Título original: ALLÁ VIENE EL DIABLO. – Por Angel Alberto Bellorin.
Cualquier persona que se presuma educada y racional, que lea lo necesario para entender los eventos que ocurren a su alrededor, debe coincidir con honesta apreciación, en prever en alto porcentaje de acierto, lo que podía ocurrir a Venezuela desde que sin medir consecuencias, Hugo Chávez comenzó a enfrentar » al imperio» del norte.
Son incontables las agresiones y motivo de inmensa propaganda cada vez que lo hacia.
Puedo iniciar con aquella vez de su Intervención en la 61º Asamblea General de la ONU, en Nueva York el 20 de septiembre de 2006.
Este emblemático y promocionado discurso de Chávez, fue centrado en atacar y denunciar como política terrorista la actuación de Estados Unidos.
Fue un discurso agresivo y manipulado por muchas falacias . En ese momento George W. Bush era presidente de Estados Unidos y habiendo precedido como orador a Chávez, este le dedicó estás palabras (Cito)
«Todavía huele a azufre esta mesa donde me ha tocado hablar. Ayer señoras, señores, desde esta misma tribuna el señor presidente de los Estados Unidos, a quien yo llamo “El Diablo”, vino aquí hablando como dueño del mundo…” (Fin de la cita)
No olvidar que mientras agredía sin mesura a este imperio, en forma paralela coqueteaba con los otros imperios, en especial al nefasto imperio ideológico cubano. Ese coqueteo poco a poco se transformó en una entrega total valorada políticamente con ligereza y hasta banalidad; no como debe corresponder a un estadista.
Tampoco debe olvidarse que Chávez nunca cesó en su conducta de provocar al gigante del norte; muchas de ellas vociferando como un ogro; en otras no tan evidente como aquella ridiculez de regalarle a Obama un panfleto, aquel librito llamado «Las venas abiertas de América latina».
El recordado evento, más que un obsequio entre mandatarios fue una clara provocación de Chávez al imperio que se produjo en abril de 2009, durante la Quinta Cumbre de las Américas llevada a cabo en Puerto España, capital de Trinidad y Tobago.
Esto fue noticia a nivel mundial que todos los desadaptados y resentidos del mundo aplaudieron y que dispararon la venta del mencionado panfleto.
Eso generó mucha propaganda con más ataques al «imperio depredador» causante de todos nuestros males, ungiendo a Chávez y su ego como el pretendido nuevo líder mundial del anti imperialismo.
Sin embargo debo también afirmar que ese afán protagónico tampoco era bien visto por «líderes izquierdistas» consagrados como primeros actores en ese renglón del absurdo teatro político..
No debo pasar por alto en este breve resumen las continuas opiniones sobre aquel evento Obama- Chávez que en forma casi inmediata surgieron de voz y letra del propio autor del mencionado libro, el uruguayo Eduardo Galeano.
La gran mayoría de sus opiniones fueron silenciadas en forma general y por supuesto que en Venezuela no fue noticia.
La más reseñada fue la ocurrida mucho tiempo después, en Abril del 2014 durante » La II Bienal del libro y la lectura» presentada en la ciudad de Brasilia donde sin ninguna reserva expresó lo siguiente.
«No sería capaz de leer el libro de nuevo, porque cuando lo escribí no sabía tanto sobre economía y política. No volvería a leer Las venas abiertas de América Latina, porque si lo hiciera me caería desmayado».
Una confesión que en aquel momento dejó atónito al auditorio repleto de muchas expresiones de esa izquierda resentida que al escuchar tal opinión viniendo del mismísimo Eduardo Galeano, les quitaba el argumento a todos los borregos del mundo que habían hecho de aquel panfleto el credo de su resentimiento social y taras mentales.
Las relaciones entre Venezuela y EE.UU continuaron desmejorando con un Chávez que no cesaba en la agresión verbal, desechando siempre el sentido común que brinda la diplomacia.
En diciembre de 2010 el embajador venezolano en Washington Bernardo Álvarez perdió su condición luego de que Hugo Chávez no aceptó a Larry Palmer como nuevo representante del gobierno de Barack Obama. A partir de allí las relaciones descendieron al nivel de encargados de negocios.
A finales del 2012 e inicios del 2013, el «inusual y extraordinario » caso de la muerte de Chávez en Cuba, así como la también «inusual sucesión» del poder en Venezuela que llevó irregularmente a la presidencia a Nicolás Maduro, un delfín cubano de dudosa nacionalidad, fue un hecho notorio observado con muchas dudas y cautela por el mundo civilizado.
Es evidente el supuesto que estos hechos encadenados en una serie de fraudes y mentiras, encendió las alarmas en EEUU.
No faltó mucho para que Maduro, cuál malandro de barrio y no como un jefe de estado responsable y visionario continuara la innecesaria confrontación
contra los Estados Unidos, en ese momento aún presidida en un segundo mandato de Obama.
El año 2014 fue crucial en la escalada del conflicto ya que a raíz de las múltiples protestas anti Maduro ocurridas entre los meses de febrero y abril de ese año, Estados Unidos se manifestó con algunas acciones.
La inocultable represión con 43 fallecidos , más de 100 heridos y 3000 detenidos provocaron las primeras sanciones contra funcionarios venezolanos por violaciones a derechos humanos.
Fueron sanciones aprobadas por el Congreso de EE.UU y por supuesto firmadas por el presidente Barack Obama en Diciembre del 2014.
