Título original: LA PERIODISTA ESTRELLA Y LAS ESTRELLAS DEL CORONEL: HISTORIA DE UN JUICIO INÚTIL. Por Ángel Alberto Bellorín (22ra. entrega).
LA DISPOSICIÓN POLÍTICA DEL MAGISTRADO
En la entrega anterior, expuse sobre el recurso de interpretación del artículo 200 constitucional. Para su revisión el Tribunal Supremo de Justicia designó como ponente al magistrado Jesús Eduardo Cabrera quien según personas allegadas, desde que lo leyó mostró interés e hizo varios comentarios positivos por las interrogantes planteadas.
Fuentes confiables y cercanas al magistrado me afirmaron que estaba preparando un proyecto de sentencia, no tanto por su apego constitucional para tratar de buscar solución al viejo vicio político, sino para deshacerse al mismo tiempo de varios candidatos a diputados tanto de oposición como del chavismo que incurrían en esa presunción y no eran de su agrado.
UN RECURSO DE INTERÉS ACADÉMICO
Al hacerse pública mi solicitud y por las imprecisiones que manejaba la prensa, en ese octubre de 2005 el tema cobró interés en el aula universitaria donde cursaba mi doctorado y fui invitado a exponer mi pretensión jurídica.
Luego de explicar su fundamento, se originó un interesante debate donde la calidad de las motivaciones planteadas en el recurso, fueron confrontadas en sana discusión académica y aprobadas como válidas en acalorada dialéctica.
Todas las interrogantes planteadas en ese recurso de interpretación, fueron debatidas intensamente, acogidas y aplaudidas en lo que hoy en día considero como una euforia académica pasajera de futuros doctores en la materia. De esa aula no salió la euforia.
En realidad, el fraude y el atajo constituía conducta generalizada en la cultura política venezolana, la inmunidad parlamentaria no escapaba de esa realidad y era parte sustancial de un «paquete partidista» dentro del quehacer político.
Lamentablemente esa dirigencia partidista venezolana de la época y sus cómplices de la prensa se encargaban en forma eficiente de desechar postulados éticos y principios constitucionales para imponer intereses y validar ese «paquete partidista» con sus respectivos privilegios
Hoy podemos observar la realidad política, social y económica de nuestro país y afirmar con certeza que aquel pragmatismo de «lo políticamente correcto» acabó con lo correcto y la sinrazón se imponía dando paso a ese exquisito término que ahora conocemos como «post verdad» y que observamos con asombro en boca de tanto funcionario.publico .
MAS ALLÁ DE IBÉYICE. UNA LEY PARA SANEAR EL PODER LEGISLATIVO
Ahora bien, mi solicitud de interpretación del Artículo 200 tal como puede observarse de las interrogantes citadas, abarcaba varios elementos mas allá de la definición temporal para los delitos protegidos por la inmunidad parlamentaria.
En realidad, también solicité al TSJ la revisión de los requisitos de moralidad y en esa motivación se infiere como tarea deducida y a criterio ( obligación) de la Sala Constitucional, la revisión de esos requisitos constitucionales para ser diputado que por lógica jurídica tenían que ser desarrollados en una ley.
Por tal razón, el recurso de interpretación no era un escrito improvisado o fuera de un contexto racional pues en forma paralela, en mi ya citado proyecto de tesis doctoral presentaba algunas propuestas inter relacionadas y necesarias como complemento.
El objetivo principal era tratar de imponer de hecho y de derecho el principio de constitucionalidad por encima del principio de legalidad como vía de solución al problema que causaba la Asamblea Nacional en su reiterada violación a tal supremacía.
Entre esas propuestas era indispensable la aprobación de las leyes orgánicas de «Justicia Constitucional » y del «Poder Legislativo» ambas previstas y ordenadas en la Carta Magna de 1999 pero evadidas en su elaboración .
La Ley de Justicia Constitucional debería ser la columna vertebral para sostener la supremacía que ordena el artículo 7 de la carta magna y la sagrada separación de poderes.
Por supuesto que tendría que definir delitos constitucionales con severas sanciones que limitarían y mantendrían a raya a funcionarios acostumbrados a evadir sus mandatos.
La del Poder Legislativa daría origen a una Ley Orgánica de la Asamblea Nacional que los partidos políticos tradicionalmente han evitado para poder materializar sus muchos acuerdos, la mayoría violatorios de mandatos constitucionales.
El paradigma político de un reglamento de debates, con pretendida «jerarquía constitucional» que sustituía cualquier ley, era y es aún la falacia politiquera para no hacer esas leyes ordenadas por la constitución.
