Los relámpagos del Catatumbo una monstruosa fuente de energía

Vivimos días de fuertes tormentas en algunos puntos del planeta, con los fenómenos de gota fría habituales en esta época del año en áreas como el este de la Península Ibérica y de manera más grave con la tormenta tropical Ida en América.

Éstos son eventos meteorológicos más o menos cíclicos o bien repentinos, pero existe un fenómeno meteorológico que se da de manera local, asociado a la cuenca del lago de Maracaibo (Venezuela), y que consiste en una descarga brutal y continuada de truenos y relámpagos.

La asociación a ese lugar evidentemente no es casual: como ocurre con otros fenómenos meteorológicos, la orografía del área es determinante, concretamente por las cordilleras y la proximidad al Caribe. Ocurre de manera recurrente durante el año, especialmente entre los meses de abril y noviembre, y lo apodan «fábrica de ozono» (aunque el destino final del gas puede no ser el que pensemos).

Descargas eléctricas continuas y nubes kilométricas

Lago Maracaibo

Los relámpagos se producen por una gran diferencia de cargas entre la parte baja de las nubes (negativa) y la superficie y sus elementos (carga negativa), debido a que al llover hay fricciones y colisiones entre gotas de agua y partículas de huelo, y que se manifiesta de manera visible con un fuerte resplandor.

Este desequilibrio se soluciona vía rápida con la transferencia de electricidad (rayo), que suele provocar sonidos por los fenómenos de expansión y contracción del aire (trueno).

En lo referente al fenómeno del relámpago de Caratumbo (al que se refieren en plural y en singular según el criterio que considere cada investigador), lo que se produce es una serie de descargas eléctricas y relámpagos de manera continuada, entre nubes, de nube a tierra y de tierra a nube.

Como veíamos en el vídeo anterior a este párrafo, las descargas provienen de cumulonimbos, grandes nubes de entre 12 y 16 kilómetros de altura, concentradas sobre todo en la cuenca del río Catatumbo (de ahí el nombre).

Decíamos antes lo de la orografía porque la topografía y relieve del área del Catatumbo cumple para que se dé la tormenta perfecta (nunca mejor dicho). Tres lados del lago Maracaibo están rodeados de montañas (entre ellas las montañas de Perijá y la cordillera de Mérida, el ramal venezolano de los Andes), dejando una estrecha ventana al norte que se abre al golfo de Venezuela.

El golfo provee al lago de una masa bien templada de agua caribeña y esto se suma a la dosis de humedad que el calor tropical de la zona provoca en el mismo lago.

Por la tarde, llegan los vientos asociados a la corriente nocturna de bajo nivel de la cuenca del Lago de Maracaibo, cuando la evaporación es mayor, penetrando en la superficie y viéndose forzados por el contraste de masas de aire frío procedentes de las montañas a ascender.

Así se forman los cumulonimbos, de modo que cuando las gotas de agua de la masa de aire húmedo chocan con los cristales de hielo de la masa de aire frío, se produce esa diferencia de cargas que describíamos antes.

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