Se está produciendo una revolución silenciosa en la comprensión que tenemos de la forma en que envejecemos. Puede que envejecer no sea inevitable y un día puede incluso ser reversible
Retrasar ese momento desde ahora está al alcance de todos. Puede consistir simple y llanamente en algo tan fácil como comer más verduras.
Pero realmente, ¿Qué es envejecer? Este tema se ha convertido en el objeto de acalorados debates entre científicos. Algunos lo consideran un proceso inevitable que sólo puede retrasarse posponiendo todo lo posible enfermedades relacionadas con el envejecimiento. Otros lo ven como un proceso biológico específico que quizá algún día logremos frenar.
Durante décadas se pensó que el envejecimiento era una manera de deshacerse de una generación de personas que ya se habían reproducido y que por lo tanto ya no tenían ninguna utilidad para la supervivencia de la especie. Pero en 1956 el científico americano Dr. Denham Harmon elaboró la teoría de que el envejecimiento no era meramente una señal de que se nos agotaba el tiempo, sino el resultado de la acumulación de alteraciones en el cuerpo. Y estas alteraciones están causadas por la acción de unas moléculas inestables llamadas radicales libres.
Los radicales libres son subproductos resultantes de las funciones corporales diarias, respirar, comer y beber, que son «inestables» porque carecen de un electrón, por eso se abren paso a través de nuestro organismo en busca de electrones sobrantes para unirse a ellos. En un estado óptimo de salud, el cuerpo logra deshacerse de ellos haciéndolos inofensivos. Pero si las capacidades de regeneración del cuerpo se ven debilitadas, los radicales libres y el daño que causan pueden acumularse produciendo el deterioro de músculos y de huesos, la reducción de la elasticidad de la piel, pérdida de visión y de audición, y reacciones mentales más lentas. Todo lo que asociamos con envejecer. Pero esto se puede retrasar con la ingesta de más alimentos vegetales que contienen antioxidantes capaces de unirse a los radicales libres haciéndolos inofensivos.
Una Buena Idea…
¿Cuál es la manera más sencilla de añadir más años saludables a tu vida? Bebe más agua. Bebe más de cinco vasos de agua al día y reducirás a la mitad el riesgo de padecer algunos tipos de cáncer. Según una reciente encuesta, la mayoría de nosotros bebemos menos de cuatro vasos de agua al día. ¿Por qué no compras una jarra con filtro incorporado que quepa en el frigorífico? Así tendrás siempre a mano agua fresquita y de sabor estupendo. Intenta tomar dos litros (alrededor de diez vasos) de agua al día.
Una de las teorías del envejecimiento más recientes es la teoría del entrecruzamiento o de la glicosilación. Tiene que ver con la forma en que la glucosa (azúcar) se une a la proteína, causando daños. Se piensa que gran parte del envejecimiento de la piel y de los problemas de corazón tienen que ver con el entrecruzamiento. Una explicación es que los azúcares al enlazarse al ADN pueden causar alteraciones que originan células malformadas y finalmente cáncer. Se cree que el exceso de entrecruzamiento es la razón por la cual las personas con diabetes (que con frecuencia tienen cantidades excesivas de glucosa en el cuerpo) tienden a envejecer más deprisa. Así que el simple hecho de reducir el consumo de azúcar en tu dieta puede ayudarte a mantenerte joven durante más tiempo.
La Frase:
«El viejo se lo cree todo; el maduro sospecha de todo; el joven lo sabe todo».
Oscar Wilde
Últimamente hemos aprendido más sobre el papel que el ADN juega en el viaje hacia la senectud. El ADN es un programa de vida personalizado que ha pasado a nosotros procedente de nuestros padres. Significa que nacemos con un código único y una tendencia predeterminada a ciertos tipos de funcionamientos físicos y mentales que regulan el ritmo al que envejecemos.
Otra Idea Más…
A pesar de su nombre, los radicales libres no son prisioneros políticos fugitivos, sino tu mayor enemigo en la guerra contra el envejecimiento. Lee más sobre cómo mantenerlos a raya aquí en Curadas en nuestro artículo sobre los radicales libres, haciendo clic AQUÍ
En estos días no pasa ni una semana sin que un titular con la palabra «Gen» aparezca en los periódicos: «Investigadores hayan el gen del cáncer de mama», «Aislado el gen de cáncer de colon». Esto ha proporcionado una nueva excusa a todos los fatalistas que hay entre nosotros para decidir no elegir un estilo de vida saludable escudándose en el «¿De qué sirve? De cualquier forma todo está escrito en los genes». Es el equivalente actual del conocido «Para dos días que vamos a vivir». Sí, los científicos han descubierto que las mutaciones genéticas que ocurren en las que se conocen como las células de la «línea de gérmenes», las que se convierten en el óvulo y el esperma, pueden pasar de padre a hijo, creando un riesgo más elevado de desarrollar ciertas enfermedades. Y es sin duda alguna cierto que una comprensión más profunda del ADN tendrá efectos aún mayores en nuestra salud en el futuro. Pero también es importante conservar la perspectiva. La mayor parte de las enfermedades son causadas por factores ambientales (por ejemplo, el estilo de vida) más que por los genes. En el cáncer de mama, por poner un ejemplo, se piensa que la predisposición genética tiene que ver en menos del 4% de los casos. Heredar un gen que eleva el riesgo de desarrollar una determinada enfermedad no quiere decir que estés predestinado a padecerla.
La Frase:
«De la misma manera en que podemos influir en cuál será la vida útil de un coche en función de lo bien o mal que conduzcamos y de cómo lo mantengamos, también podemos influir en el envejecimiento de nuestro cuerpo según lo bien o mal que cuidemos de él».
Dr. Tom Kirkwood, el experto número uno en longevidad del Reino Unido
Científicos de todo el mundo estudian estas y otras muchas teorías con la esperanza de que algún día encontraremos una fórmula infalible para detener el proceso de envejecimiento. Pero hasta ese día hay muchas cosas que puedes hacer para alterar el ritmo al que envejeces, simplemente haciendo pequeños ajustes en la manera en que vives.
La Frase
«La vejez es la cosa más inesperada que le puede ocurrir a una persona».
Leon Trotsky
Tomado de: «Cómo envejecemos» por: Sally Brown. En: Vive más y Mejor. Técnicas anti-ageing para conservar la salud y la juventud, de la colección 52 Ideas Brillantes de la Editorial Nowtilus, Madrid 2005.