A medida que esta generación se haga mayor y la fertilidad caiga más, la tasa de crecimiento seguirá ralentizándose.
La sobrepoblación: hablemos del crecimiento demográfico.
En toda nuestra historia nunca ha habido tanta gente en la Tierra.
Las cifras se ha disparado y hemos pasado de mil millones en 1800, 2.300 millones en 1940, 3.700 millones en 1970 a 7.800 millones en 2020.
Si la población mundial se ha cuadruplicado en el último siglo, ¿qué pasará el próximo?
¿Y qué significa ese crecimiento para nuestro futuro?
¿Habrá migraciones en masa? ¿Continentes cubiertos de suburbios superpoblados en megaciudades?
¿Enfermedades y contaminación, caos y violencia por la energía, el agua y la comida?
¿Una humanidad pendiente solo de sobrevivir?
¿El crecimiento de la población destruirá nuestro estilo de vida o se trata de un pronóstico tremendista sin base alguna?
La sobrepoblación: Natalidad y explosión demográfica
En la década de 1960 la tasa de crecimiento alcanzó una cifra récord que provocó profecías apocalípticas.
Los pobres procrearían sin medida y se apoderarían del mundo desarrollado.
Y así nació la leyenda de la sobrepoblación.
Pero resulta que las tasas de natalidad alta y las explosiones demográficas no son características permanentes de algunas culturas o países, sino más bien parte de un proceso de cuatro etapas por el que atraviesa todo el mundo: la transiciòn demográfica.
La mayoría de los países desarrollados ya la han pasado, mientras que otros países lo hacen en este momento.
La sobrepoblación: Se cuenta por etapas
Volvamos al siglo XVIII cuando todo el mundo, incluida Europa, estaba en la primera etapa de la transición demográfica.
Para los estándares actuales Europa estaba mucho peor que una región en desarrollo, y soportaba malas condiciones higiénicas, alimentarias y médicas.
Nacía mucha gente pero muchos morían igual de rápido, así que la población apenas crecía.
Las mujeres tenían entre 4 y 6 hijos, pero solo dos de ellos llegaban a adultos.
Después en el Reino Unido se produjo la Revolución Industrial y con ella el mayor cambio en las condiciones de vida desde la revolución agrícola.
Las personas pasaron de campesinos a trabajadores.
Los productos manufacturados se fabricaban en masa y eran asequibles.
Las ciencias florecieron y lograron avances en el transporte, las comunicaciones y la medicina.
El papel de la mujer en la sociedad cambió y se crearon las condiciones para su emancipación.
Lentamente, además de formarse una clase media, el progreso económico aumentó los estándares de vida y atención sanitaria de los trabajadores pobres.
La sobrepoblación: La gente ya no moría a cada rato
Y comenzó la segunda etapa de la transición.
Con una alimentación, higiene y medicina mejores la gente ya no se moría a cada rato, especialmente cuando eran muy jóvenes.
El resultado fue una explosión demográfica con la que el Reino Unido dobló su población entre 1750 y 1850.
El motivo principal por el que las familias tenían muchos hijos era que pocos sobrevivían normalmente.
Una vez que eso cambió se inició la tercera etapa de la transición. Se dejaron de concebir tantos bebés y el crecimiento demográfico se ralentizó.
Al final llegó el equilibrio: morían menos personas y nacían menos niños. De modo que las tasas de mortalidad y nacimiento se estabilizaron.
El Reino Unido había alcanzado la cuarta etapa de la transición demográfica.
La sobrepoblación: Realidades y tasas
Esto sucedió también en otros lugares y cada vez más países recorrieron las cuatro etapas.
Primera, muchos nacimientos y muertes por las malas condiciones de vida.
Segunda, mejores condiciones de vida que llevan a menos muertes y explosión demográfica.
Tercera, menos muertes que se traducen en menos nacimientos y fin del crecimiento demográfico.
Pero, si las tasas de nacimiento han caído tanto, ¿por qué la población sigue creciendo tan de prisa?
Los niños nacidos en la explosión demográfica de los 70 y 80 ahora se están convirtiendo en padres y por ello se ha producido un importante pico de población.
Pero como media tienen muchos menos hijos que sus padres.
Hoy la media es de 2,5 cuando hace 40 años era de 5.
Así a medida que esta generación se haga mayor y la fertilidad caiga más, la tasa de crecimiento demográfico seguirá ralentizándose.
Es algo que se cumple en todos los países.
En Occidente se tiende a subestimar el progreso en otras regiones del mundo, pero lo cierto es que en la mayoría ya se ha alcanzado la cuarta etapa.
Algunos ejemplos
Fijémonos en Bangladesh: en 1971 las mujeres tenían una media de 7 hijos aunque el 25 % moría antes de cumplir los 5.
En 2015 la tasa de mortalidad había bajado hasta el 3,8 % y las mujeres solo tenían 2,2 hijos como media.
Es la regla no una excepción.
Occidente no es especial, solo empezó antes.
A los países desarrollados les ha costado unos 80 años reducir la fertilidad de más de 6 hijos a menos de 3.
Otros lo están consiguiendo rápidamente.
Malasia y Sudáfrica en 34 años, Bangladesh en 20, e Irán en solo 10 años.
Todo estos países que ha superado la transición no han tenido que comenzar de cero y cuantro más apoyo reciben antes lo consiguen.
Por eso son importantes los programas para reducir la mortalidad infantil o ayudar al desarrollo de las naciones pobres.
Escenario deseable
No importa la motivación. Ya se sueña con un mundo en el que todos seamos libres y ricos o se quiere evitar las avalanchas de refugiados .
La simple realidad es que a todos nos beneficia personalmente que la gente viva bien en todas las partes del planeta.
Y lo estamos consiguiendo: el porcentaje de personas extremadamente pobres nunca ha sido tan bajo como hoy.
Por eso el futuro del crecimiento de la población mundial no es en realidad una profecía apocalíptica sino una promesa.
El crecimiento de la población terminará.
La Organización de las Naciones Unidas prevé que nunca alcancemos los 12 mil millones de habitantes.
Y a medida que aumente el nivel de desarrollo del mundo, el número de personas con más educación se multiplicará por 10.
Y los países que solían estar necesitados ayudarán a a avanzar en el desarrollo.
Más personas significan más individuos para poder avanzar como especie.
Tomado de En Pocas Palabras Kurzgesagt.
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