El índice glucémico mide la rapidez con la que los hidratos de carbono pasan a la sangre en forma de glucosa tras ser digeridos
Cuanto más rápido se realice este proceso, más pronunciados serán los picos de azúcar en sangre
Para establecer el índice glucémico de un alimento, se recurre a voluntarios que tras un ayuno nocturno se miden la glucemia después de comer ese alimento.
La cantidad de alimento tiene que ser tal que proporcione 50 gramos de carbohidrato disponible biológicamente.
Las medidas de la glucemia se realizan a intervalos de tiempo previamente establecidos, hasta un máximo de 120-180 minutos.
Tales medidas se comparan con las de un producto de referencia, como la glucosa o el pan blanco (50 g), al que se le asigna arbitrariamente un índice 100.
El cociente entre las áreas de las respectivas curvas se denomina índice glucémico.
La velocidad con la que los hidratos de carbono de los alimentos aumentan nuestros niveles de glucosa en la sangre afecta a todo el organismo
Y a enfermedades como ictus, alzhéimer, depresión o epilepsia. La clave está en saber elegir lo que comemos.
Somos lo que comemos
Esta sentencia, pronunciada en el año 1850 por el filósofo alemán Ludwing Feuerbach, cada vez está respaldada por una mayor evidencia científica.
Así, algunos de los grandes problemas de salud que afectan a buena parte de la población (obesidad, diabetes, cáncer, enfermedades cardiovasculares) tienen su origen o detonante en una dieta poco saludable.
Esto es, abundante en calorías, hidratos de carbono refinados, exceso de grasas, pobre en fibras, etc.
Por tanto, la intervención dietética es uno de los pilares fundamentales del tratamiento (y de la prevención) de esos trastornos.
Existen numerosas propuestas nutricionales con una finalidad terapéutica. Entre ellas se encuentra la del índice glucémico (IG) de los alimentos, formulado por el Dr. David Jenkin, en 1981.
El IG se aplica a los alimentos que contienen carbohidratos como el pan, la pasta, las frutas, los zumos, las legumbres…
Y mide la velocidad con la que aumenta el nivel de glucosa en la sangre después de su consumo.
En función de esa rapidez, se clasifican en IG bajo (de 1 a 55), medio (56-69) y alto (a partir de 70).
Cuanto más bajo, mejor
No es un valor fijo. Varía de una persona a otra y también según se cocine el producto. Pero indica si los alimentos tienen un alto contenido en azúcar o harinas refinadas.
Es decir, si son muy elaborados y, por tanto, más o menos saludables.
Por tanto, lo deseable es que la dieta contenga alimentos con un IG bajo para mantener normales las cifras de glucosa, colesterol y triglicéridos en la sangre. Pero también para favorecer la sensación de hambre y reducir la ingesta.
Pero el cuerpo no es el único que se beneficia de una dieta de índice glucémico bajo
Investigadores de las universidades de Ohio y de Borgoña han encontrado que el cerebro también gana.
Concretamente, se reduce el impacto de enfermedades como alzhéimer, ictus, depresión o epilepsia, según describen en un artículo publicado en la revista ‘Nutrients’.
Cada vez existe más evidencia sobre la importancia de la nutrición en las alteraciones y, por lo tanto, en su mejoría.
Y las dietas de índice glucémico bajo se usan para mejorar la función cognitiva, pero también algunos síntomas de demencia, depresión o alzhéimer.
Hasta aquí tomado de ALIMENTE
Atención: Glicémico y glucémico no son lo mismo
Glicémico y glucémico no son lo mismo.
La palabra glicémico se refiere al azúcar en la sangre, mientras que la palabra glucémico se refiere a la glucosa, que es un tipo de azúcar.
Por lo tanto, el índice glucémico es una medida de cómo un alimento afecta los niveles de azúcar en la sangre, mientras que la carga glucémica es una medida de la cantidad de glucosa que se consume en una comida.
El índice glucémico de un alimento se mide en una escala de 0 a 100, siendo 100 la glucosa pura.
Los alimentos con un índice glucémico alto (más de 70) hacen que los niveles de azúcar en la sangre aumenten rápidamente.
Los alimentos con un índice glucémico bajo (menos de 55) hacen que los niveles de azúcar en la sangre aumenten lentamente.
La carga glucémica de una comida se calcula multiplicando el índice glucémico de un alimento por la cantidad de carbohidratos que contiene.
Las comidas con una carga glucémica alta (más de 20) hacen que los niveles de azúcar en la sangre aumenten rápidamente.
Las comidas con una carga glucémica baja (menos de 10) hacen que los niveles de azúcar en la sangre aumenten lentamente.
Si tienes diabetes, es importante que elijas alimentos con un índice glucémico bajo y una carga glucémica baja. Esto te ayudará a controlar tus niveles de azúcar en la sangre.
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