(Continuación)
El artículo de esta semana se inicia tomando como premisa la participación de la Corte Internacional de Justicia en el caso de la controversia territorial entre Venezuela y Guyana sobre el espacio geográfico integral del Estado Esequibo, tomando en consideración que la actitud guyanesa, un tanto hostil y amparada por intereses de otras naciones, la han llevado a buscar el aceleramiento de sus presiones hacia Venezuela con el apoyo de la comunidad internacional desde el año 2015, en el que permitió la ejecución de exploraciones por parte de la empresa Exon Mobil, pese a las protestas realizadas, hallando trece (13) yacimientos petroleros off shore, conllevando a que en el mes de diciembre de 2018, es decir, tres años después, la Armada de la República Bolivariana de Venezuela interceptó un buque de dicha empresa petrolera e impidió sus labores, argumentando que el mismo se encontraba realizando labores no autorizadas en los espacios acuáticos venezolanos.
Por otra parte, Guyana, reconoce a la Corte Internacional de Justicia para este caso, y que pese a que el Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas fue quien sugirió el uso de dicho mecanismo jurídico, ello ha sido la aspiración de ese país desde 1966, lo cual no fue negado en ningún momento, porque el Gobierno de Guyana necesita clara y explícitamente, garantizar a como dé lugar los derechos jurídicos de las empresas transnacionales que operan en los espacios acuáticos y terrestres del Estado Esequibo venezolano.
Pues bien, la actuación de la República Bolivariana de Venezuela en torno a la controversia sobre el espacio geográfico integral esequibense, en el que ha mantenido la necesidad de manejar bilateralmente el caso y no a través de la Corte Internacional de Justicia, se fundamenta históricamente en diferentes hechos:
1.Planteamiento y exposición de la problemática sobre la reivindicación del
espacio geográfico integral esequibense en la O.N.U.
- Firma del Acuerdo de Ginebra de 1966.
- Firma del Protocolo de Puerto España.
- Concierto entre Venezuela y Guyana de elevar el caso al Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas.
- Avenencia para la utilización del método de los Buenos Oficios.
- Disposición organizacional de la Cancillería venezolana con la creación de la Unidad especial de Guyana.
- Creación de la Comisión Bilateral de Alto Nivel para la mesa de
entendimiento. - Reafirmación de la reclamación territorial en cada acontecer que propicia Guyana para debilitar a Venezuela ante la comunidad internacional.
- Reorientación del mecanismo de los Buenos Oficios, creación del Gabinete Guyana y el acuerdo presidencial para la distensión.
- Intención de seguir creando mecanismos bilaterales atendiendo a lo
establecido en el Acuerdo de Ginebra de 1966, a propósito de buscar una solución práctica y satisfactoria para ambas partes.
Durante los estudios realizados, fueron señalados acontecimientos que marcan y orientan la actuación venezolana durante los últimos cuarenta años sobre la controversia territorial ante Guyana y la comunidad internacional, que inciden en el proceso de entendimiento y acercamiento entre ambas Naciones, así como se analizó la significación del inicio del siglo XXI que acompaña la convergencia de un doble proceso en positivo: el de la instauración de pensamientos y actitudes distintas y, la fijación del rumbo de la racionalidad con nuevas exploraciones, siendo algunos de estos los siguientes:
1.- Debemos recordar que el intento de Venezuela para ingresar como
Miembro de los Países No Alineados, sufrió fuertes presiones en su momento por parte de Guyana, quien precisó en 1982 su rotunda negativa en apoyar a esta Nación al ingreso de dicho Movimiento, y con ello se visualizó que la centralidad de la razón y pretensión de ordenar el ámbito de los hechos, se tradujo en la sensación de entrecruzamientos de Guyana con las demás Naciones de esa organización, al originar diversos cursos erráticos que requerían un cambio del pensamiento de esta en los albores del siglo XXI, todo ello con el fin trabajar con una racionalidad abierta, múltiple, no jerarquizada y compleja, a propósito de borrar y cambiar las rígidas y equívocas políticas respecto a las relaciones con Venezuela y la controversia sobre el espacio geográfico del Esequibo, lo cual fue correspondido con una actitud engañosa de ellos al buscar manipular a la comunidad internacional en contra de Venezuela, y atender intereses creados sobre la exploración y explotación de los recursos allí existentes, sin olvidar que todos estos le pertenecen a los venezolanos y se están extrayendo deliberadamente, hecho que de por sí constituye un delito mayúsculo.
