La periodista estrella y las estrellas del coronel (Trigésima novena entrega) – por Ángel Alberto Bellorín

Título original: LA PERIODISTA ESTRELLA Y LAS ESTRELLAS DEL CORONEL: HISTORIA DE UN JUICIO INÚTIL. Por Ángel Alberto Bellorín (39na. entrega).

TERCER EVENTO: LA REUNIÓN DE LA SIP EN QUITO.

Revisadas las certezas (expuestas previamente), de los dos eventos anteriores, se debe considerar esta otra noticia que fue presentada ese mismo día lunes 13 de marzo de 2006.

Me refiero a que el jueves 16 de marzo, ese club de manipuladores dueños de medios informativos, conocido con la altisonante denominación de Sociedad Interamericana de Prensa, tendrían una reunión durante 4 días consecutivos en Quito, Ecuador.

No hay que tener dotes de genialidad para estar en cuenta que para esas fechas a quien menos convenía tener periodistas presos era al gobierno.

Las noticias de esa reunión; ya señalaban con antelación sobre una inminente condena a Venezuela por perseguir la libertad de expresión. Era imposible a cualquier pensante no ver la relación de los tres eventos señalados

En lo que a mí respecta, en forma categórica no me presto a fraudes, conspiraciones, ni mentiras por más que se pretendan atribuir «causas nobles».

En su momento se me criticó por atacar a la oposición, cuando sólo me defendía de una opositora, lo que en ningún modo significa que apoyara acciones similares del chavismo o cualquier persona errada en su norte moral y eso está bien documentado.

Era obvio que los dueños de medios venezolanos pertenecientes a ese clan, tenían que llegar a Quito con elementos de esa tal persecución. Y para nuestros muy conspicuos fabricantes de noticias, establecer falsas pruebas o hacer fraudes a la ley, era algo muy común en estas nuestras corruptas instituciones.

Que esas detenciones a periodistas se dieran casi simultáneamente y en forma previa a la reunión de la SIP, es por lo mínimo, altamente sospechoso de un complot urdido desde el propio Poder Judicial, en amalgamada y necesaria complicidad del Ministerio Público con evidentes factores de la oposición a Chávez.

Algunos periodistas presos, eran el argumento necesario para que los dueños de medios llenaran de titulares la prensa latinoamericana con la condena a Chávez por persecución a la libertad de expresión.

Siempre he considerado que la mejor conducta es no actuar como los que consideramos malos y los resultados de aquellos desatinos a la ética hoy están a la vista.

Desde el 6 de marzo en el Táchira ya estaba en prisión preventiva el periodista Gustavo Azócar y ese lunes 13 de marzo se aseguraba que para el inicio de dicha reunión el día jueves 16 de marzo ya estaría en prisión la periodista estrella del momento. Ese fue el plan.

Sobre este aspecto de la SIP sólo puedo analizar hechos públicos y señalar hipótesis. Por tal razón prefiero dejarlo hasta aquí.

NI IBÉYICE PERSEGUIDA NI BELLORÍN CHAVISTA.

Desde que inicié el juicio con la ahora estrellada periodista, he escrito y afirmado que Ibéyice Pacheco nunca fue perseguida política.

Por más que hizo esfuerzos por pretender serlo, con su reiterada costumbre de provocar a funcionarios del chavismo y altos militares con cargos de relevancia (nunca fue mi caso), el gobierno jamás se ocupó de Ibéyice Pacheco ni la tomó en serio.

En una anterior entrega me dediqué a explicar los casos donde ella había sido acusada ante tribunales, siendo que el más cercano que llegó a involucrar a una figura del gobierno, fue aquel juicio privado fallido que el entonces diputado Luis Tascón, intentó contra ella.

Sólo que esa causa terminó con el diputado «noqueado» y pagando las costas procesales.

Me consta que el periodista José Vicente Rangel protegía a Ibéyice Pacheco y fue notorio que cuando ejerció el Ministerio de la Defensa, en el año 2002 intentó prohibirme que la acusara penalmente.

Para el mes de marzo de 2006, siendo Rangel el flamante Vicepresidente de la República, era evidente que la protegía con mayor poder que en años anteriores.

Son muchas las señales que indican sobre esta afirmación y sobre sus falsas diatribas; la declaración a la prensa posterior a la reclusión de Ibéyice para apoyar públicamente el «eufemismo ilegal» que llamaron casa por cárcel , es una de las tantas bondades de José Vicente Rangel.

También es totalmente cierto que Hugo Chávez nunca tuvo nada que ver ni directa ni indirectamente en esta causa legal, sin emitir alguna señal a favor, como tampoco jamás manifestó alusión en contra de mi odisea en tribunales y mi derecho a ejercer una acción penal privada..

