La partería ancestral en Colombia, un “servicio humanitario” frente a la desidia estatal
Pacha Pasmo ha atendido 8.000 partos y ningún bebé ha muerto en sus manos. Recibe más nacimientos en su ‘nicho’, una consulta adyacente a su casa, que en el centro de salud de Istmina, un bullicioso pueblo del Chocó, en el Pacífico de Colombia, donde la partería es un garante de vida para las mujeres.