Leyes que por supuesto tendrían que desarrollar entre muchas otras cosas, la verdadera naturaleza de una inmunidad parlamentaria como garantía de protección a los integrantes del órgano legislativo, para que puedan cumplir sus tareas legislativas y contraloras sin ser atacados con delitos inventados desde otros sectores, y en especial desde el Poder Ejecutivo.
¿Alguien recuerda el pretendido desacato sentenciado contra el Poder Legislativo del año 2016 y todas las acciones judiciales que anuló su gestión?
Con la vigencia de una ley de esa naturaleza imponer ese grotesco desacato hubiera sido cuesta arriba.
De igual manera, en el año 2014 no habría sido tan sencillo que un diputado por lista y con pírrica votación, presidiera la Asamblea Nacional y desde allí pudiera botar a la diputado uninominal con mayor cantidad de votos obtenido en ese Poder Legislativo del momento.

Por supuesto que tal ley además de proteger la función legislativa de absurdos como los señalados, también limitaría muchos conocidos excesos, defectos y desviaciones que llevaría muchas páginas señalar.
Además de regular la inmunidad parlamentaria y el desarrollo de verdaderos requisitos para que pudiéramos contar con legisladores eficaces y eficientes, puedo mencionar la necesaria regulación de las omisiones legislativas o hacer énfasis en aclarar las jerarquías de las diferentes mayorías parlamentarias, para evitar que mediante leyes habilitantes otorgadas al ejecutivo, sean aprobadas y reformadas en forma fraudulenta leyes orgánicas.
Hoy no debe causar asombro la existencia de esas cosas denominadas «leyes constitucionales» o de la tal milicia bolivariana.
EL SUEÑO FRUSTRADO. LE QUITARON LA SILLA
Debo adelantar la historia y dejar cerrado el capítulo de una inmunidad parlamentaria que nunca le llegó a Ibéyice Pacheco.
Fue noticia de dimensiones trágicas recordar que dos días antes de las elecciones previstas para el 4 de diciembre de 2005, la oposición se retiró de la contienda electoral.
A la periodista estrella le sacaron la silla que pensaba ocupar como diputada. El duro golpe la llevó nuevamente a recordar su sentencia de nueve meses de prisión que seguía en espera de una corte de apelaciones cómplice que la salvaría de las rejas.
En forma paralela, en el Tribunal Supremo de Justicia el recurso de interpretación sobre el alcance de la inmunidad parlamentaria perdió interés, el magistrado ponente Jesús Eduardo Cabrera para no perjudicar ( o enfrentar) al partido de gobierno, rompió el borrador de sentencia y cerró la página.
Nombraron un nuevo ponente para que la declare inadmisible y así ocurrió en sentencia Nro. 613 del 20 de marzo de 2006. Según ese nuevo magistrado en ese momento el artículo 200 «Era claro, preciso y nada había que interpretar».
http://historico.tsj.gob.ve/decisiones/scon/marzo/613-200306-05-2067.HTM
LA SOLIDARIDAD AUTOMÁTICA COMO MANIFESTACIÓN DE IGNORANCIA.
Regresando a ese mes de octubre de 2005, veremos que luego de presentar y hacerse público mi recurso de interpretación, comenzaron las reacciones viscerales contra la acción y surgieron las inevitables opiniones sobre el tema.
Fue despiadada la forma en que fui vilipendiado por mi «ataque al derecho de Ibéyice Pacheco para ser diputado»; abundaron comunicados de prensa y escritos de opinión para desacreditar eso que ya argumenté.
Como único pero necesario ejemplo de muchos que pude leer, me permito compartir un artículo atribuido a la señora Isa Dobles publicado el 19 de Octubre del año 2003 y difundido por prensa escrita radio y televisión.

Con el título » Ibellyse Pacheco se crece» este escrito fue publicado el 19-10-2005 a las 20:03 horas en el portal denominado «Isa y sus apuntes que apuntan».
Seleccioné este escrito ya que su autora, además de ser periodista, también estaba postulada a diputada por el mismo partido que Ibéyice Pacheco y no interesa más detalles de tal postulación.

Más allá de las descalificaciones a mi persona, su contenido es totalmente pertinente en cuanto a la racionalidad deseada en un aspirante a diputado; es un ejemplo didáctico que resume la tragedia de las instituciones.
Esa vinculación entre colegas, fue suficiente para que se descargara injustamente una artera opinión que descalificaba al militar, sin señalar la seriedad de los planteamientos. Una práctica común y aún en vigencia.
