La importancia de un régimen de alimentación equilibrado (Segunda parte)

Un régimen de alimentación equilibrado es importante siempre.

Una persona que por la mañana sale de su casa sin haber tomado un desayuno adecuado y cuyo almuerzo es deficiente para sus necesidades orgánicas, no podrá realizar bien su trabajo, ya sea en la escuela o en la oficina, y está sujeta a enfermar fácilmente.

Dice el Dr. Osler, afamado médico canadiense, que el «noventa por ciento de todas las dolencias, sin contar las enfermedades infecciosas, las contagiosas y los traumatismos, están relacionadas directamente con la alimentación».

Solo durante la última conflagración mundial se llegó a comprender la importancia de la alimentación.

En esa guerra, se pudo comprobar cuál era el valor de las vitaminas y de las proteínas; cuál es el mínimo de calorías con las que puede subsistir el ser humano, además de muchos otros hechos importantes de la alimentación y la nutrición.

Los penosos acontecimientos de los últimos años de guerra y de los que luego siguieron establecieron definitivamente el siguiente hecho:

Aunque es posible vivir con una ración alimenticia de escaso valor calórico, una alimentación insuficiente prolongada provoca un tremendo aumento de las enfermedades infecciosas, especialmente de la tuberculosis, entre personas jóvenes, así como un elevado índice de mortalidad infantil.

Este hecho causó una muy profunda impresión en los profesionales que lo estaban estudiando. Continuaron sus observaciones e investigaciones, y llegaron a idear procesos para la administración de proteínas pre-digeridas a personas debilitadas por inanición hasta tal punto que en lo pasado, habrían sido abandonadas como casos perdidos, sin esperanza de restablecimiento.

Consiguieron así verdaderas resurrecciones. Descubrieron que una alimentación insuficiente origina ciertos fenómenos de verdadera decadencia orgánica, degeneración lenta y progresiva, lo que se manifiesta en los conocidos signos de envejecimiento, tales como arrugas, canas, falta de memoria, andar inseguro, dolores reumáticos articulares, etcétera.

Esta deficiencia se origina en las personas de edad avanzada, por la creencia bastante frecuente de que los ancianos deben privarse de ciertos alimentos a fin de gozar de salud.

Al poco tiempo comenzó a cristalizar en la mente de los médicos la siguiente idea: ¿Quizá los síntomas crónicos de la vejez no fueron provocados, al final de cuentas, por lo avanzado de la edad, sino más bien como resultado de un prolongado régimen alimentario deficiente?

Esto ha sido comprobado mediante experimentos bien controlados en los que participaron setecientos ancianos, en varias instituciones, donde el régimen era estudiado con todo cuidado y técnica, de manera que se les administrara una alimentación enteramente adecuada.

A pesar de todo, en muchos casos, quedó comprobado que existían deficiencias alimentarias latentes o patentes, cuyas causas tenían su origen en las restricciones alimentarias a que habían sido sometidos antes de entrar en la institución.

Por otra parte, algunos investigadores ingleses, después de observaciones y estudios cuidadosos, llegaron a la conclusión de que en el setenta por ciento de los casos desaparecen algunas de las «características de senilidad», tales como las perturbaciones nerviosas, cuando se suministran a los pacientes altas dosis de vitaminas B y C.

En algunas zonas de Sudamérica, este hecho tampoco es desconocido. No es difícil ver en las familias pobres y cargadas de hijos, a individuos, principalmente mujeres, que a los treinta años tienen el aspecto de personas de cincuenta años o más.

Wikipedia

 

Tomado de: «La importancia de la alimentación» por: Dr. Antonio A. de Miranda. En: Nutrición y vigor. de la Editorial Publicaciones Interamericanas, 1979.

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