Amén, por Carolina Espada
El rabito del ojo se inventó para que Altagracia viera como el desconocido desempaquetaba un pancito arábigo y murmurara una oración ininteligible.
El rabito del ojo se inventó para que Altagracia viera como el desconocido desempaquetaba un pancito arábigo y murmurara una oración ininteligible.