En ese largo trayecto judicial muchos fanáticos de ambos extremos políticos intentaron sin éxito desviarme de mi norte moral; fueron demasiadas las presiones superadas y hay muchos nombres y anécdotas en mi inventario sobre la causa..

Es bueno aclarar que a pesar de haber sido militar, sobran pruebas escritas y audiovisuales de que nunca comulgué, ni me adherí a la mal llamada revolución chavista. Hasta el día de hoy, no hay quien pueda afirmar, con pruebas, lo contrario.

Por tal razón, se derivan dos categóricas conclusiones. Primera, Ibéyice no tenía ningún verdadero juicio penal de acción pública y no era ninguna perseguida política. Segunda, Ángel Alberto Bellorín no es y nunca ha sido, funcionario del gobierno, militante de partido político y mucho menos chavista. La recta conducta está allí, demostrada con hechos y con mis múltiples escritos.

CARLOTA CORDAY EN REVOLUCIÓN TROPICAL

Como libre pensador sin compromisos políticos y dentro del norte ético que siempre respeté, no creo que haya sido casualidad que un día antes del inicio en Quito de «los juegos de golf» de los dueños de medios, aquí en Venezuela, para el miércoles 15 de marzo de 2004, Ibéyice Pacheco había planificado usar el Ateneo de Caracas como plataforma mediática para proyectar al mundo «su tragedia».

Tampoco creo que haya sido casualidad que se pretendiera utilizar mi juicio privado contra Ibéyice, para transformarlo mediáticamente en propaganda política de su fingida prisión.

Y sobre todo, menos casualidad fue que, precisamente, en esa investigación del Ministerio Público estaba involucrado otro periodista, que para aquel momento ejercía con la plenitud de ser Vicepresidente de la República y poseía estrechas conexiones con esos dueños de medios que comenzaban a jugar golf en Quito.

Al igual que en mayo de 2004 cuando Ibéyice fue condenada a aquellos «horrendos nueve meses de prisión» que nunca cumplió, ahora nuevamente, lo más granado de la sociedad intelectual y cultural de Caracas, desde ese mismo foro, la acompañarían aplaudiendo su «determinación e hidalguía», y le darían más valor para «enfrentar al régimen».

Erguida y orgullosa por todo lo que había hecho, cual Carlota Corday camino al cadalso, sin arrepentimiento alguno por sus criminales acciones, Ibéyice Pacheco iniciaría una planificada marcha hacia un tribunal donde ya no estaría presente su «malvado verdugo acusador» al que hábilmente habían apartado de su juicio privado, para tratar en forma mediática de hacerlo parecer un juicio de acción pública.

Enfrentaría un tribunal de la revolución tropical, donde una «tenebrosa y jacobina» juez de ejecución, tenía en su gestionado guión de sentencia, ejecutar una orden de reposo «anti stress revolucionario» que debería cumplir en su casa, sólo.por algunos días, mientras los que pagan el teatro finalizan su largo fin de semana en Quito.

LA MARCHA TRIUNFAL DE «AÍDA» PACHECO

Llegó el miércoles 15 de marzo y tal como estaba previsto el Ateneo de Caracas se vistió de gala para el estreno de esa nueva obra teatral puesta en escena por Ibéyice Pacheco, Francisco Bautista y un selecto grupo actoral de venezolanos preparados para las fotos y reportes de televisión.

Todos querían ser noticia y estar en las portadas de el Nacional, El Universal, El Mundo, El Siglo, etc. Todos se desvivían por aparecer en los avances noticiosos de Globovisión, Venevisión. Televen y demás canales involucrados. Eran eventos extremadamente necesarios, para ser expuestos a la mañana siguiente en Quito.

Esa puesta en escena fue todo un «éxito de taquilla» según lo reseñaron las imágenes de televisión y las fotos probatorias.

El excelente comunicador Ludovico Quiñones, describió formidablemente todo lo ocurrido ese miércoles 15 de marzo.

Leer a Quiñones, nos hace imaginar una larga alfombra de terciopelo multicolor por la que se desplazó Ibéyice, cual princesa etíope esclava, al lado de Kiko, su valeroso «capitán egipcio», seguidos ambos del elenco de reparto, cantando sobre su amor y la dura separación.

Para esta parodia tropical, sólo faltó una gran orquesta sinfónica interpretando como fondo musical de tan majestuoso escenario, aquella magistral obra de Giuseppe Verdi para su opera «Aída»: su muy famosa «Marcha Triunfal».

En esta foto de una audiencia, se puede apreciar a Ludovico Quiñones atento hasta el final a los detalles del juicio.

