«Amnistía Internacional está profundamente alarmada por el ataque que, según afirman, han llevado a cabo las autoridades estadounidenses contra una pequeña embarcación que supuestamente había zarpado de Venezuela y que, según se informa, ha causado la muerte de 11 personas».
Así lo dio a conocer la ONG, en un mensaje en sus redes sociales, donde señala que «las circunstancias que rodean el incidente plantean serias dudas sobre la legalidad, la rendición de cuentas y el respeto del derecho internacional de los derechos humanos».
Dice que, «si se confirma, el ataque constituiría una clara violación del derecho a la vida en virtud del derecho internacional de los derechos humanos y sentaría un peligroso precedente».
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También alerta que «el uso de la fuerza letal en este contexto no tiene absolutamente ninguna justificación. El uso intencionado de la fuerza letal se rige por las normas de aplicación de la ley establecidas en el derecho internacional de los derechos humanos», agrega.
Insta a Estados Unidos a «demostrar, en cada ataque, que la fuerza letal intencionada solo se utilizó cuando era estrictamente inevitable para proteger la vida, que no era posible recurrir a medios menos dañinos, como la captura o la incapacitación no letal, y que el uso de la fuerza fue proporcionado en las circunstancias imperantes».
Asimismo, la ONG pide «una investigación rápida, exhaustiva, independiente, imparcial y transparente sobre este ataque».
También exhorta al «Gobierno de los Estados Unidos a comprometerse a respetar el derecho internacional en todas sus operaciones, incluidas aquellas que impliquen el uso de la fuerza militar en contextos de aplicación de la ley, como parece ser el caso aquí», dijo al respecto, Daphne Eviatar, directora de Seguridad con Derechos Humanos de Amnistía Internacional Estados Unidos.
Con información de AI