El síndrome del edificio enfermo es un conjunto de enfermedades que sufren los ocupantes de un edificio por la contaminación del aire del edificio.
Es una de las consecuencias derivadas de la ingeniería y la arquitectura vanguardista
Las plantas diáfanas, con cristales que se prolongan desde el suelo hasta el techo herméticamente cerradas
Un compendio de síntomas pueden ser producidos por un síndrome que ha cumplido más de un cuarto de siglo: el síndrome del edificio enfermo.
Asma, bronquitis, erupciones cutáneas, alergias respiratorias, náuseas, vértigos, fatiga mental y somnolencia.
El edificio no está enfermo, se enferma la gente que lo usa.
Además de estos síntomas, existe una enfermedad que se produce en el contexto de un edificio enfermo: la lipoatrofia semicircular.
Esta se caracteriza por pérdida de tejido graso bajo la piel y manchas u hoyuelos a nivel de glúteos y muslos.
Se debe a la exposición a campos electromagnéticos, electricidad estática y a la falta de humedad.
Mala ventilación y cargas eléctricas
Fue en 1982 cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) definió el síndrome del edificio enfermo.
Lo identificó como un conjunto de molestias y enfermedades ocasionadas por la mala ventilación, la descompensación térmica, las cargas iónicas y electromagnéticas. Así como las partículas en suspensión y vapores de origen químico y bioaerosoles.
Posibles causas del Síndrome del Edificio Enfermo
Los factores que contribuyen al síndrome se relacionan al diseño del ambiente construido, y puede incluir combinaciones de algunos o a todas las siguientes causas:
Contaminación del aire.
Perfumes artificiales.
Pobre o inapropiada e incluso excesiva iluminación. Porque la excesiva iluminación genera reflejos en las pantallas de trabajo.
Ausencia de luz natural. Desempeñar actividades con iluminación 100% artificial genera fatiga visual.
Pobre calentamiento o enfriamiento de las estancias y / o ventilación.
Mal posicionamiento de los sistemas de calefacción y aire acondicionado.
Mala acústica.
Contaminación química.
Contaminación biológica.
Continúe leyendo esta interesante noticia en ABC ciencia
Te puede interesar: Anna Devís y Daniel Rueda, arquitectos que convierten en arte lo cotidiano