TANTO DA LA GOTA AL CÁNTARO…
Para los que hemos estudiado algo del tema, sabemos que los » intereses vitales» de los Estados Unidos son permanentes, sagrados y valorados más allá de cualquier presidente de turno que no puede ignorarlos por ideologías subalternas.
Esos intereses vitales, que abarcan varios aspectos, en su mayoría dependen de la relaciones exteriores, de la geopolítica internacional y del valor de su moneda . Su estricto seguimiento, es responsabilidad de instituciones profesionales que en forma permanente detectan y proyectan las posibles y probables amenazas.
El presidente norteamericano Obama, integrante del partido demócrata, con tendencias de acercamiento hacia las llamadas izquierdas, fue bien sutil al verse obligado por razones de estado y continuas sugerencias del Pentágono, a declarar la amenaza real que para Estados Unidos representaba en ese momento Venezuela.
Es así que en forma tardía a las reiteradas recomendaciones, el 8 de Marzo del 2015, con guante blanco y suave Barack Hussein Obama, emitió el decreto de la orden ejecutiva 13692 que calificó a Venezuela como :
“amenaza inusual y extraordinaria a la seguridad nacional y la política exterior de los Estados Unidos de América”..
Así de sencillo fue esa designación, y sin entrar en esos detalles que ya manejaba el Pentágono, Obama se vio obligado a otorgar la luz verde para prestar recursos, atención especial, e iniciar el formal seguimiento en investigación profunda a la amenaza detectada.
Es allí donde se da inicio a sanciones de funcionarios chavistas involucrados en actividades económicas que era necesario investigar a fondo.
Debe recordarse que era época de apogeo del control cambiario Chavista de ese dólar que tanto les gusta a los anti imperialistas. De ese control del dólar hicieron un manejo tan irregular y corrupto que olvidaron a quien pertenecía dicha moneda y su derecho legal, según sus leyes, a intervenir. Eso es así.
Esa amenaza inusual en realidad se inicia en el sector económico y al mantenerse en el tiempo, fue prorrogada sucesivamente por los mandatarios siguientes.
Mientras tanto el gobierno de Maduro seguía actuando arbitrariamente sin considerar las consecuencias de la escalada de aquella amenaza calificada inicialmente como inusual; que en su formal investigación estaba sumando otras perlas.
Entre esas otras perlas es necesario recordar las continuas agresiones del estado venezolano a pactos de convivencia internacional como el desmedido abuso en el otorgamiento de cédulas de identidad y pasaportes venezolanos a inmensa cantidad de extranjeros enemigos declarados de EEUU. Este es hecho comprobado y muy bien documentado .
¿Qué estado con respeto al derecho internacional es capaz de otorgar pasaporte diplomático venezolano express a un comerciante colombiano, preso en un país africano por requerimiento de EEUU?
La última locura de alto quilates fue la de ignorar el chance final que le dieron los norteamericanos cuando firmaron en el 2023 aquel «Acuerdo de Barbados».
Es público y notorio que dicho acuerdo lo comenzaron a violar en forma descarada desde el mismo momento de firmarlo.
Esa locura fue coronada con el monumental y comprobado fraude electoral, que acostumbrados a la impunidad de siempre salirse con las suyas, los llevó a la soberbia arrogante de ignorar los aplastantes resultados electorales del 28 de julio del 2024.
Por la magnitud de este último y desacertado fraude, refrendado al asumir el 10 de Enero del 2025 un poder negado por una diferencia abrumadora del voto popular, sin lugar a dudas que Nicolás Maduro Moros y sus colaboradores inmediatos retaron al mundo
Son ellos los únicos y verdaderos responsables de las acciones emprendidas por el gobierno de Estados Unido a los fines de cobrar sus desaciertos en la dirección de un estado hoy destruido por una nefasta dirección.
Una verdadera crisis social provocada por un gobierno que acabó con el valor de la moneda, borró el salario mínimo, las pensiones y jubilaciones, sumada a una situación de asedio militar que sin entrar a un debate estéril sobre esta escalada, bien pudo ser evitada con solo respetar el resultado electoral y retirarse por los votos y por las buenas.
En forma consiente me niego a opinar en este escrito sobre las acusaciones que Estados Unidos esgrime contra Nicolás Maduro y su grupo en lo relativo a drogas u otras actividades ilícitas.
Trato siempre de afirmar sobre hechos que pueda argumentar con mis conocimientos, como todos los aquí tratados.
Ningún venezolano de bien puede estar de acuerdo con una invasión militar a un país en crisis, pero al momento de establecer responsablemente la actual situación de Venezuela y señalar culpables, debemos hacernos esta honesta interrogante
¿No fue una ofensa al mundo civilizado y democrático, a la racionalidad elemental y en especial a los árbitros negociadores de EEUU y el Reino de Noruega, que luego de un público y promocionado compromiso de estado; en un validado acuerdo internacional, se desconozca con soberbia y arrogancia una paliza electoral 70 a 30, y gritar al mundo que no salía «ni por las buenas ni por las malas, ni con votos ni con balas»?
El como esa comunidad internacional intente cobrar todas esas felonías aquí documentadas en forma muy resumida (hay muchas mas), es otra cosa.
No es lo mismo invocar al diablo que sentir el olor a azufre cuando se tiene tan cerca.
Caracas, 12 de octubre del 2025

Coronel Ángel Alberto Bellorín
Abogado Magna Cumlaude
Doctor en Ciencias Jurídicas mención
Derecho Constitucional
Profesor con categoría de Titular
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