La la ONG Provea publicó este lunes un trabajo relacionado con un informe de la Comisión Económica para América Latina y El Caribe de Naciones Unidas (CEPAL) advirtió que la pandemia COVID-19 generará profundas consecuencias en la economía de la región y Venezuela será el país más afectado y se convertirá en el más pobres, tras el coronavirus.
Provea aclara que, aunque Venezuela -por no ofrecer datos oficiales- no fue incluida directamente en el reporte, los datos de CEPAL permiten afirmar que «nuestro país estará en el trending topic de los más pobres del continente. El país gobernado por los “bolivarianos” supera a casi todos».
La ONG recordó que «en materia económica y social los resultados de la administración Nicolás Maduro han sido nefastos. Venezuela es un país con una economía devastada, que durante seis años consecutivos ha sufrido una caída acumulada de 70% de su producción interna, y que enfrenta un séptimo año con perspectivas de continuar una caída superior al 15% según ha dicho la CEPAL, una de las mayores contracciones registradas en las últimas décadas a nivel mundial y que ocasionará más destrucción a la deteriorada capacidad productiva del país».
Radiografía de la región
CEPAL había previsto un contexto de bajo crecimiento en el sub-continente, previo a la aparición del coronavirus, y advirtió que la aparición de la enfermedad y las medidas para evitar su propagación incrementarían la desigualdad y la vulnerabilidad de sectores de la población, entorpeciendo los esfuerzos para reducir la pobreza.
“Las medidas de cuarentena y distanciamiento físico, necesarias para frenar la propagación acelerada del coronavirus y salvar vidas, generan pérdidas de empleo (en 2020 habría 11,6 millones de desocupados más que en 2019) y reducen los ingresos laborales de las personas y de los hogares. La pérdida de ingresos afecta sobre todo a los amplios estratos de población que se encuentran en situación de pobreza y vulnerabilidad, así como a las personas que trabajan en actividades más expuestas a despidos y reducciones salariales y, en general, en condiciones de precariedad laboral”, afirmó el órgano en un informe publicado en mayo de este año.
En el reporte, CEPAL enfatiza en la precariedad de los mercados laborales latinoamericanos y en la elevada proporción de empleos informales (53,1% según la Organización Internacional del Trabajo) destacando que los efectos de la medidas para enfrentar la pandemia surtirán un penoso efecto sobre las economías familiares.
CEPAL, prevé una caída de 5,3% en el Producto Interno Bruto de América Latina y El Caribe, y un aumento del desempleo de 3,4%. Según el órgano, para 2020 la pobreza en América Latina aumentaría “al menos 4,4 puntos porcentuales (28,7 millones de personas adicionales) con respecto al año previo, por lo que alcanzaría a un total de 214,7 millones de personas (el 34,7% de la población de la región”.
Las proyecciones de CEPAL sobre el crecimiento de la pobreza en América Latina post COVID-19, reflejan datos desalentadores.
México, Nicaragua y Ecuador, serán los países que experimentarán mayores incrementos de la pobreza durante 2020. En el escenario “alto” de CEPAL, el país gobernado por Andrés Manuel López Obrador alcanzaría, al cierre de año, 17,1% de pobreza extrema y 48,9% de pobreza no extrema. Según CEPAL, un escenario de crecimiento elevado de la pobreza, condenará al 66% de los mexicanos a la pobreza.
Con información de Provea
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