En un viaje que se prevé centrado en inversiones y acuerdos de paz, el Presidente estadounidense visitará Malasia, Japón y Corea del Sur. También es probable que se reúna con el presidente chino, Xi Jinping.
Donald Trump abandonó la Casa Blanca el viernes por la noche rumbo a Asia, en el que será su primer viaje al continente en lo que va de mandato. Hará escala en Malasia, Japón y Corea del Sur.
Se espera que el presidente estadounidense trabaje en acuerdos de inversión y esfuerzos de paz antes de reunirse cara a cara con el presidente chino, Xi Jinping, para tratar de desescalar una guerra comercial.
«Tenemos mucho de qué hablar con el presidente Xi, y él tiene mucho de qué hablar con nosotros», dijo Trump a los periodistas al salir de la Casa Blanca. «Creo que tendremos una buena reunión».
La primera parada de Trump es en una cumbre regional en Kuala Lumpur. Solo asistió a la cumbre anual de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático una vez durante su primer mandato, pero este año llega en un momento en el que Malasia y Estados Unidos han estado trabajando para abordar una escaramuza entre Tailandia y Camboya.
El domingo también está previsto que se reúna con el primer ministro malasio, Anwar Ibrahim, seguido de una ceremonia de firma conjunta con los primeros ministros de Tailandia y Camboya.
Trump amenazó a principios de este año con suspender los acuerdos comerciales con esos países si no cesaban los enfrentamientos, y desde entonces su Administración ha estado trabajando con Malasia para concretar un alto el fuego ampliado.
El presidente atribuyó a Ibrahim el mérito de trabajar para resolver el conflicto. «Le dije al líder de Malasia, que es un hombre muy bueno, creo que le debo un viaje», declaró a los periodistas a bordo del Air Force One.
Es posible que el dirigente estadounidense mantenga también el domingo una importante reunión con el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, que desea que Estados Unidos reduzca los aranceles del 40% que gravan las importaciones brasileñas. La administración estadounidense ha justificado los aranceles citando la persecución penal de Brasil contra el expresidente Jair Bolsonaro -un aliado de Trump-.
Más allá del comercio, Lula también criticó el viernes la campaña estadounidense de ataques militares frente a las costas sudamericanas en nombre de la lucha contra el narcotráfico. Dijo que planeaba plantear sus preocupaciones a Trump en una reunión el domingo en Malasia. La Casa Blanca aún no ha confirmado públicamente la celebración de la reunión.
Después de Malasia, Trump tiene paradas en Japón y Corea del Sur
Desde allí, Trump se dirige a Japón y Corea del Sur, donde se espera que avance en las conversaciones para conseguir al menos 900.000 millones de dólares (776.000 millones de euros) en inversiones para fábricas estadounidenses y otros proyectos a los que se comprometieron esos países a cambio de suavizar las tasas arancelarias previstas por Trump hasta el 15% desde el 25%.
El viaje a Tokio se produce una semana después de que Japón eligiera a su primera mujer como primera ministra, Sanae Takaichi. Trump tiene previsto reunirse con Takaichi, que es una protegida del ex primer ministro Shinzo Abe. Donald Trump era muy amigo de Abe, que fue asesinado tras dejar el cargo.
Trump dijo que la relación de Takaichi con Abe era «una buena señal» y «estoy deseando conocerla».
Durante su estancia allí, se espera que Trump sea recibido por el emperador japonés Naruhito y que se reúna con las tropas estadounidenses destacadas en Japón, según un alto funcionario estadounidense que no estaba autorizado a hablar públicamente y que habló con los periodistas bajo condición de anonimato sobre el viaje previsto.
En Corea del Sur, se espera que Trump mantenga una esperada reunión con Xi, de China, al margen de la cumbre de Cooperación Económica Asia-Pacífico.
Mientras que la cumbre de la APEC se celebrará en Gyeongju, se espera que la reunión entre Trump y Xi tenga lugar en la ciudad de Busan, según el funcionario estadounidense. La reunión se produce después de meses de movimientos volátiles en una guerra comercial entre China y EE.UU. que han sacudido la economía mundial.
Trump se enfureció a principios de este mes después de que Pekín impusiera nuevos controles a la exportación de tierras raras utilizadas en tecnología y amenazara con elevar los aranceles de represalia a niveles astronómicos. Ha dicho que quiere que China compre soja estadounidense. Sin embargo, a principios de esta semana, Trump se mostró optimista y predijo que llegaría a un «acuerdo fantástico» con Xi.
Trump también dijo que podría preguntar a Xi sobre la liberación de Jimmy Lai, fundador de un periódico prodemocrático, diciendo que «estará en mi lista».
La única reunión que podría eclipsar la cumbre con Xi sería una improvisada reunión con el líder norcoreano Kim Jong Un. Se ha especulado mucho desde que el ministro de Unificación de Corea del Sur, Chung Dong-young, dijo a los legisladores este mes que era posible que Trump volviera a reunirse con Kim en la Zona Desmilitarizada, como lo hizo en 2019.
Pero tal reunión no está en la agenda del presidente para este viaje, según el funcionario estadounidense. Trump sugirió que era difícil llegar al líder norcoreano. «Tienen muchas armas nucleares, pero no mucho servicio telefónico», dijo.
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