Título original: VENEZUELA, GUYANA Y LA NUEVA SENTENCIA; NADA QUE ACATAR. Por Ángel Alberto Bellorín.
GUYANA 2 – VENEZUELA 0
Este primero de mayo del 2025 sin ninguna sorpresa se dio a conocer la noticia que la Corte Internacional de Justicia (CIJ) ordenó a Venezuela abstenerse de realizar elecciones en el Esequibo hasta que ese tribunal de las Naciones Unidas tome una decisión respecto al caso principal del juicio interpuesto por Guyana para intentar validar el Laudo de Paris del 03 de octubre de 1899.
Se debe repetir que tal laudo es un acuerdo internacional que a pesar de ser denunciado por Venezuela como irrito y fraudulento, en la dura realidad internacional aún sigue vigente.
En síntesis, la decisión fue la siguiente (Cito)
“En espera de una decisión definitiva, la República Bolivariana de Venezuela se abstendrá de celebrar elecciones o preparar elecciones en el territorio en disputa, que la República Cooperativa de Guyana administra actualmente y sobre el cual ejerce control» (Fin de la cita).
Está decisión se suma a otra que en diciembre del año 2023 bajo la misma premisa jurídica instó a Venezuela a cesar el hostigamiento a Guyana ordenando en ese momento que su referéndum sobre el Esequibo no perturbe la actual situación del territorio en reclamación bajo control y administración de Guyana desde antes de su independencia del Reino Unido.
En ambos casos es un hecho categórico que las «acciones políticas» ejercidas por el Gobierno de Venezuela como propaganda chauvinista sobre nuestro Esequibo, tanto por aquel inocuo y olvidado referéndum, como estás falsas elecciones de un gobernador y ocho diputados para representar a un inexistente «Estado Esequibo», y a una inexistente población, en realidad solo involucran actividades «soberanas» del señor Nicolás Maduro dentro del territorio nacional.
Al ser así, difícilmente tales acciones se internen al territorio en reclamación que como sabemos todos, y así lo vuelve a reconocer la CIJ, siempre ha estado en posesión, control y administración directa y efectiva de la República Cooperativa de Guyana.
POR SUPUESTO QUE NADA HAY QUE ACATAR
En un comunicado difundido el día de hoy 2 de Mayo del 2025 por la vicepresidenta de la República, Delcy Rodríguez, el gobierno de Nicolás Maduro responde ante tal decisión, anunciando que « no acatará decisión alguna que emane de ésta Corte para dirimir la controversia territorial en torno a la Guayana Esequiba».
«Nada en el derecho internacional permite a la Corte Internacional de Justicia inmiscuirse en asuntos que son exclusividad del derecho interno de Venezuela, ni pretender prohibir un acto soberano», reza el comunicado difundido por el gobierno nacional.
Con tal declaración, el gobierno de Venezuela da una respuesta política y en realidad acertada, pues al tener el poder de facto y control militar «dentro del territorio venezolano», la farsa de tales elecciones es en realidad «un acto soberano» que en nada afectarán ni al territorio Esequibo ni a su verdadera población de nacionales guyaneses que la habitan.
Es público y notorio que dichos comicios serán elecciones a realizarse dentro de los Estados Bolívar y Delta Amacuro, que involucrará votantes venezolanos residenciados en pueblos y localidades venezolanas y esto en nada afecta en forma material a Guyana.
SIGUE LA METIDA DE PATAS
Sin embargo, lo relevante no es la sentencia de la CIJ y a mi parecer el verdadero problema se encuentra en este nuevo comunicado.
Más allá de las evidentes distracciones políticas, el gobierno de Nicolás Maduro sigue cometiendo errores al negarse a aceptar públicamente la jurisdicción de la Corte Internacional de Justicia en un juicio que irremediablemente ya dio inicio. (Cito)
«Venezuela no reconoce ni reconocerá jamás ni la jurisdicción de la Corte Internacional de Justicia ni acatará decisión alguna que emane de ésta para dirimir la controversia territorial en torno a la Guayana Esequiba, en un proceso que ha sido amañado desde su inicio y manipulado por intereses corporativos anti venezolanos que nada tienen que ver con la justicia». (Fin de la cita).
