Sin Fuerzas Armadas no hay Estado – por Ángel Alberto Bellorín
No hay Fuerza Armada sin disciplina, no hay disciplina sin ley; no hay ley si el jefe de esa fuerza disciplinada y obediente no la respeta y no la hace respetar.
No hay Fuerza Armada sin disciplina, no hay disciplina sin ley; no hay ley si el jefe de esa fuerza disciplinada y obediente no la respeta y no la hace respetar.