¿Quieres permanecer comunicado? Entonces, ¡Cuidado con los derrames!

¿Por qué deberías preocuparte por un derrame cerebral? Porque afecta a la comunicación y la comunicación es fundamental en nuestras vidas.

Comunicarse es el modo que tenemos de relacionarnos y de expresar quiénes somos, y reducir el riesgo de padecer un derrame cerebral consiste en realizar pequeños cambios en tu forma de vida.

Imagina que tu capacidad para hablar desaparece de la noche a la mañana. Las palabras están en tu cabeza pero no puedes pronunciarlas, los números no significan nada para ti, no puedes ni siquiera escribir tu nombre. Ésa es la realidad para la gente con afasia, un padecimiento atroz que afecta a un tercio de la población que tiene un derrame cerebral cada año. Los derrames cerebrales matan a uno de cada doce hombres y a una de cada ocho mujeres, y son la tercera causa de muerte después de las enfermedades coronarias y del cáncer. Si sobrevives, un derrame cerebral puede dejarte con invalidez física o mental.

Reducir el riesgo es cuestión simplemente de hacer algunos cambios, así que merece la pena ver de qué se trata. Algunos de ellos son incluso divertidos, como por ejemplo beber vino.

Una Buena Idea…

Tómate un cambur al día, es la fuente más rica de potasio que ayuda a reducir la presión arterial, uno de los principales causantes del derrame cerebral. ¿Por qué no tomar un batido de cambur para desayunar? Mezcla un cambur con un poco de leche y un yogur, y añádele una cucharadita de miel. Está delicioso.

Como cualquier otro órgano del cuerpo, el cerebro recibe sangre a través de un entramado de vasos. A través de éste, la corriente sanguínea riega el cerebro con el oxígeno y nutrientes que necesita para funcionar normalmente. Pero cuando uno o más vasos no pueden suministrar suficiente sangre al cerebro, puede dañarse. Esto es lo que conocemos como derrame cerebral, y por eso el colesterol alto es una mala noticia para tu corazón. Las arterias que están atascadas también afectan al cerebro e incrementan el riesgo de sufrir un derrame.

Y volvemos al tema de beber vino. El consumo moderado de alcohol contribuye a hacer la sangre más fluida e incrementa los niveles de colesterol sano HDL reduciendo el riesgo de padecer un derrame en un veinte por ciento. Mantener los niveles de estrés bajos también es importante, así que ¿por qué no terminas el día con una copa de vino? Pero subraya la palabra «moderado»: Demasiado alcohol, más de dos o tres unidades al día, aumenta el riesgo de sufrir un derrame.

Toma con esa copa de vino una comida casera a base de pescado. Como el alcohol, las grasas del pescado azul como el salmón, la trucha, el atún, la caballa y el arenque pueden aumentar los niveles de colesterol bueno (HDL). Come pescado cinco días o más a la semana y tendrás la mitad de probabilidades de sufrir un derrame cerebral en comparación con las personas que comen pescado menos de una vez al mes.

Asegúrate de añadir al pescado una buena porción de verduras al vapor y tal vez algo de arroz integral para reducir los niveles de homocisteína. Una gran cantidad de esta sustancia de origen natural ha sido relacionada con un mayor riesgo de padecer enfermedades coronarias. De hecho se cree que podría aumentar las posibilidades de tener un derrame cerebral. Algunos nutrientes, sobre todo la Vitamina B6, B12 y el Ácido Fólico, tienen la ventaja de reducir los niveles de homocisteína. Así que si tomas unas buenas dosis de ellas comiendo una dieta rica en verduras y cereales integrales y tomando un complemento diario de Vitamina B, puedes reducir el riesgo de padecer un derrame cerebral.

Otra Idea Más…

Tomar demasiada sal puede elevar tu tensión arterial, lo cual triplica el riesgo de padecer un derrame cerebral independientemente de la edad que tengas. Si quieres saber más sobre la manera correcta de alimentarte, revisa en Curadas un interesante artículo, haciendo clic AQUÍ

Hagas lo que hagas, no rocíes la comida con sal antes de comer. Si quieres reducir el riesgo de sufrir un derrame cerebral, debes evitar añadir sal mientras cocinas o en la mesa, y también reducir el consumo de comida preparada y de comida rápida. La sal sube la tensión arterial, por lo que se cree que es el principal causante de los derrames. Algunos productos ricos en sal y que no lo parecen son, por ejemplo, la sopa enlatada, las judías en conserva, el queso, las carnes procesadas, las aceitunas, la mostaza y la salsa de soya.

Finalmente, bebe un gran vaso de agua después de comer. Al menos dos estudios han demostrado que la ingesta del magnesio que está en el agua reduce el riesgo de padecer un derrame, así que es posible que beber agua mineral rica en magnesio pueda protegerte a largo plazo.

La Frase:

«Las mentes, como los cuerpos, caerán a menudo en un estado malsano, que procede de un mero exceso de confort».

Charles Dickens

 

 

 

*Tomado de: «Cuidado con los derrames» de: Sally Brown. En: Vive más y Mejor. Técnicas anti-ageing para conservar la salud y la juventud, de la colección 52 Ideas Brillantes de la Editorial Nowtilus, Madrid 2005.

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