Un viejo dilema militar – por Ángel Alberto Bellorín

Título original: ¡CULPABLES SIN JUICIO PREVIO! EL VIEJO DILEMA MILITAR. Por Ángel Alberto Bellorín

PRIMERA PARTE

El llamado «DEBIDO PROCESO» y ese mentado derecho de PRESUNCIÓN DE INOCENCIA que a cada momento y desde hace años observamos violar grotescamente por los funcionarios obligados a respetarlos y sus borregos seguidores, la gran mayoría de ciudadanos opositores dados a la tarea de pretender informar, los han violado y lo siguen haciendo sin ningún escrúpulo ni limitaciones, en igual o mayor intensidad que el chavismo que condenan.

Sin duda alguna y por propia experiencia, puedo afirmar que al igual que el chavismo, sus principales víctimas son los militares profesionales que siempre se han encontrado entre la espada y la pared.

Para dejar las cosas claras, no conozco ni trato de defender al caído en desgracia Teniente Coronel Rafael Quero Silva, quien según primeras informaciones, fue detenido por autoridades de inmigración de EEUU.

Muy pocos días después, ya por los múltiples medios se le acusa públicamente hasta de ser el culpable de la rotura de la capa de ozono.

Sobre el tema, el día 4 de marzo del 2025 escribí y publique lo siguiente (Cito)

«SI OBEDEZCO VOY PRESO. SI NO OBEDEZCO VOY PRESO MAS RAPIDO». UN DILEMA MILITAR QUE A NADIE INTERESA RESOLVER

De igual forma, eventos noticiosos sobre el pasado desempeño de militares activos en el cumplimiento de ordenes como el caso que el domingo 2 de marzo del 2025 fue noticia y tendencia en las redes.

Ellas refieren a la aprehensión del Teniente Coronel en retiro Quero Silva, detenido en Estados Unidos por autoridades de inmigración y al respecto se disparan un sin números de acusaciones

Las verdaderas causas de situaciones similares están reflejados en las reflexiones de este escrito del año 2010 que los expertos en fuente militar y muchos militarologos del país, jamás han revisado desde las verdaderas motivaciones de la situación, para generar un debate serio sobre esa causalidad.

No entro en detalles particulares del caso del Tcnel. Rafael Quero ya que no los conozco; como tampoco conozco el número cierto de oficiales MILITARES VENEZOLANOS PRESOS O EXPULSADOS por negarse a cumplir órdenes arbitrarias.

Estoy en conocimiento de varios casos particulares pero también aseguro que jamás ninguno fue noticia ni tendencia en el momento que se negaron y cayeron en desgracia, como ha sido el de este caso que sigue escalando en la cobertura y juicio mediático.

La mayoría de aquellos militares presos y expulsados, no existen para la prensa y la sociedad. Según está verdad categórica, los buenos son desconocidos y los malos se hacen famosos.

Algunos, técnicamente buenos tienen «suerte» de hacerse famoso después de ser asesinados como es el caso del Teniente Ronald Ojeda en Chile.

Sus mensajes y videos, ignorados por mucho tiempo, fueron escuchados y repetidos después de su asesinato.

Hasta ahora, no he visto a ninguno de los muchos «analistas» involucrados, revisar y hacer suyos, la verdadera esencia de los mensajes del malogrado teniente.

A un año de su muerte ya sus mensajes no interesan y algo escribí sobre el tema

SEGUNDA PARTE

ESTO ESCRIBÍ EN EL 2010. (Cito)

«SI OBEDEZCO PUEDO IR PRESO. SI NO OBEDEZCO VOY PRESO»

El militar está sometido al cumplimiento de un amplio menú de leyes y reglamentos militares, muchos de ellos redactados a inicios del siglo XX, pero además, están también sometidos a todas las leyes penales, administrativas y civiles del país, con muchos derechos limitados en su ejercicio y ningún privilegio en justa contrapartida.

Las leyes militares establecen el “privilegio” de la obediencia a los superiores de turno como principio fundamental, acompañado de la disciplina y la subordinación.

Para muestra, solo me permito transcribir el Art. 4 del vigente y centenario Reglamento de Castigos Disciplinarios Nro 06: (Cito)

“Para las órdenes abusivas, quedará al inferior, después de obedecer, el recurso de queja ante el inmediato superior de aquel que dio la orden”. (Fin de la cita)

LEAN BIEN ESTE MANDATO. Se ordena “después de obedecer”,

¿Que político, magistrado, organización de derechos humanos, periodista experto en asunto militar, sabelotodo informador, etc. , se ha interesado públicamente en esta realidad?

Los que deseen ser más serios y precisos en el análisis, pueden revisar artículos puntuales como el 18, 48 y otros más de dicho reglamento y confrontarlos con el artículo 46 de la Constitución de 1961, y 25 de la vigente.

Con la actual eclosión legal de exagerada amplitud interpretativa y progresiva de los Derechos Humanos a nivel mundial y el carácter universal como «imprescriptibles» sus violaciones; que no aceptan la excusa de cumplir ordenes, cualquiera con dos dedos de frente evidenciará contradicciones en una difícil profesión. Eso no es nuevo, ya lo ordenaba la constitución de 1961 en su artículo 46.

