Nick y Carola… y el GBU-75 por Carolina Espada
Nicomedes Pernía nació sin corazón en el pecho (y no tiene la culpa de ser así), lo que lo salva es su extraordinario cerebro. Una materia rosa-grisácea bien oxigenada y de lujo total. Nicomedes discierne con absoluta propiedad, pero no solo eso, es tal el cúmulo de información que maneja (y que investiga y correlaciona y almacena) que sabe más que pescado frito.