Revisemos algunos útiles consejos a la hora de presentar una hemorragia interna. Veamos lo que se puede hacer antes de que el paciente sea trasladado a un centro de salud.
Hemorragias internas. Identifica los síntomas.
Las hemorragias internas son variadas. Pueden ser, por ejemplo, desde un hueso hasta el tubo digestivo.
Vamos a recurrir al popular Doctor Bueno para que nos explique de dónde vienen las hemorragias internas.
Además, cuáles son sus señales y si se puede hacer algo antes de buscar ayuda especializada.
Las hemorragias internas: En diferentes partes del cuerpo
«Las hemorragias internas son variadas. Podemos tenerlas dentro de la cabeza, dentro del tórax, dentro del abdomen, en los huesos tras una fractura de pelvis o de fémur», dice el conductor del canal «Medicina Clara», en YouTube.
«Además, podemos estar tomando anticoagulantes y eso favorecer algún tipo de hemorragia interna», aclara.
Fernando Fernández-Bueno, su nombre de pila, afirma que algunas hemorragias internas se pueden detener por sí solas.
Eso dependerá del lugar, de la cantidad y del tipo.

«A veces con la comida y la gente que toma anticoagulantes tiene que tener una determinada rutina. En ocasiones esos anticoagulantes hacen más efecto de lo normal y algunas personas pueden tener un sangrado digestivo».
«Entonces pueden tener un vómito de sangre o tener un sangrado rojo o negro, que suele ser lo más frecuente. Algunas veces es simplemente una pequeña angiodisplasia o algún pólipo que ha sangrado sin más».
«O a la persona le sangra la nariz o se pone un ojo rojo, y no hay que hacer absolutamente nada», manifiesta el galeno egresado de la madrileña Universidad Rey Juan Carlos.
«Pero vamos a hablar de aquellas hemorragias que van a tener un síntoma importante».
Las hemorragias internas: ¿Qué hacer?
«Por ejemplo, voy montando en bicicleta, me caigo, me doy con el manillar en el abdomen, sobre todo en el lado izquierdo, por debajo de las costillas, puedo tener una rotura esplénica y un sangrado abdominal», señala el diplomado.
«O me puedo caer tras subirme a una escalera y sufrir una fractura de fémur o de la pelvis y tener un sangrado interno».

¿Cómo nos damos cuenta?
«En los traumatismos todos dirán que por el golpe que nos duele; sí, pero te duele el golpe: la hemorragia a veces por la zona interna no duele absolutamente nada».
«Lo que vamos a notar es, primero, palidez, sobre todo dentro de las conjuntivas, que se ponen más blancas. También taquicardia, me aumentan las pulsaciones. Además, taquipnea o respiración rápida», explica el diplomado.
El profesional de la salud indica que «como estoy perdiendo sangre mis tejidos no se oxigenan y al no oxigenarse porque estoy perdiendo sangre mi corazón late más rápido, y los pulmones ventilan también más rápidamente».
«Parece que me ahogo, que me faltara el aire, me voy poniendo pálido poco a poco; estoy cansado, con mareo, lo cual revela que mi tensión arterial va bajando».
Las hemorragias internas: Ojo con la tensión arterial
«Ojo, porque la tensión arterial no es lo primero que cae en una hemorragia interna, es una cosa que ocurre después pero no es lo primero. Si tengo un tensiómetro en casa mi tensión puede estar bien o haber bajado un poquito», expresa el facultativo.
«Pero sí que el mareo, que me siento aletargado, y me digo «si me he dado un golpe por la mañana en la bicicleta y solo tengo un golpe pero me siento acelerado…ojo, porque puedo tener una hemorragia interna».
¿Puedo hacer algo en ese momento?
«Si el paciente ha tenido un mareo, un síncope en el suelo, levantarle las piernas, ver que no tenga ninguna zona de hemorragia externa. Si toma antiagregantes o anticoagulantes ese día no se la den», aclara el Doctor Bueno.
«Eso sí: hay que ir a un centro clínico para comentar esta situación porque puedo estar con una sobredosificación del anticoagulante que estoy tomando y tener esa hemorragia».
El expositor acota que la mayoría de las hemorragias internas si son leves son autolimitadas y se detienen.

Atención médica
«Las hemorragias leves a moderadas requieren de atención hospitalaria y no todas ellas demandan de tratamiento».
«Por ejemplo, yo puedo tener una hemorragia por el bazo, haber perdido medio litro o un litro de sangre, pero tener una laceración y simplemente estar un hematoma contenido, no hay que hacer nada, solo vigilancia de los síntomas».
«En otros casos, sobre todo del tubo digestivo, la gran mayoría va a requerir de una colonoscopia o de una endoscopia digestiva alta, de una gastroscopia».
«Y en algunos casos ya graves – hemorragias toráxicas, craneales o libres a la cavidad abdominal – pues lo que van a necesitar algunos de ellos es una cirugía para extirpar el órgano que se ha roto o drenar esa cavidad».
«Y hacer la recepción típica que tengamos que hacer de la zona que esté sangrando», completa el galeno.

Por cierto, informa que en caso de acudir a un centro de salud no se debe comer ni beber nada, por si se necesita una cirugía.
«Recapitulando, tú en tu casa: control de los síntomas; que me mareo, piernas en alto, y rápidamente avisar a los servicios sanitarios, no tomarme los anticoagulantes o antiagregantes en ese momento, y contar bien la historia de lo ocurrido».
Eso con el propósito de que los médicos puedan valorar la gravedad del traumatismo en el caso de ser traumatismo, o de la enfermedad en el caso de que sea una enfermedad.
«Una medicina comprensible es posible y necesaria» es la frase con la cual el Doctor Bueno concluye siempre sus útiles disertaciones.
Tomado de Doctor Bueno Medicina Clara, Wikipedia, Medline Plus.
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