Es evidente que por cumplir órdenes puedes ir preso en cualquier momento de tu vida, y por no cumplirlas también. Ante el dilema se debe recordar que al no cumplirla tu prisión es inmediata. La otra es probable y futura.

No se debe olvidar que existe un Código de Justicia Militar que prevé delitos como la insubordinación, la desobediencia y otros, todos se condenan en juicios sumarios y dirigidos por la misma autoridad que da la orden incumplida; fiscales, defensores y jueces militares están subordinados al que da la orden. Si no obedecen, correrán la misma suerte.

Además, existen muchas sanciones de diferente índole administrativa, sin contar las vulnerabilidades en los sistemas de ascensos y de asignación de cargos.

En estás condiciones, sumisos y cómplices son los que llegan a los altos grados.

Por supuesto que estas cosas no aparecen en los folletos de admisión, que buscan el ingreso de bachilleres a la carrera de las armas y que ávidamente lee el adolescente que habiendo finalizado su bachillerato, se inclina por la cada vez menos «gloriosa carrera de las armas».

La naturaleza oculta de «ser militar de profesión» se empieza a entender con el estudio y la madurez profesional, que únicamente se atreven a hacer aquellos que no permitieron que le cercenaran la capacidad de pensar con su propia cabeza, dentro de una institución que con sus contradicciones, es absolutamente necesaria para el país, con una noble tarea que para bien o para mal, se debe ejecutar bajo cualquier gobierno y bajo cualquier circunstancia.» (Fin de la cita)

TERCERA PARTE

¿ELIMINAR LA FUERZA ARMADA?

Aunque estoy consciente que la afirmación anterior sigue en boca de muchos voceros con cierta capacidad de generar información y opinión, me permito afirmarle que en Venezuela ya no existe una verdadera Fuerza Armada.

Hace años que implosionó tal como lo alertaba desde mis años de servicio militar en varios escritos, y con mas insistencia y profundidad en un trabajo de grado para optar a la maestría de ciencias y artes militares en 1993.

Hoy, al sentir cerca de su nuca el resoplido del fétido aliento de guerra, vemos como los países de Europa aceleran sus actuaciones y aumentan sus presupuestos de defensa para reorganizar y fortalecer sus Fuerzas Armadas.

Por el lado contrario veo con tristeza y pesimismo nuestra realidad con un gobierno ilegítimo y usurpador del poder, que en forma irresponsable y temeraria coquetea con la guerra por una Guayana Esequiba que descuidó, entregó y que ahora pretende recuperar llevando al matadero sus militares y demás ciudadanos.

Una organización mal uniformada, mal armada, analfabeta en su estructura, desmoralizada en su voluntad , sin un liderazgo verdadero y sustentado desde la necesaria autorictas.

Para colmo de males, sazonada por el desprecio de una sociedad que siempre la ignoró, nunca la atendió en su esencia; y ahora la rechaza hasta con odió.

Esos despojos son lo que queda de aquella verdadera Fuerza Armada, tan capacitada para la guerra que, sin lugar a dudas, puedo afirmar que en el año 1999, para estrenar el mandato constitucional de su artículo 10, en menos de una semana hubiera restablecido nuestra frontera oriental al margen del rio ESEQUIBO.»

Siendo así, considero pertinente recordar una frase de mucha reflexión, sobre todo para aquellos que se llenan la boca con la palabra “patria”: y que solo se acuerdan de Santa Bárbara cuando ven la intensidad de la tormenta.

“Los nacionales que no respeten a sus ejércitos estarán destinados a alimentar a un ejército extranjero”.
(Carl von Clausewitz)

Caracas, 7 de marzo de 2025

Coronel Ángel Alberto Bellorín
Abogado Magna Cumlaude
Doctor en Ciencias Jurídicas mención
Derecho Constitucional
Profesor con categoría de Titular

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2 comentarios en «Un viejo dilema militar – por Ángel Alberto Bellorín»

  1. El escrito del coronel Bellorín, pone en evidencia la degradación de la FA, por una parte lógica, ya que es producto de un estado fallido y un gobierno corrupto que le conviene que sea así.

    Responder
  2. Es un tema muy complejo de explicar en un solo artículo. Sin embargo, lo que trato de evidenciar es que la esencia de esa degradación ha sido una serie de normas que existen desde hace más de cien años. La causa es la propia naturaleza jurídica de una profesión que no se adaptó a las nuevas realidades y que mantiene a la obediencia ciega como principio básico,sin aportar ninguna solucion al subalterno deliberante

    Mientras más aumentaba el número de superiores sin talento ni probidad, proporcionalmente lo hacían las órdenes abusivas y la represión a quien se atrevia a objetar

    El comunismo aprovechó esa debilidad para que la FAN se destruyera desde adentro. Una verdad que nunca ha interesado a una sociedad apática en eso de profundizar diagnósticos de causas.. Saludos José Antonio y gracias por tu comentario.

    Responder

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