Estoy en pleno conocimiento que la autora del escrito está fallecida, pero no estoy seguro si aún en vida llegó a ver cuatro meses después a su colega Ibéyice «más crecida que nunca» ante las cámaras, pidiendo disculpas públicas y «lamentando haber ofendido al Coronel Bellorín» aceptando a regañadientes que estuvo mintiendo por cinco años.
Tampoco conocí, si luego de esas disculpas públicas, la Sra. Isa Dobles llegó a expresar algún desagravio ofreciendo excusas a sus varias agresiones públicas hacia mi persona.
Por cierto, debo aclarar que de la larga lista de periodistas y otras personas públicas que durante años me agredieron en solidaridad con Ibéyice Pacheco, jamás conocí que alguno se retractara públicamente de los insultos y descalificativos con los cuales buscaron atropellarme . Eso es lo que tenemos.
En respeto a la memoria de la Sra. Isa Dobles me permito compartir toda su publicación sin ningún otro comentario de mi parte. (Cita textual.)
«El Coronel del Ejército Ángel Bellorín tiene que estarle muy agradecido a Ibellyse Pacheco. No sólo por la oportunidad de demostrarle al país lo que es ser machote machote sino porque debe ser un gran honor para él ser un instrumento de su Comandante en una de las especialidades precisamente de estas fuerzas militares como lo es tomar como objetivo a una mujer.
Ayer viendo a Ibellyse en TV, repasaba en mi mente todos los atropellos cometidos contra nosotras por los uniformados y realmente que es como para Guinnes.
Pero el coronel del Ejército persiste más allá de su intención de meter en la cárcel a Ibellyse… ahora, como todo un lego, asegura que tiene una “duda razonable” en relación con el ámbito de la aplicación de inmunidad parlamentaria, que se siente afectado como “víctima” de los supuestos delitos de difamación y se pregunta cuáles son “sus derechos” frente a la postulación para diputada que han hecho por ella los venezolanos de Los Salias.
Y concluye con que espera que el Tribunal Supremo de Justicia emita un pronunciamiento en relación con la carencia de una ley orgánica que regule la asamblea nacional, pues, según su opinión, “cualquiera puede ser diputado sin que parezca importar su ética o su moral como ciudadano”
¡Que cosa! Estoy segura que Ibellyse coincide en algo con esta “angustia” del coronel… Si eso se aplicara realmente en este régimen o funcionaran las Instituciones, pocos hubieran podido ocupar cargos públicos. Pero voy más allá. El coronel no sabe, no tiene idea, no quiere tenerla, de cuántos venezolanos hoy nos preguntamos lo mismo de estas Fuerzas Armadas.
La ética y la moral en el ciudadano es una cuestión de principios , de valores humanos, cuando nacemos no somos sino un puñito de carne llorando saludando la vida. Nada nos acusa, nada nos condena. Para irnos sin deudas tenemos que caminar ese trecho sin engañarnos, desnudos ante nosotros mismos.
Ni los uniformes ni las estrellas ni los soles lograrán vestirnos jamás de lo que no somos. Yo también le agradezco al coronel del Ejército… (!!!!!!) la oportunidad que le da a Ibellyse Pacheco de crecerse ante Venezuela.
Y Ojalá nunca tenga el coronel que pasar por algo así. Porque difícilmente tendría la dimensión estoica que diferencia a los valientes. Y eso se ve.
(Fin de la cita.)
EPÍLOGO NECESARIO
Como pudimos observar, el retiro de la oposición del proceso electoral dejó en en el aire tanto a Ibéyice Pacheco como a muchos otros actores incluyendo a esta otra conocida periodista.
En cuanto a su escrito compartido, de no ser por algunas falsas premisas y ligera confusión sobre el estoicismo, es un buen escrito de solidaridad para una compañera periodista y casi colega diputada.
Pacientes lectores, saquen ustedes sus propias conclusiones no sin antes recordar que para el mes de Octubre de 2005, ya eran muchos mis escritos públicos y solicitudes hechas al TSJ para también intentar que las Fuerzas Armadas respetaran la Constitución.
Era sólo cuestión de investigar antes de escribir y eso es parte de una ética en fuga.
Próxima entrega: «Diciembre 2005, máxima degradación parlamentaria»
Caracas, 22 de Agosto del 2024

Coronel Ángel Alberto Bellorín
Abogado Magna Cumlaude
Doctor en Ciencias Jurídicas mención
Derecho Constitucional
Profesor con categoría de Titular
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