Caer de hinojos; por Rodolfo Izaguirre
Miro y me deleito con la hoja que cae; me quedo con el aire salado del mar, con dos o tres esclarecidas sensibilidades ¡y solo ante ellas y ante el Ávila caigo de hinojos!
Miro y me deleito con la hoja que cae; me quedo con el aire salado del mar, con dos o tres esclarecidas sensibilidades ¡y solo ante ellas y ante el Ávila caigo de hinojos!