Las costureras bolivianas en Brasil se rebelan contra las jornadas de 17 horas
Jornadas de 17 horas, ningún día de descanso y el pago de 1,50 reales (30 centavos de dólar) la prenda. Esas fueron las condiciones de trabajo a las que se sometió Dilma Chilaca al llegar a Brasil. “Cuando uno no tiene nada, tiene que callar”, dice.