Contexto de un telón con poco fondo. Elecciones presidenciales en el cumpleaños de Chávez – por Ángel Alberto Bellorín

Título original: EL CONTEXTO DE UN TELÓN CON POCO FONDO. Elecciones presidenciales en el cumpleaños de Chávez. Por Ángel Alberto Bellorín.

Hace pocas horas tuve el placer de leer con mucho detenimiento un escrito firmado por el señor Elías Pino Iturrieta titulado «Contexto telón de Fondo» publicado el día de hoy 8 de Marzo del año 2024. Aquí la página digital.

Llegó a mis redes por diferentes vías y sin comentario de los remitentes, corrió desbocado por las redes, con ese brillo que otorga el prestigio; ese que pareciera validar opiniones o verdades inmutables que intimidan al lector común.

Algo así como ¿Quien carajo eres tú para criticar a Elías Pino Iturrieta?

En realidad, no es que esté en desacuerdo con la esencia del escrito, es que encontré consideraciones que puedo calificar como extemporáneas y fuera de ese contexto y telón de fondo del llamativo título.

Después de pensarlo con calma, decidí formular por escrito mi crítica a una parte esencial de esa aquilatada opinión, de una persona a quien no conozco pero que ciertamente goza de prestigio intelectual.

Cómo es mi costumbre, lo hago para intentar pastar fuera del rebaño, no ser uno más de esa gran mayoría de profesionales que dice amén a contenidos bien hilvanados que intimidan pero que a veces se sostienen en falacias necesarias de desmontar.

Me parece inconcebible que para esta fecha, cumplidos 25 años del Chavismo en el poder, una persona con el prestigio intelectual de Pino Iturrieta, se asombre por la decisión del «poder electoral chavista» referida a la aprobación del cronograma electoral 2024.

No cabe en su «cabeza muy bien amoblada», que los dos presuntos opositores en el CNE se prestaran para avalar tal situación, aunque a ciencia cierta, si se hubiesen negado el resultado era el mismo.

Le causa consternación que esos dos rectores que no mencionaré, votaran a favor de una propuesta electora que «coincidencialmente» la hace pública el Poder Legislativo Chavista en la fecha aniversario de «la muerte oficial» de Hugo Chávez Frías.

Un cronograma que en forma aberrante y arbitraria, fija las elecciones presidenciales para el 28 de Julio del 2024, a casi siete interminables meses de distancia para el 10 de Enero del 2025, fecha constitucional que establece el inicio del periodo presidencial.

Un 28 de Julio que «casualmente» también coincide con el natalicio del militar golpista responsable de la destrucción de Venezuela.

Este párrafo que comparto intenta dar luces a mi crítica. Cito.

«No cabe en cabeza normalmente amoblada que unos directivos que están en su cargo para evitar la hegemonía del régimen, no solo voten por la propuesta electoral de la dictadura sino que, por si fuera poco, ni siquiera ofrezcan de inmediato unas palabras de explicación para salir del paso, para medio lavarse las caras arrugadas y ajadas por la prosternación de los cuerpos que coronan. Cuerpos arrodillados, organismos sumisos, tronco y extremidades muertos Fin de la cita.

Ante tal señalamiento y por si aún no lo sabe, es obligatorio informarle al señor Elías Pino Iturrieta, que esos directivos del CNE (que hace muy poco designó Cilia Flores), son una prolongación del partido de gobierno

Ellos forman parte de una hegemonía que hace años acabó con la separación de poderes y con el propio estado. Allí no hay oposición, mucho menos mérito para ocupar sus devaluados cargos.

Lo que sucede en Venezuela para esta fecha, es el resultado de una cadena de eventos que comenzaron a fabricarse desde el mismo momento de la aprobación de la Constitución por allá en 1999.

Estos eventos se hicieron en forma pública, con la complicidad pasiva de muchos intelectuales que sin el olfato sistémico necesario para prever lo que se tejía, nada dijeron,escribieron o enfrentaron.

El caso del poder electoral solo hay que revisar la reforma a su ley en el año 2002 dónde se da inicio al plan para apoderarse de los comités de postulaciones, otorgando atribución legal a los diputados para nombrar los rectores, desviando el mandato constitucional y dando una puñalada a la recientemente aprobada carta magna.

En ese momento, muy pocos se atrevieron a opinar sobre esa aberración que poco más tarde se extendió hasta el Poder Judicial.

En mi caso y para ese momento, como militar en actividad, era muy complicado levantar la voz, denunciar el hecho, y mostrar públicamente los argumentos que desmontaran las falsas premisas con las que justifican la exposición de motivos.

Sin embargo, en mi tesis doctoral en derecho constitucional desarrollada entre el 2001 y el 2005, me pronuncié en varios capítulos.

En el año 2007, tan pronto pasé a situación de retiro, comencé a escribir sobre el tema y sobran mis pocas leídas publicaciones que con pertinencia, oportunidad y siempre sujetas a la discusión dialéctica, abundan en las redes como prueba de no ser cómplice pasivo.

La actual directiva del CNE, como varias de las anteriores, no están allí para evitar la hegemonía del régimen, ellos son causa y a la vez consecuencia de esa hegemonía que precisamente comenzó con apoderarse del poder electoral, haciendo leyes inconstitucionales en tiempos cuando en el poder legislativo habían connotados diputados de oposición que a ciencia cierta, o eran tarados que no veían el bosque o eran cómplices. Las dos opciones son vergonzosas.

