Anarquista, extranjero y, por último, genio: las etiquetas que le puso Francia a Pablo Picasso
El pintor Pablo Picasso pisó por primera vez París en 1900, cuando en Francia se le veía como un anarquista y extranjero que no sabía el idioma, unos años más tarde se asentó en el país galo y se le puso otras etiquetas, como vanguardista y comunista, lo que le impidió hacerse con la nacionalidad francesa.