Está reiterada posición política del gobierno de Venezuela, para no catalogarla como cargada de mentiras, está sostenida en evidentes falacias sencillas para desmontar desde el propio Acuerdo de Ginebra de 1966 y de una racionalidad elemental.
En su Artículo IV, numeral primero, el acuerdo establece plazos precisos para intentar una solución del conflicto de mutuo acuerdo. De igual forma, se plantea que en caso de no lograrlo. «Escogerán sin demora los métodos de solución de conflicto previstos en el Artículo 33 de la Carta de las Naciones Unidas» y es allí donde se desmonta a plenitud la falacia.
Ahora bien, ¿Que establece esta norma?
«Las partes en una controversia cuya continuación sea susceptible de poner en peligro el mantenimiento de la paz y la seguridad internacional, tratarán de buscarle solución, ante todo, mediante la negociación, la investigación, la mediación, la conciliación, el arbitraje, el arreglo judicial, el recurso a organismos o acuerdos regionales u otros medios pacíficos de su elección…» (Fin de la cita)
DE LA COMISIÓN MIXTA AL BUEN OFICIANTE
Al ser así, desde 1966, se activan los intentos por parte de la comisión mixta bilateral original a la que el acuerdo le otorgaba un plazo de 4 años para dar solución. Al no lograr ninguna negociación, las partes de mutuo acuerdo firmaron en 1970 un protocolo para congelar las discusiones por 12 años.
Vencido el Protocolos de Pto España, se retoma la negociación. Por razones obvias, superada y descartada la opción de comisión mixta, ambos países en perfecta aceptación del citado Artículo 33 de la Carta de las Naciones Unidas decidieron elegir el medio pacífico del «Buen Oficiante».
Quedo demostrado que a lo largo de los años este fue otro método que no logró ninguna solución.
EL PANA NORUEGO COMO ÚLTIMO OFICIANTE (OMITIDO EL BUEN)
El 27 de Febrero del 2017 el Secretario General de la ONU António Guterres anunció la designación de Dag Halvor Nylander de Noruega como su representante personal para la controversia fronteriza entre Guyana y la República Bolivariana de Venezuela. Fue una designación avalada por los gobiernos de Guyana y de Venezuela cuyo presidente era el propio Nicolás Maduro.
Para los interesados, en la propia página de las Naciones Unidas aparece la información del nombramiento del señor Nylander, con fecha 27 de Febrero del 2017 y de allí comparto la siguiente y muy interesante información. ( Cito)
» Como se anunció el 16 de diciembre del 2016, el Secretario General ha concluido que el Proceso de Buenos Oficios – que ha sido llevado a cabo desde 1990 − continuará hasta el final de 2017, con un mandato reforzado de mediación.
El Sr. Nylander conducirá el Proceso de Buenos Oficios en nombre del Secretario General y se empeñará activamente con los Gobiernos de Guyana y Venezuela con miras a explorar y proponer opciones para una solución a la controversia fronteriza entre los dos países.
Mediante el Acuerdo de Ginebra del 17 de febrero de 1966, GUYANA y VENEZUELA HAN OTORGADO al Secretario General la decisión en cuanto a medios de solución de la controversia que surgió como resultado de la contención de Venezuela que el Laudo Arbitral del 1899 sobre la frontera entre Venezuela y lo que hoy es Guyana era nulo y sin efecto.