Seamos sinceros, una persona a quien la sociedad concedió el alto título de «intelectual» tiene la obligación moral y académica de observar el todo; dejando para la historia y su prestigio, constancia pertinente y sobre todo oportuna de su postura.

Mayo del 2018

Cuando aquella constituyente tan irrita como inmoral, convocó elecciones presidenciales para el Domingo 20 de Mayo del 2018 se generó una serie de críticas al hecho pero con poca profundidad. Se atacó a la constituyente por irrita e inconstitucional, pero poco se enfocaron en la fecha y pocos mencionaron la ley.

En aquel momento a solicitud de un periodista, escribí y publiqué un artículo dónde explicaba que la Ley Orgánica del Sufragio y participación política de 1998, en su artículo 152 ordenaba con claridad que las elecciones presidenciales debían realizarse en un día domingo dentro de primera quincena del mes de Diciembre antes de la fecha de vencimiento del periodo presidencial que sabemos ha sido en Enero y, a partir de la Constitución de 1999, expresamente señala la fecha 10 Enero.

Tanto esa Ley (que era precisa a la tradición democrática mundial de un mes, entre la elección y la toma del poder), como el Estatuto Electoral del Poder Público publicado en la G.O.Nº 36884 de fecha 03/02/2000, que también mencionaba algo, fueron derogadas por una nueva ley publicada en gaceta número 5928 del 12 de Agosto del año 2009.

Para el año 2018 ya el Chavismo tenía su argumento listo para hacer las elecciones cuando le viniera en gana.

Todo el Título Quinto de esa ley fue eliminado y su precisa y necesaria normativa, no fue considerado en la nueva ley.

La Asamblea Nacional en ese momento sin oposición, allanó el camino a esa discrecionalidad absurda que hoy se observa. No hay ley que le prohíba al Chavismo convocar elecciones presidenciales para celebrar el nacimiento de Chávez.

¿Cuántos intelectuales, rectores universitarios, colegios profesionales en ese año 2009 ( plenas vacaciones escolares) manifestaron pública y contundentemente su rechazo? La red se estaba tejiendo a la vista de todos

No conforme con la cita anterior, el señor Elías Pino Iturrieta, enfocado en aquel viejo adagio sobre que la culpa no es del ciego, nos regala está otra desacertada apreciación. Cito

«Pero importa mucho más preguntarse por los líderes que propusieron los nombres de unos rectores tan dóciles para un cargo fundamental cuando nuestro republicanismo ha sufrido vapuleos bíblicos.

Todo tipo de hipótesis que coloque en su lugar a los parteros del dúo, a los padres de unas criaturas tan deplorables desde el punto de vista de la republicana decencia, tiene cabida sin ninguna dificultad.» Fin de la cita

Está otra apreciación debe ser desarticulada en un racional análisis.

Al aceptar que cargos como los de la rectoría de los poderes de contrapeso deben estar sujetos a pretendidos líderes que propongan sus nombres, el autor entra en su propia contradicción ya que los «vapuleos bíblicos» que no han hecho posible nuestra ansiada e inexistente república, tienen su origen en dar por válida y repetir como cierta esa falsa premisa.

Seguir afirmando sobre pretendidos líderes políticos como parteros para dar a luz (proponer) nombres de los representantes a esos poderes de contrapeso, es desacertado tanto desde la racionalidad elemental como de la propia Constitución.

Está es precisa, exige y ordena que tales cargos sean producto de transparentes concursos dirigidos por notables y preparados ciudadanos desde los comité de postulaciones.

Proponer nombres mediante acuerdos significa negociar con el partido político dominante y eso desde hace años dejó ese nivel por no existir verdadera oposición.

Está actual Directiva del CNE fue nombrada el año pasado, específicamente el 23 de Agosto.

Para ese momento, con una Asamblea Legislativa nuevamente chavista en su totalidad ya no hay propuestas solo imposiciones.

Para finalizar, me permito una cita de mi último escrito relacionado con el Consejo Nacional electoral, dónde traté sobre el nombramiento de estos rectores a los que se refiere el señor Pino Iturrieta. De allí el siguiente párrafo.

«El requisito personal obligatorio e inequívoco del Artículo 296 obliga a cualquier candidato a rector electoral «No estar vinculado a organizaciones con fines políticos»; su espíritu, propósito y razón va más allá del hecho de estar inscrito o no en algún partido político registrado como tal».

Esa violación es la esencia de la tragedia nacional que nos trajo está plaga.

Dicho requisito por sí solo, nos señala que cualquier acuerdo político al estilo cuarto republicano de tres para mi partido y dos para la oposición es inconstitucional.

Lo que más indigna al intelecto y lo peor de todo lo que observo, es la forma tan natural como en los medios y redes se maneja, y se repite sin cesar, la expresión «Vinculado a tal partido»

Fin de la cita

Caracas 08 de Marzo del año 2024

Coronel Ángel Alberto Bellorín
Abogado Magna Cumlaude
Doctor en Ciencias Jurídicas mención
Derecho Constitucional
Profesor con categoría de Titular

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