Ciudadanía italiana vs decreto Tajani
Desde distintos puntos de Italia, los descendientes de migrantes italianos toman trenes, buses y hacen dedo para llegar a Roma. Se espera una jornada que se espera sea histórica en cuanto a participación de italianos con ciudadanía y otros aún no reconocidos.
Desde distintos puntos de Italia, los descendientes de migrantes italianos toman trenes, buses y hacen dedo para llegar a Roma. Se espera una jornada que se espera sea histórica en cuanto a participación de italianos con ciudadanía y otros aún no reconocidos.
Una movilización difícil pero importante
Este sábado a las 10 (hora de Roma) muchos italianos descendientes de emigrantes que aún no tienen la ciudadanía italiana y otros italianos que ya cuentan con la ciudadanía se reunirán para manifestarse. Quieren expresarle al Gobierno de Italia que el Decreto Ley 36 (Decreto Tajani) es inconstitucional, pero sobre todo es «injusto». Son italianos desde el nacimiento y quieren que Italia lo reconozca, como lo reconoció siempre, hasta ahora, sin límites de generaciones ni discriminación por lugar de nacimiento.
La apuesta es grande y arriesgada, los descendientes de ciudadanos están dispersos por todo el mundo y también por toda la geografía italiana. En muchos pueblos del país, pequeños grupos se encuentran tramitando su reconocimiento. Son luchadoras y emprendedores que cuentan cada peso y esperan poder regularizar definitivamente su situación.
Gastar en viajes o faltar a sus trabajos, no es algo fácil, pero saben que esto no es un paseo, es un momento histórico que recordarán toda su vida y del que le hablarán a sus hijos y a sus nietos: el día en que los italianos por descendencia le dijeron «hasta acá» al Gobierno. No tienen apoyo económico de nadie, y tampoco hubo mucho tiempo para organizar la logística. Sin colectivos ni lugares donde alojarse, los participantes hacen un enorme y valioso esfuerzo personal.
El encuentro está convocado para las 10 de la mañana del sábado 3 de mayo en la Plaza Campidoglio, en una zona clave de la ciudad de Roma donde están gran parte de los consulados y, casualmente, donde se encuentra la Iglesia Santa María la Mayor, donde reposan los restos de Francisco, el papa que más se comprometió con los migrantes. Quizás este sábado, al menos los más creyentes, se sientan un poco más acompañados en la lucha por sus derechos.
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Qué se espera de Campidoglio
Romina Cacciatore tiene 48 años. Actualmente vive en Ciudad Milazzo, en la provincia de Messina (Sicilia). En estos momentos se encuentra en Roma, a donde llegó luego de viajar en su automovil particular junto a su marido (el viaje le costó unos 700 euros entre combustible, peajes y alojamiento). Romina trabaja como gestora, acompañando en el trámite a otros descendientes, 4 de los cuales llegarán mañana temprano en tren a Roma.
Romina es una de las impulsoras de la manifestación de este 3 de mayo, y en Diálogo con InfoCivitano explicó por qué cree que es importante que todos los que puedan estén presentes. «Estar presentes en la manifestación de mañana es, ante todo, un acto de responsabilidad colectiva. El Decreto-Ley 36-2025 no es solo una medida administrativa: es un ataque directo al principio del ius sanguinis, que por generaciones ha permitido a millones de descendientes de italianos en todo el mundo reclamar una identidad que les pertenece por derecho. Negarlo ahora significa cerrar las puertas a una parte esencial de nuestra historia común».
«Participar es importante porque cada cuerpo en la calle cuenta. Es una forma de hacer visible la magnitud del rechazo social y político que esta medida está generando tanto dentro como fuera de Italia. Para quienes no tienen voz en el Parlamento, esta es la forma más directa de decir “existimos y no aceptamos que nos borren”.
En cuanto al impacto de la manifestación, Romina dice que esperan que esta manifestación sea «un punto de inflexión». «Esperamos que genere cobertura mediática, que abra espacio para el debate público, y que presione al Senado para rechazar o al menos modificar profundamente el decreto. Y en términos de asistencia, hay optimismo: organizaciones comunitarias, descendientes de italianos, ciudadanos, y también políticos comprometidos han confirmado su presencia. No será solo una protesta, será una afirmación de identidad, de historia y de derechos», agregó.
