Hacer amigos en la madurez: nunca es tarde cuando la dicha es buena

Es muy buena idea hacer nuevos amigos en la madurez.

Es un excelente reto que nos podemos plantear a partir de los 40 años de edad. No se trata de olvidar a nuestras amistades de siempre. El objetivo es integrar gente nueva.

Dejar de hacer amigos en la madurez es una actitud inconsciente e involuntaria, muchas veces relacionada con la salida de los hijos del seno doméstico, el cambio de rutinas, la jubilación, una mudanza o cambios de hogar, el divorcio, la viudez.

El caso es que las relaciones sociales son fundamentales para tener calidad de vida y los amigos enriquecen nuestra vida.

En el Reino Unido la organización Realte ha revelado que uno de cada ocho adultos no tiene amigos cercanos. Esto se debe a que es más complicado hacer amigos de adultos que de niños.

Somos animales sociales y para nosotros es muy importante tener buenas relaciones con otras personas

«Los adultos tienen mayor tendencia a quedarse estancados en una rutina que consiste meramente en trabajar, dormir y, posiblemente, hacerse cargo de los hijos. Con este ritmo de vida, las amistades suelen ocupar puestos bajos en la lista de prioridades», asevera Martín Burrow, asesor en Realte, explicando que no es nada fácil el hacer amigos a la edad madura.

Si no se amplía el círculos de amigos, al final siempre quedarás con las mismas personas.

Por eso es necesario que quienes tienen 40 años o más se abran a grupos de amigos y efectúen nuevas actividades basado en esos cambios en la vida.

Tenemos que ser proactivos en la búsqueda

Como explica Burrow, «piensa en algo que te gustaría hacer, ya sea practicar un deporte, aprender un idioma o unirte a un club de lectura. En Internet puedes encontrar muchos grupos de este tipo que son gratuitos y te ayudarán a conectar con personas que comparten tus intereses».

La ventaja es que, además de hacer algo que te gusta, puedes conocer a quienes tienen los mismos gustos y cuestiones que te atraen.

Actividades como la música, la cocina, la pintura, suelen apuntarse entre la amplia oferta a disposición de todos.

Tenemos que mantener la mente abierta a la hora de hacer amigos, no rechazar antes de dar la oportunidad de conocer a una nueva amistad.

A veces tener una idea inamovible del tipo de persona con el que puede socializar reduce el rango de búsqueda. Por eso es que a los niños, con menos prejuicios que los adultos, les resulta tan fácil hacer amigos.

Tenemos que estar dispuestos a dar el primer paso

No debemos esperar a que los demás nos inviten a salir.

Puede ser que alguien no se de cuenta de lo que sola que se encuentra la otra persona y por eso no piensa en invitarla a hacer alguna actividad si ella no lo propone primero.

Haz como los niños, a quienes no les importa dar la impresión de que están deseosos de hacer amigos.

El contacto virtual no sustituye al presencial

Tampoco se puede sustituir el contacto personal con el virtual en la computadora porque no será tan productivo el encuentro.

«Las redes sociales y la tecnología pueden ser muy productivas para mantener el contacto con amigos que se hayan mudado a otra ciudad, o con aquellos a los que no tenemos tiempo de ver tan a menudo, pero también es importante intentar construir amistades mediante el contacto real», aconseja Martin Burrow.

Otro consejo es mantener el contacto regular con los amigos y demostrarles la disponibilidad.

Inclusive, retomar el contacto con aquellos que ya no se frecuentan tanto y refundar la amistad: merece la pena esforzarse en este sentido cuando los relacionados cambian de ciudad o de trabajo o comienzan una nuevo nexo, lo cual obra en detrimento del nivel de relación.

Tener una mascota aumenta la posibilidad de hacer amigos

A veces hay que obligarnos a salir de casa en esta procura.

Una manera idónea es tener un perro, por ejemplo. La persona termina socializando al facilitarse las relaciones con los dueños de otras mascotas.

hacer amigos en la madurez
Actividades como ir al cine, cantar en grupo, viajar, nos facilitan hacer amigos en la madurez

Internet sirve para cuando estamos lejos pero también para acercarnos

En Internet se cuenta con un gran aliado para conseguir el propósito de hacer amigos. Basta con rastrear el término «busco amigos» o «grupos de amigos».

Hay aplicaciones destinadas a ponernos en contacto con nuestros contemporáneos y facilitan la posibilidad de hacer cualquier actividad juntos, desde salir a pasear y bailar hasta conocer un amor.

Otra de las posibilidades factibles para hacer amigos en la edad madura es apuntarnos en un viaje grupal organizado. Estas salidas ponen en contacto a unas personas con otras, y así podemos vivir experiencias que podrían ser inolvidables, en algún lugar desconocido.

Hacer amigos en la madurez se torna más cuesta arriba

Con la edad nos volvemos más exigentes.

Tenemos una personalidad definida e ideas bastante claras, así que tratamos de optimizar el tiempo del cual disponemos con personas que encajen con nosotros.

Además, entre las responsabilidades de trabajo, hijos, casa, familiares, tareas del hogar, es poco el tiempo que queda para repartir entre nosotros mismos y la búsqueda de amigos.

Queremos que la persona que nos acompañe en el camino comparta nuestros gustos, porque de esta forma se facilita el tiempo en común y nos ahorramos negociar, tomar decisiones o disgustos.

Por otra parte, prevalecen los prejuicios del tipo «¿a mi edad voy a conocer gente nueva? Pensarán que me estoy desesperando».

Hay que olvidarse del que dirán y prepararse para experimentar nuevas sensaciones.

Las relaciones de amistad, para cualquier edad, se construyen, según la psicología social, a partir de la semejanza y la proximidad.

Consejos para hacer amigos en la madurez

  • Hay que mantenerse cerca de los amigos. Cuando más contacto se tenga con alguien más se conocerán las personalidades y se generará mayor confianza.
  • Mostrar la vulnerabilidad. La vulnerabilidad es poder. Compartir experiencias personales puede crear vínculos fuertes. La confianza es el lazo más sólido y cuando se exponen los miedos o inseguridades se está entregando la confianza.
  • Encontrar lo que une. Conectamos mejor con aquellos que creemos que se parecen más a nosotros, con quienes guardamos mayor semejanza. Y si no se consiguen similitudes hay que comunicarse emocionalmente, sentir lo mismo aunque se hagan cosas distintas.
  • Profundizar en el vínculo indagando en las emociones. Si no se profundiza se corre el riesgo de quedarte en una zona de cortesía, donde las conversaciones son superficiales. Al hacer referencia a algo que se tenga en común se debe indagar de manera muy personal.
  • Salir de la rutina y hacer algo emocionante. Para llevar una relación al último nivel, que es el de la amistad, hay que sacarla del contexto en el cual las personas se han conocido. Se debe proponer alguna actividad, idealmente relacionada con algún vínculo, pero salir de allí para encontrar lo emocionante.

¿Que recomiendas para hacer amigos en la madurez? Deja un comentario.

Curaduría Pedro Beomon. / Tomado de Habilidad Social, 60 y mucho +, Huffpost.

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