Panamá, por medio de su presidente, Laurentino Cortizo, anunció el viernes que el gobierno considerará pedirle a Estados Unidos «algún tipo de compensación» por la invasión militar de 1989 para sacar del poder al ex dictador Manuel Antonio Noriega. «Esto es un tema a considerar», dijo cuando un periodista preguntó si el gobierno se quejaría de una disculpa o una compensación de Washington. Sin embargo, señaló que Panamá tiene «una relación fluida con los Estados Unidos», poco antes de depositar una corona de flores en el cementerio Jardim da Paz en la ciudad de Panamá.
Estados Unidos es el principal socio comercial y diplomático de Panamá, donde construyó en 1914 el canal interoceánico que dirigió hasta que se convirtió en panameño el 31 de diciembre de 1999. «Esto no debe analizarse, porque el día que invadieron Panamá no fue así. Simplemente irrumpieron y no preguntaron si tanta gente moriría como ellos murieron, eso debe ser requerido», dijo Kathy Liynch, cuyo padre militar murió en la redada.
El 20 de diciembre de 1989, más de 27,000 soldados estadounidenses irrumpieron en Panamá para derrocar a Noriega (1983-1989), denunciado por un tribunal de Miami por tráfico de drogas. Oficialmente, hubo alrededor de 500 muertos, aunque algunas organizaciones citan a miles. Se desconoce el número total de personas desaparecidas. «Esta invasión ha dejado una herida en nuestra sociedad, pero es hora de comenzar a sanarla. Nadie puede negar la cantidad de muertos, heridos y desaparecidos», dijo Cortizo.
El año pasado, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) designó a Estados Unidos como responsable de las «violaciones de los derechos humanos» y pidió a Washington que «compense completamente» a las víctimas. «La mayoría de los muertos no son parte del conflicto y de repente, debido a los caprichos del destino y la decisión de otros, estuvieron involucrados», dijo Juan Planells, presidente de la comisión del gobierno panameño que investiga la invasión.
Noriega finalmente se rindió al enemigo el 3 de enero de 1990, después de refugiarse en la Nunciatura. Más tarde fue arrestado por tráfico de drogas, lavado de dinero y la desaparición de opositores en los Estados Unidos, Francia y Panamá, donde murió en 2017.
Redacción Curadas.
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