El personal de salud en Venezuela no solo es vulnerable a la pandemia de coronavirus, por no tener implementos para su protección. También lo atacan otros males: ansiedad y depresión.
Así lo dio a conocer la ONG Médicos Unidos por Venezuela , a través de un estudio que revela que «el nivel de ansiedad y depresión es generalizado en los trabajadores de la salud venezolanos».
Carlos Tineo, miembro de la ONG, explicó que la investigación se hizo en agosto y determinó que 70% de los consultados tiene síntomas de ansiedad y depresión importantes.
“En Venezuela era esperable el aumento de síntomas de ansiedad y depresión en nuestro personal. Las condiciones deficientes de bioseguridad para los trabajadores de la salud. Estamos en una fase de crecimiento exponencial del contagio por COVID-19”, alertó Tineo en entrevista con El Nacional.
Destacó que «eso significa que es una población que requiere intervención psiquiátrica. Son personas que están en crisis. No es un diagnóstico, pero sí lo podemos inferir”, aclaró.
Lea también: Trump suspende negociación sobre ayudas para afectados por la COVID-19
El estudio indica que estos síntomas se presentan entre los profesionales jóvenes, con edades comprendidas entre 25 y 45 años. “Entre los 45 y 60 años hay mayor cantidad de síntomas, pero de menor intensidad”, afirmó.
Sostuvo que quienes «no están directamente enfrentados a la COVID-19 también presentan síntomas de ansiedad y depresión muy importantes. Si nuestros trabajadores no tienen condiciones, su capacidad laboral estará seriamente mermada”.
Asimismo, Jaime Lorenzo, director de Médicos por Venezuela, argumentó que «no siempre la acción de un psiquiatra tiene que ver con terapias o medicamentos. O que un paciente se deba hospitalizar en un centro especializado. Tiene que ver también con el acompañamiento”.
“Estos síntomas son una alerta porque eso va a condicionar la labor de los trabajadores de la salud. La fatiga, tanto física como mental, puede hacer que se incurra en errores de manipulación del paciente o en cumplir con las normas básicas de protección”, alertó.
El estudio se hizo sobre la base de 1.266 encuestas a trabajadores de la salud, tanto público como privados. Se interrogó a médicos, enfermeras, odontólogos, bioanalistas, personal administrativo y obrero.
Con información de El Nacional