Veto a líneas aéreas profundiza el aislamiento de Venezuela y separa familias (+Testimonios)

La madrugada de este jueves encontró a cientos de venezolanos despiertos en distintos husos horarios por una misma razón: sus vuelos habían desaparecido del tablero.

La decisión del Gobierno de Nicolás Maduro de cancelar rutas y revocar concesiones a seis aerolíneas internacionales dejó a familias separadas, viajeros sin destino y aeropuertos convertidos en salas de espera prolongadas para una diáspora que ya vive con la movilidad restringida desde hace años.

En Buenos Aires, Mariela Ramírez abrió los ojos antes de que sonara el despertador. Lloró en silencio mientras leía la noticia que confirmaba su pesadilla.

Esperaba volver a Caracas el sábado para reunirse con su hijo mayor, sus nietos y el resto de su familia. “No sé cuándo me pueda ir. Aquí soy turista y ahora tengo que iniciar trámites mientras consigo cómo regresar”, dijo a Infobae.

Estaba en la capital argentina desde hacía tres meses visitando a su hijo menor, otro migrante de los millones que buscaron salir del país. Desde hace una semana vivía con la duda; esta madrugada la duda se volvió certeza.

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Rutas que desaparecen


En el este de Caracas, Carolina y Miguel dejaron las valijas abiertas en el piso del cuarto. Tenían boletos para viajar el 10 de diciembre a Madrid y conocer a su primer nieto.

El niño nació hace pocas semanas. “Nos quedamos con los regalos comprados, esperando saber si podremos salir”, contó Carolina a Infobae. Sus planes incluían un encuentro familiar con parientes dispersos por Europa, una reunión que ahora depende de decisiones ajenas a ellos.

Rafael, también con destino a España, había organizado su viaje para pasar las fiestas con su hija. La notificación de la suspensión llegó el lunes, en un mensaje breve. “Nos toca esperar y ver qué ocurre”, dijo.

Con la misma frase que repiten otros afectados, describió una escena que ya conocen quienes intentan cruzar fronteras desde o hacia Venezuela: vuelos que desaparecen, escalas que se cierran y rutas que se reducen al mínimo.


En Buenos Aires, María Carrasco revisaba los documentos de sus padres. Los había traído hace dos meses para que se alejaran de la tensión cotidiana en Venezuela. “Quería que vieran otra cosa, que descansaran. Allá siempre hay problemas con la luz, el agua, la economía”, explicó. Con la suspensión confirmada, volvió a revisar fechas, conexiones y opciones que cambian cada día.


Para Daniela Bustos, estudiante de Medicina de la Universidad de Buenos Aires, la noticia llegó mientras preparaba los exámenes finales. Tenía dos años sin volver a su casa y esta Navidad esperaba pasarla en Caracas junto a los suyos. “No puedo ir, ellos no pueden venir”, dijo. La imposibilidad del reencuentro se volvió el centro de su jornada.


En Madrid, la escena se repetía con otros acentos. Según reportó la cadena Colombiana NTN24, en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas veinte bailarines colombianos del colectivo Pueblo Latino duermen sobre mantas y valijas desde el 26 de noviembre.

Llegaron desde Miranda, Cauca, con una escala programada en Caracas. La suspensión de Estelar los dejó sin ruta, sin alojamiento y sin una fecha de salida. La aerolínea informó que mantendrá cancelada la conexión Madrid-Caracas-Madrid hasta el 1 de diciembre y ofreció reembolsos o reprogramaciones. Los bailarines pidieron apoyo a la Cancillería colombiana.

Se confirmó la revocación de las concesiones de Iberia, TAP, Avianca, Latam Colombia, Turkish Airlines y Gol. El Ministerio de Transporte y el Instituto Nacional de Aeronáutica Civil explicaron que el plazo de 48 horas otorgado a las aerolíneas venció sin que estas reanudaran sus vuelos.

Las compañías habían reducido o suspendido sus operaciones después de que la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos recomendara extremar precauciones al sobrevolar Venezuela y el sur del Caribe. España replicó la alerta a través de su autoridad aeronáutica.


En su programa semanal, transmitido por Venezolana de Televisión, Diosdado Cabello afirmó: “El Gobierno decide quién vuela y quién no”. También dijo: “Quédense ustedes con sus aviones y nosotros nos quedamos con nuestra dignidad”, al explicar la medida.

Una fuente del sector aeronáutico consultada por EFE señaló que esta decisión puede provocar respuestas recíprocas de los países afectados.

“Si un país suspende los derechos de tráfico de las aerolíneas de otro país, es muy probable que se tome una decisión recíproca”, afirmó. Recordó además que Venezuela ya figura entre los países menos conectados de la región después de años de reducción de rutas, restricciones financieras y problemas para repatriar fondos. La eliminación de derechos de tráfico, dijo, profundiza ese aislamiento.


La conectividad venezolana se sostiene con pocas compañías operativas, entre ellas Copa, Wingo, Boliviana de Aviación y Satena, mientras las aerolíneas locales Laser y Estelar dependen de alianzas con Plus Ultra e Iberojet para sostener vuelos a Europa. Esta semana también anunciaron suspensiones tras la recomendación de la autoridad española.

Los testimonios recogidos en distintos aeropuertos exponen el mismo escenario: padres que no pueden regresar a sus hogares, hijos que no logran reencontrarse con sus familias, viajeros que llevan años moviéndose entre países porque la migración masiva no deja otra opción. Ocho millones de venezolanos viven fuera del país, según organismos internacionales, y cada ajuste del régimen chavista en materia aérea repercute en una diáspora que necesita moverse para sostener vínculos, trabajos y estudios.

Con información de Infobae

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