2.- Venezuela, ante la decisión del Buró de posponer el ingreso solicitado al Movimiento de los Países No Alineados, manifestó el chantaje abierto de Guyana como condición para dar su apoyo a la petición efectuada. Detrás de este enfoque se albergaba claramente una determinación ética, según la cual Guyana y los Países No Alineados disponían de instrumentos racionales para optar por la mejor decisión en las circunstancias de las relaciones internacionales, y con ello se revelaba la precariedad racional y su voluntad de llegar a un entendimiento sobre la reivindicación integral del espacio geográfico esequibense; aunado a ello, también resaltaba el sentido desafiante de su funcionalidad y la manipulación cínica sobre la percepción de las relaciones de poder.
3.- Aun frente a esa grosera actuación, Venezuela manifestó que mantenía la altura, la dignidad y el ejercicio soberano de sus acciones, y que en ningún momento estaría dispuesta a ceder el Esequibo a cambio del ingreso en un Movimiento que se desdice de sus objetivos cuando tomaba en cuenta la existencia de problemas bilaterales para no darle curso oportuno a uno de los observadores más antiguos y de convivencia pacífica entre los Estados. En este contexto, el pensamiento bilateral requería de cambios metódicos, en el que Venezuela debía ineludiblemente tomar iniciativas sustentándose en su correspondiente forma de actuación. La controversia territorial del Esequibo guarda íntima relación con el pensamiento en que cada hecho dentro del entorno geopolítico tiene un carácter sustantivo. De allí, surgió la necesidad encaminada hacia la apertura de una integración, mediante políticas de atracción comprendidas en una agenda competitiva y posterior conexión que fortaleciese los niveles de acercamiento de Guyana y de los micro Estados del Caribe Oriental.
4.- Bajo estas circunstancias, Venezuela no insistió en las razones que la
llevarían a oponerse a la construcción de la represa hidroeléctrica del Esequibo o del por qué se hacían de inmediato las reservas correspondientes al momento de conocerse que alguna corporación haría trabajos de exploración o explotación en el espacio geográfico integral reclamado. La consciencia venezolana como punto de sensibilidad por el conjunto de reacciones racionales y/o oportunas a los ámbitos del interés nacional, que determinaban un tipo de respuesta frente a la memoria histórica que origina la territorialidad, o por las capacidades intelectuales que interactuaban con la sociedad y su sentido de exclusividad, es lo que fue despertando a la Nación frente a lo que ha pretendido Guyana para debilitar a Venezuela y le otorgue el reconocimiento que requiere, así como, desviar la subjetividad de la controversia territorial en el plano cognitivo y ético.
Estas y otras razones que serán ampliadas en el próximo artículo, constituyen bases fehacientes sobre la actuación venezolana en el tiempo frente a la posición guyanesa, quien en definitiva requiere desesperadamente que sea jurídicamente reconocido el Espacio geográfico integral del Estado Esequibo venezolano como parte de la República Cooperativa de Guyana, pretendiendo desviar la atención ante la comunidad internacional sobre el viciado Laudo Arbitral de París de 1899, y el reconocimiento tácito que le dio tanto Gran Bretaña como ella misma con la firma del Acuerdo de Ginebra de 1966. Nuevamente dejo en manos del lector la siguiente interrogante: si no había nada que reclamar, por qué estas naciones firmaron dicho Acuerdo? La respuesta es obvia al igual que la actuación acelerada en buscar el refugio requerido ante la Corte Internacional de Justicia.
José Chachati Ata
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