectral de una complejidad particular, en la que se encuentra inmerso todo cuanto se ha interconectado con este litigio desde la firma del Acuerdo de Ginebra de 1966.

Hay en ello una razón muy profunda, relacionada con el contexto de la reversibilidad jurídica matemática del caso, en el que el conjunto de eventos ocurridos geohistóricamente, uno a uno, han conformado la suma de un grupo de acciones que se han querido manejar discretamente en el pasado, y aún hoy en día se manejan otras que continúan afectando al país, pero Venezuela también ha fallado en su inserción, silencio y manejos colaterales realizados, exacerbando el tema político por encima del interés nacional, por lo que la idea fundamental para salir de este dilema, estriba en la necesidad de sincerar cada una de las afectaciones que se están materializando con el silencio nacional, mientras Guyana sigue haciendo de las suyas, en las que “ni lava ni presta la batea”, por lo que es necesario desarrollar modelos de actuación que se correspondan a amplitudes de probabilidades exitosas y alineadas con la territorialidad, por las que “el sol que brilla sobre Venezuela, nace en nuestro Estado Guyana Esequiba”.

Por: C/A (r) Dr. José Chachati Ata

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3 comentarios en «Venezuela: Rumbo a la recuperación del Esequibo, Fase XXIV, Entrega 246»

  1. bueno el reportaje me gustaría obtenerlos todos para poderlos leer en donde los tienen publicados toda la serie correlativa gracias

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  2. Estimados amigos, se podrán dar cuenta que hoy no fue publicada la serie de entregas “Venezuela: Rumbo a la recuperación del Esequibo”, lamentablemente su redactor, el Dr. José Chachati Ata, falleció repentinamente el pasado jueves 12 de septiembre del presente año. Su profundo conocimiento del contexto geopolítico le permitía analizar todos los escenarios del diferendo con claridad y durante los últimos años semanalmente nutría nuestro deseo de conocer sobre la controversia, mediante la publicación de 246 artículos. Paz a sus restos.

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