A una semana de la Navidad se multiplican nuevamente las restricciones en el mundo ante la variante ómicron de covid-19, con la cancelación de festividades o el cierre de sitios culturales, mientras crece la presión sobre los no vacunados.
La variante, identificada un mes atrás en Sudáfrica, ha sido detectada en cerca de 80 países y avanza aceleradamente en Europa, donde podría convertirse en dominante para mediados de enero, según la Comisión Europea.
Varios países europeos reforzaron las medidas sanitarias al acercarse las fiestas de fin de año o están a punto de hacerlo.
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