Un país absurdo; por Rodolfo Izaguirre
Reconozco que mi país político es absurdo, pero confieso y acepto que el absurdo también reinaba en mí antes de que amanecieran en la ventana de mi vida el pensamiento y la entereza de Thays Peñalver.
Reconozco que mi país político es absurdo, pero confieso y acepto que el absurdo también reinaba en mí antes de que amanecieran en la ventana de mi vida el pensamiento y la entereza de Thays Peñalver.