Un científico británico asegura que la desaparición de los seres humanos se contempla en un futuro cercano. Varios factores se combinan, estima, para emitir tan desalentador pronóstico.
La extinción de la humanidad. Un preocupante tema motivo perenne de discusión.
«Los humanos están condenados a extinguirse».
La lapidaria frase corresponde al científico inglés Henry Gee.
Glee se especializa en biología evolutiva y paleontología.
Editor del diario científico británico Nature, la revista estadounidense Sientific American publicó un artículo suyo con el polémico tópico.
La causa principal de su sentencia es la degradación del hábitat debido a que cada vez se cuenta con menos recursos
La extinción de la humanidad: Síntomas de una sentencia
Las causas de su disertación contemplan el declive de la fertilidad y la disminución de la tasa de natalidad por sobre la de mortalidad.
Asimismo, Gee habla de recursos genéticos limitados.
«Sospecho que la población humana está destinada no solo a la contracción sino al colapso y pronto», dice tajante el investigador.
«Si vamos a escribir sobre la extinción humana será mejor que comencemos a escribir ahora”, manifiesta en su amplia disertación.
Para el exponente las «señales ya están ahí para quienes deseen verlas».
Corrobora sus aseveraciones sobre la materia de discusiòn.
“Cuando el hábitat se degrada de tal manera que hay menos recursos para todos, cuando la fertilidad empieza a declinar, cuando la tasa de natalidad desciende por debajo de la tasa de mortalidad y cuando los recursos genéticos son limitados, el único camino es hacia abajo”.
La extinción de la humanidad: Mirando el futuro inmediato
Glee se dedica a desglosar cada uno de los conceptos involucrados en el cuerpo de ideas que amplía.
El paleontólogo explica en sus líneas de investigación que aunque la población aumenta, esa tasa de incremento ha venido experimentando una reducción a la mitad desde el año 1968.
Igualmente, según los señalamientos del biólogo difundidos por Scientific American, predomina un consenso general en que la población alcanzará su punto máximo en algún momento del siglo en curso.
Indica que después de ese episodio, comenzará a decaer de forma drástica.
«Tan pronto como en 2100, el tamaño de la población mundial podría ser menor de lo que es ahora».

La extinción de la humanidad: Merma la tasa de natalidad
«En la mayoría de los países, incluidos los más pobres, la tasa de natalidad está ahora muy por debajo de la tasa de mortalidad», confirma Gee.
El hombre de ciencia plantea en su cuerpo de ideas que «en algunos países la población pronto será la mitad del actual».
«La gente ahora está es preocupada por la subpoblación», subraya el investigador del Reino Unido.
El hombre de ciencia expresó que las especies de mamíferos tienden a aparecer y desaparecer con bastante rapideez.
«Apareciendo, floreciendo y desapareciendo en un millón de años aproximadamente», completó.
Gee anexa en sus deliberaciones una posible extinción del Homo sapiens a su falta de variación genética.
El declarante vierte sus argumentos en la búsqueda de la verdad.

La extinción de la humanidad: Amenaza que se reitera
«El registro fósil indica que el Homo sapiens existió durante 315.000 años aproximadamente, pero durante la mayor parte de ese tiempo la especie fue rara, tan rara que estuvo cerca de la extinción quizás más de una vez».
Añade que «así se sembraron las semillas de la ruina de la humanidad: la población actual creció muy rápidamente desde algo mucho más pequeño».
«El resultado es que, como especie, Homo sapiens es extraordinariamente similar», asevera.
Enuncia que hay más variación genética en unos pocos grupos de chimpancés salvajes que en toda la población humana.
«La falta de variación genética nunca es buena para la supervivencia de las especies”, dice.
Alude que durante las últimas décadas disminuyó «enormemente» la calidad de los espermatozoides humanos.
Este elemento, recalca, posiblemente condujo a tasas de natalidad muy bajas por razones que todavía buscan establecerse.

La extinción de la humanidad: Contaminación, estrés y otras menudencias
«La contaminación, un subproducto de la degradación humana del medio ambiente, es un factor posible. Otro podría ser el estrés, que sugiero podría desencadenarse al vivir cerca de otras personas durante un período prolongado», plantea Gee.
En la mayor parte de la evolución humana, recuerda, la gente viajaba liviana en bandas dispersas. El hábito de vivir en las ciudades prácticamente uno encima del otro es un hábito muy reciente.
También considera que otra razón que puede influir en la desaceleración del crecimiento demográfico es la económica, que incluso postergaría la decisión de tener hijos.
Para el diplomado el «Homo sapiens ya secuestra entre 25 % y 40 % de la productividad primaria neta, es decir, la materia orgánica que las plantas crean a partir del aire, el agua y la luz solar».
Tal situación «además de ser una mala noticia para las millones de otras especies de nuestro planeta que dependen de este asunto, podría estar teniendo efectos nocivos sobre las perspectivas económicas humanas».
Actualmente, se conoce, las personas suelen trabajar más para conservar el nivel de vida de sus padres.
Esto refuerza una creciente evidencia de que la «productividad económica se ha estancado o incluso disminuido a escala mundial en los últimos dos decenios».

Emancipación en diversas presentaciones
Podría ser que los individuos están postergando la posibilidad de tener descendencia por tanto tiempo que arriesgan su propia fertilidad, determina el especialista.
“Un factor adicional en la reducción de la tasa de crecimiento de la población es algo que solo puede considerarse como del todo bienvenido y desde hace mucho tiempo: la emancipación económica, reproductiva y política de la mujer”, opina Henry Gee.
Dicha incidencia se inició hace poco más de un siglo. En los actuales momentos duplicó la población activa y mejoró tanto el nivel educativo como la longevidad y el potencial de los humanos.
El autor considera que «con una mejor anticoncepción y una mejor atención de la salud, las mujeres no necesitan tener tantos hijos para asegurarse de que al menos algunos sobreviven a los peligros de la primera infancia».
Pero procrear menos hijos y hacerlo más tarde, advierte, significa que es probable que la población se reduzca.

«Deuda de extinción»
También habla de la amenaza de la «deuda de extinción»: “llega un momento en el progreso de cualquier especie, incluso las que parecen prosperar, en el que la extinción será inevitable, sin importar lo que puedan hacer para evitarla», destaca.
Asimismo, el autor detalla que la causa de la extinciòn suele ser una reacción tardía a la pérdida de hábitat.
«Las especies que corren mayor riesgo son aquellas que dominan parcelas de hábitat particulares a expensas de otras que tienden a migrar a otros lugares y por lo tanto están más dispersas».
Por ello el científico inglés Henry Gee destaca que los seres humanos ocupan más o menos todo el planeta.
«Con el secuestro de una gran parte de la productividad de este parche de hábitat a nivel planetario, somos dominantes dentro de él».
«Por tanto, Homo sapiens podría ser ya una especie muerta andante”, es su veredicto.
Tomado de El País, El Cronista, El Nacional.
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