Este nuevo episodio de #LosBuenosConAdi es un bálsamo para el alma, pero también un llamado de atención al amor propio, al respeto y la inclusión. Todos somos imperfectamente perfectos y debemos aceptarnos como tal.
¿Has escuchado el término dismelia? La dismelia comprende la ausencia o malformación de alguna extremidad del cuerpo. Vanessa nació sin su antebrazo izquierdo y desde pequeña ha tenido que lidiar con rechazos, discriminación, obstáculos, pero hoy, desde la paz que emana, habla con total amor y entendimiento de que todos los prejuicios parten del desconocimiento y por ello se debe educar al respecto.
“A veces las personas con una sola mirada pueden derrumbarlo a uno. Yo sufría y me sumía en eso. Yo era una dura para esconder mi brazo y me aburrí de eso. Me cansé de nos ser libre y de vivir otra vida”. Así recuerda Vanessa su transición a la aceptación. Una reflexión en un parque la llevó a cambiar su pensamiento y tomar las riendas de ser en cuerpo y alma.
Es esposa, madre de tres hijos, trabajadora incansable y fundadora de Imperfectamente perfectos, una organización que brinda apoyo, principalmente emocional, a niños, adolescentes y familias con este tipo de condición.
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Enseñarles a potenciar su ser, más allá de lo físico, demostrando que los límites solo están en la mente es la misión de Vanessa y eso la hace profundamente feliz.
Vanessa Gómez es una mujer hermosa. Irradia paz, irradia amor, irradia comprensión. No quiero extenderme a contar su historia, quiero que la veas y te dejes contagiar de tanto valor y determinación para salir adelante.
No me cabe la menor duda de que ella es uno de los buenos y está dejando huella positiva en cada corazón que sana.
Adiala Salas Bellorín en alianza con Curadas
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