Si, a finales de 2017, el Secretario General concluyera que no se ha logrado un avance significativo hacia un acuerdo completo para la solución de la controversia, el Secretario General elegirá la Corte Internacional de Justicia como el siguiente medio de solución, a menos de que los Gobiernos de Guyana y Venezuela conjuntamente le pidan que no lo haga.» (Fin de la Cita )
GUERRA AVISADA NO MATA SOLDADO
La cita anterior es fundamental para entender la escalada del conflicto y las falacias en la narrativa del gobierno..
Como aparece en el último párrafo del texto citado, (tomado de la página oficial de la ONU a los que todos tienen acceso), fue anunciado en forma pública y con suficiente antelación una condición sobre la cual no existe ningún documento conocido con alguna postura diplomática que se oponga a tal condición por parte de Venezuela.
Si a finales del año 2017 el «Oficiante Noruego» no lograba una solución a la controversia VENEZUELA – GUYANA, el Secretario General en plena competencia asignada por el propio ACUERDO DE GINEBRA. continuando con lo previsto en el citado artículo 33, procedería a ordenar el arreglo judicial allí previsto como método pacífico de solución de conflictos.
La llegada del conflicto a la Corte Internacional de Justicia fue anunciada por el señor Guterres pues era evidente que para ese momento el gobierno de Guyana ya no estaba dispuesto a buscar otro método y para esa fecha el único órgano legitimado para este tipo de arreglo judicial a conflictos entre estados es la CIJ. ¡ No existe otro !
Al disiparse el mutuo acuerdo de alguna de las partes en conflicto, la disputa por el territorio Esequibo entraba en otra fase, un arreglo judicial amparado por el propio Acuerdo de Ginebra. Es una verdad de perogrullo.
Finalizado el plazo impuesto y cumpliendo el plan anunciado, el 30 de enero de 2018, la Secretaría General de Naciones Unidas hizo pública la decisión de llevar el conflicto fronterizo entre Guyana y Venezuela a la CIJ.
El día Jueves 27 de Marzo del 2018 el gobierno de Guyana introdujo una solicitud para que se resuelva el conflicto por el territorio del Esequibo
Hasta esa fecha no existe ninguna actividad o actuación diplomática conocida hecha por el gobierno venezolano sobre el tema. Vale aquí la conocida frase de quien calla otorga.
CONCLUSIÓN NECESARIA.
No hay que pasar por alto que en diciembre del 2017 el señor Dag Halvor Nylander, último «Buen Oficiante» para el conflicto del Esequibo, concluyó su tarea (sea cual haya sido).
Por mas que se ha investigado no he logrado encontrar ningún documento oficial de la diplomacia venezolana sobre el tema esequibo entre los años 2017 al 2019.
Lo que si es público y notorio es que el gobierno de Venezuela premió a su pana noruego por su «destacada labor» como oficiante. Desde el año 2019 el mismo noruego fue nombrado «mediador» permanente en todos los famosos diálogos entre gobierno y oposición.
Por supuesto que emulando su hazaña como oficiante, el ahora «buen mediador», no dejó de estar presente en su último gran logro diplomático, el tristemente célebre «Acuerdo de Barbados» ocurrido en octubre del 2023. (Algo escribí sobre eso)
Al ser esto así, desde la racionalidad no se puede entender porqué el gobierno venezolano en su comunicado de hoy, al negarse a reconocer la competencia de la Corte internacional de Justicia, afirme en forma alarmante que el juicio de arreglo judicial del conflicto por el Esequibo es:
«un proceso que ha sido amañado desde su inicio y manipulado por intereses corporativos anti venezolanos que nada tienen que ver con la justicia»
Por supuesto que ante tal afirmación surgen muchas interrogantes, por ahora estás dos:
¿CUALES SON ESOS INTERESES CORPORATIVOS?
¿POR QUÉ EL NORUEGO HASTA EN LA SOPA?
Caracas, 2 de mayo del 2025.

Coronel Ángel Alberto Bellorín
Abogado Magna Cumlaude
Doctor en Ciencias Jurídicas mención
Derecho Constitucional
Profesor con categoría de Titular
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