La felicidad está en la cabeza y no en la realidad

«Mi fórmula de tener buena salud y mala memoria significa que la capacidad para olvidar y para perdonar es salud mental», dice el psiquiatra Enrique Rojas.

La felicidad está en la cabeza y no en la realidad.

Tal aserto corresponde al renombrado psiquiatra español Enrique Rojas.

Director del Instituto Español de Investigaciones Psiquiátricas, el médico se refiere a diversos tópicos inherentes a su especialidad.

Sobre todo, explica aspectos de la felicidad, de la vida en pareja y cómo afrontar una depresión, entre otros aspectos.

Dichos temas tuvieron inclusión en el último Congreso Internacional de la Juventud, celebrado en Roma, la capital italiana, evento en el cual intervino.

La felicidad está en la cabeza y no en la realidad: Temas en boga

«Una de las preguntas que me hicieron fue qué hacer con el bombardeo informativo. Hoy, hay un síndrome que es el síndrome por exceso de información. Excesiva información, y casi toda, negativa».

«La guerra en Ucrania, la pandemia. Todo eso genera un fondo depresivo. Hay una sensación de falta de horizonte».

La felicidad está en la cabeza y no en la realidad

Hijo y padre de psiquiatras, el autor del libro «Todo lo que tienes que saber sobre la Vida» aborda, en instancia inicial, los principales motivos de los pacientes que atiende en consulta.

«Lo primero, depresiones. Luego, ansiedad, la flotante o las crisis de pánico. También tenemos los trastornos de la personalidad, que se han multiplicado. Y el cuarto motivo son las crisis de pareja», dice.

Rojas es catedrático emérito de Psiquiatría de la Universidad de Extremadura y docente de Psiquiatría y Psicología Médica en el centro universitario Villanueva.

La felicidad está en la cabeza y no en la realidad: Buena salud y mala memoria

Exhibe como fórmula de la felicidad la «buena salud y mala memoria».

«La fórmula mía de tener buena salud y mala memoria significa que la capacidad para olvidar y para perdonar, para perdonarte a ti mismo y a los que te han ofendido, es salud mental», manifiesta el médico.

Señala el profesional de la salud que hay dos tipos de felicidad.

«La felicidad absoluta, que no existe, que se da en el otro barrio cuando te mueres, y la relativa, que es la real».

«La felicidad relativa consiste en lo siguiente: que haya buena relación entre lo que yo siento, lo que yo pienso y lo que yo hago. Pero tiene que haber coherencia de vida».

La felicidad está en la cabeza y no en la realidad: Relación con la temporalidad

El galeno expresa que hay una relación entre la felicidad y la temporalidad.

«La felicidad en relación con el pasado es sufrimiento superado. En relación con el presente, es ‘carpe diem’, saber disfrutar de la vida cotidiana, y en relación con el futuro, la felicidad consiste en ilusión».

«El hombre viejo es aquel que mira más hacia el pasado que hacia el futuro. El joven, el que tiene siempre ilusiones por cumplir, aunque tenga 80 años. La juventud va por dentro», indica el doctor Rojas.

La felicidad está en la cabeza y no en la realidad

Tiene una explicación para los altos índices de ansiedad entre jóvenes.

«Los adolescentes viven un fenómeno nuevo. Los jóvenes están siendo bombardeados permanentemente. Se aprieta un botón y se tiene lo que se quiere, esa inmediatez»

«El móvil y las redes sociales favorecen esto y los jóvenes no aprenden a tener capacidad para afrontar y superar las frustraciones. De ahí vienen la ansiedad, el estrés», afirma el titulado.

La felicidad está en la cabeza y no en la realidad: Gente perdida

-¿Qué pasa con el alto número de suicidios?

-La gente está perdida. Estás perdido cuando no tienes claro lo que quieres hacer. Cuando uno no sabe lo que quiere no puede ser feliz.

La felicidad está en la cabeza y no en la realidad

-¿Qué significa saber lo que uno quiere? 

-Saber lo que uno quiere tiene que ver, primero, con haber luchado por tener una personalidad de cierta madurez, estructurada, y en segundo lugar, con tener un proyecto de vida, un programa vital con cuatro grandes notas, que son amor, trabajo, cultura y amistad.

Sostiene que «la felicidad está en tu cabeza, en tu mente, no depende de la realidad».

Ejemplo ilustrativo

Ofrece un ejemplo para ilustrarlo mejor.

«Venía en mi vehículo por una carretera, acompañado por mi familia, y me detuve en una gasolinera. Uno de mis nietos tenía ganas de ir al baño y otro sufría de carraspera».

«Enterada del asunto, la mujer que atendía me dijo ¡que suerte tiene, acabo de arreglar el baño’. Y en cuanto a la carraspera comentó ‘mire, la mejor miel de la zona la hace mi abuela. Se la traigo ahora’ «. 

«Además, me entregó un saco de naranjas para que me lo llevara. Yo le pregunté, entonces, ¿usted es feliz? Y me contestó ‘cómo no voy a serlo si lo tengo todo’ «.

«Por eso es que la felicidad no depende de la realidad, sino de cómo interpretas la vida».

Asevera por otro lado que hay que saber perder, que las derrotas son un gran aprendizaje.

«Hay que moderar las ambiciones, no pedirle a la vida lo que no te puede dar. Conozco mucha gente que vive modestamente y es muy feliz. Y conozco gente que lo tiene casi todo y siempre está insatisfecha».

Importancia del amor

Destaca el especialista clínico que el argumento esencial de la vida, para la felicidad, es el amor.

«El amor es el primer movimiento de la voluntad hacia el bien. El amor es un trabajo, es artesanía, dedicación».

«Es entrega y magia, códigos secretos. El amor es sentirse feliz haciendo feliz al otro».

Aprovecha para ofrecer consejos para una sana relación de pareja.

«Lo primero es evitar discusiones innecesarias. Segundo, no sacar la lista de reproches del pasado. Tercero, aprender a darle a las cosas que nos pasan la importancia que tienen, no convertir una discusión en una tragedia griega. Y cuarto, aprender a perdonar y evitar el rencor»,

El psiquiatra Enrique Rojas subraya finalmente que «la diferencia entre una persona infeliz y una feliz es que el feliz no tiene rencor, pasa página, y la persona infeliz se queda atrapada, no sabe pasar página».

Tomado de La Voz de Galicia, Bioeticared.

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