Camino a Roma por el derecho heredado de los abuelos
Fernando Suárez tiene 35 años y está en San Severino, en la región de Las Marcas. Juntó los 40 euros que sale su pasaje de ida y vuelta a Roma para viajar, solo, a la manifestación. Es lo que gasta de comida en una semana, pero sabe que es muy importante hacerlo. Es tataranieto de un italiano y sabe que este decreto le arrebata sus derechos a ser reconocido como lo que es, un italiano nacido en el exterior (tal como lo dice la ley y la jurisprudencia desde hace muchísimos años). «Creo que nos tenemos que hacer sentir, porque están haciendo un atropello a un derecho que adquirimos al nacer», explica.
Agustina Messano tiene 33 años y está en Bologna. Después de muchos años de reunir documentación y buscar actas, logró completar los requisitos para el reconocimiento de su ciudadanía italiana, que heredó de su tatarabuelo. Llegó a Italia en marzo y el 27, su abogada le dió sus documentos traducidos y apostillados para presentar en la Comuna. Ese mismo día, por la tarde, supo que el Gobierno Italiano no la reconocería como italiana y todo se le vino abajo.
Este sábado temprano, Agustina viajará a Roma temprano para participar de la marcha de los descendientes. «Tenemos que estar todos porque es importante para todos los que reclamamos este derecho. Nuestros ancestros emigraron a Sudamérica, y nosotros tenemos derecho a regresar, somos frutos de esos italianos, somos parte de Italia también», afirma.
Lorena Valletto y su primo Junior están en Badesi Sardegna, en la isla de Cerdeña. Desde allí viajarán esta tarde hasta Olbia para tomar un ferry y llegar a Civitavecchia cerca de las 6 de la mañana. Desde allí tomarán un tren a Roma. El viaje les cuesta a ambos cerca de 200 euros. «Yo soy nieta y junior bisnieto, a la espera de entregar la carpeta aún», explica.
Lorena dice que, para ella, asistir es importante porque «lo que nosotros estamos haciendo es lo mismo que hicieron nuestros antepasados. Queremos que nos den la oportunidad de pertenecer, que nos reconozcan como su sangre. El resto pueden dejarlo en nuestras manos porque si hay algo que sabe hacer el argentino es trabajar», dice emocionada. «Hace años que lucho por venir y vendí casi todo para poder viajar. Lo más importante es aprender a luchar, pacíficamente, pero todos unidos», dice con la voz quebrada.
Quienes no llegan a Roma, se las ingenian para hacerse oír
En Calabria, una de las regiones con mayor población de descendientes realizando trámites de ciudadanía, un grupo de residentes convocan a una manifestación en Reggio Calabria. Un grupo de participantes partirán desde Fiumefreddo (más precisamente desde el conocido bar L’Ancora), a las 13 para llevar la protesta contra el Decreto Tajani a la capital Calabresa.
La manifestación será de las 16 a las 18 en la Piazza Italia de Reggio Calabria. «Seremos descendientes de italianos todos unidos por un único objetivo», explica Andrea Ribeiro, una de las manifestantes.
Vigilia en Perú
En otras partes del mundo, los descendientes y ciudadanos italianos siguen atentos a los que va a ocurrir en Roma. En Lima, capital de Perú, un grupo de descendientes también realizarán una manifestación este viernes 2 de Mayo desde las 20:00 (hora de Lima). Bajo el slogan «Por nuestro derecho por ius sanguinis» El encuentro será en la sede de la Embajada de Italia en Perú, Av. Giuseppe Garibaldi 298, en la zona de Jesús María de la capital peruana.
Desde distintos puntos del planeta, se mira con atención lo que resulte de este día histórico. Quizás sea de esos en los que la gente pregunte «¿qué estabas haciendo vos ese día, en que los descendientes se rebelaron contra un gobierno que les quería quitar el derecho que le heredaron sus abuelos?».
Curadas / Vía INFOCIVITANO.COM
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