Esta maravillosa descripción de Ludovico Quiñones merece nuestra atención y pone a prueba nuestra fértil imaginación. (Cito)

«Ibéyice Pacheco se puso a derecho este miércoles ante el Tribunal 11 de Ejecución luego de asistir a un acto que se efectuó en la sala Ana Julia Rojas, del Ateneo de Caracas, desde donde salió encabezando una marcha hasta la sede del Palacio de Justicia donde funcionan los tribunales penales.

La sentenciada hizo su recorrido y al llegar al Palacio de Justicia, esquina de Cruz Verde, fue recibida por una comisión de alguaciles para conducirla ante el tribunal 11 de Ejecución. A las puertas se hallaban los abogados Juan Carlos Gutiérrez, Claudia Mujica y José Luis Tamayo, quienes la acompañaron al interior del tribunal para dar cumplimiento a la audiencia y luego de cuatro horas de deliberaciones, la juez decidió darle casa por cárcel.» (Fin de la cita)

¿QUE PASÓ EN ESA AUDIENCIA SEGÚN LUDOVICO QUIÑONES ?

Con respecto a tal audiencia pública sobre la que, a pesar de ser parte, me enteré por noticias; para su descripción, me permito recurrir nuevamente a la nota de prensa elaborada por Ludovico Quiñones, una persona que recuerdo claramente por su seriedad profesional y su presencia en todas las audiencias como una raro practicante de ese olvidado respeto a la noticia veraz.

Aquí comparto su apreciación de lo ocurrido en esa audiencia. (Cita textual)

«Casa por cárcel para Ibéyise Pacheco, Caracas, 15 Mar. (Ludovico Quiñones).

En una audiencia que se prolongó por espacio de cuatro horas, este miércoles el tribunal 11 de Ejecución del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas, a cargo de Belén Gamboa, decidió darle casa por cárcel a la periodista Ibéyise Pacheco para que termine de cumplir los 9 meses a los cuales fuera sentenciada por la comisión del delito de difamación agravada continuada contra el coronel del Ejército, Angel Bellorín.

Según las estimaciones que ha hecho su abogada defensora, Claudia Mujica, la comunicadora social sólo le faltan cumplir 2 meses, 15 días, 7 horas para culminar la sentencia de 9 meses.

La abogada litigante expresó que la juez de la causa tomó la determinación de darle casa por cárcel a Ibéyise Pacheco porque los centros de reclusión no le aseguran su integridad física.

Apuntó que el tribunal había decidido, en un principio, como centro de reclusión el Instituto Nacional de Orientación Femenina (INOF). Sin embargo, la dirección de esa institución no le garantizaba a la sentenciada su integridad.

Señaló que la defensa había solicitado como centro de cumplimiento de la pena la sede central de la DISIP, pero en el marco de la audiencia la juez Belén Gamboa acordó darle a la periodista casa por cárcel, porque los centros penales no tiene las condiciones para resguardar la integridad física. Además porque no hay peligro de fuga.

El tribunal 11 de Ejecución de Caracas, a cargo de la juez Belén Gamboa, fue quien le revocó la libertad condicional de Ibéyise Pacheco por considerar que esta era reincidente, es decir, estaba cumpliendo una sentencia y volvía a ser acusada por otro delito.

La abogada Claudia Mujica precisó que la residencia donde la periodista cumplirá su sentencia no tendrá custodia policial.» (Fin de la nota de prensa.)

UNA SOLA CORRECCIÓN A LUDOVICO

Además de haber dejado de mencionar mi «extraña ausencia» en esa audiencia, el otro detalle de la nota de Ludovico Quiñones es el error común de señalar que la juez revocó una libertad condicional que nunca fue otorgada.

Estoy seguro que de haber estado presente en esa audiencia, ese buen hombre me hubiera hecho esa pregunta y no hubiese incurrido en un error inducido como noticia cierta por intereses ajenos a la verdad.

Las veces que Ludovico me hacía preguntas se notaba su precisión e interés verdadero y lo más importante, su atención a lo ocurrido y la clara necesidad de despejar dudas con sus preguntas.

Aunque en esta oportunidad Ludovico fue inmune al virus del falso testimonio, estoy seguro que algún interesado lo hizo equivocar sobre la revocatoria, a no ser que el juzgado hubiese sido parte del complot para violentar el verdadero derecho.

Caracas, 02 de noviembre del año 2024

Próxima entrega: «Jueves 16 de marzo: otro regreso a tribunales».

Coronel Ángel Alberto Bellorín
Abogado Magna Cumlaude
Doctor en Ciencias Jurídicas mención
Derecho Constitucional
Profesor con categoría de Titular

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