Tampoco me alcanzan las palabras – por Rodolfo Izaguirre

TAMPOCO ME ALCANZAN LAS PALABRAS

Desde Caracas puedo imaginar al viento que avanza sin descanso desde Jordania o desde el desierto del Negev. Ululante, pero por momentos sordo o dormido aunque insistente, activo; a veces violento como si sacudiera al aire árido y caliente, como si se empeñara en recordarnos que es soplo de vida, aliento creador, espíritu alado que puede ser noble y benéfico o perverso y letal. Aire de aurora o huracán de arena cargado de bienestar y provecho, pero también de asperezas y maldad. ¡El viento que se acerca a Jerusalén! 

Acepto que es cierta y tangible la belleza de lo imposible; admito que hay poesía en la sequedad y aridez del desierto. Y escucho al viento cuando topa con el Muro de las Lamentaciones y siento no solo la potencia de lo que es sagrado sino el poder del propio tiempo.

En cada papelito colocado en las pequeñas grietas o hendiduras del Muro; en cada oración densa y silenciosa o en el rumor de las súplicas; en todos y cada uno de los gestos y movimientos y oscilaciones de los cuerpos al rezar, siento que desde siglos atrás el éxodo, el pálpito, los anhelos pero también los estragos y la maldad han dado forma, valor y consistencia al tiempo judío y que ese mismo tiempo también recorre un dolor de siglos. 

Y en Caracas, mientras está allí́ frente al Muro, advierto en mis sueños que deja a un lado la violencia y se acaricia a sí mismo. Es evidente que siente que la violencia, la crueldad de los otros es uno de los fundamentos del legendario Muro, pero también el anhelo de que aquella violencia de siglos que azota al pueblo judío se desvanezca para siempre. 

Es lo que trata de hacer Raquel Markus-Finckler con su Proyecto Literario y Artístico «No alcanzan las palabras»: enfrentarse como un tiempo vengador y justiciero y condenar las atrocidades e infortunios que en todo tiempo y lugar padece y sigue padeciendo el pueblo judío. Para lograrlo concierta veinte poemas suyos no solo con la obra de 26 artistas visuales, en su mayoría judíos, sino con nuestra acerada solidaridad.

Conozco a algunos de estos artistas y los admiro, a otros no los conozco, pero me impresionan el talento y la originalidad que enriquecen sus obras y al resto me agradaría conocerlos para admirarlos aún más. Un poderoso prólogo de Stephen Sadow nos pone de pie y nos echa a andar por la historia de los judíos en Venezuela.

Raquel Markus sabe perfectamente lo que ama y lo que odia porque es judía, sabe también que ser judía duele porque duele amarrar una bandera a la esperanza. Ella es heredera de una historia cruel en la que hay rabia, ilusiones perdidas, seres golpeados por el dolor y estrellas que se rompen en espacios vacíos. Una historia de acechanzas, estafas y genocidios que a partir del feroz y criminal desatino del 7 de octubre han colocado a Raquel Markus al borde de un abismo a la espera de una cuerda salvadora que se presume nadie, fuera del universo judío, es capaz de lanzar.   

Personalmente me he ido alejando cada vez más de la poesía literaria que cubre de azúcar las palabras y ¡ahoga al poema con olores vespertinos que lo alejan de su propia naturaleza!

Siendo niño ya me embriagaba la música de las palabras e ignoraba que existía un lenguaje literario y otro apto para la conversación, y decía «serpiente», y nombraba a las «aves», hasta que Juan Ramón Jiménez que andaba por el mundo con un burrito llamado Platero me dijo que en lugar de «serpiente» dijera «culebra» y en lugar de «ave» dijera «pájaro». 

Es lo que hace Raquel Markus y va más allá.  Respira hondo frente al cataclismo y el dolor de ser judío porque no le alcanzan las palabras de la literatura para expresar su rabia. Entonces, para manifestar sus encrespados ánimos se apoya en el lenguaje cotidiano de noble color y olor natural y con ello eleva aún más la perplejidad de su justificado odio y desafiante enfrentamiento a los enemigos del judaísmo. Y hace literatura con un lenguaje no tradicional. Logra desahogarse y enaltecerse a la vez que crea una buena obra.

¡El único consuelo que puedo ofrecerle a ella después de conmoverme hasta las lágrimas es confesar que tampoco a mí me alcanzan las palabras!
NOTA: Sobre “No alcanzan las palabras”

Se trata de un proyecto literario y artístico, liderado por la poeta judía venezolana Raquel Markus – Finckler, que tiene la finalidad de conmemorar el primer aniversario del 7 de octubre, fecha infame en que el terrorismo del yihadismo islámico tomó el sur de Israel para ejecutar el mayor pogromo que ha tenido lugar desde la época en los que los nazis pintaron de rojo las calles de una Europa herida.

Este proyecto convocó a un grupo de instituciones, artistas e intelectuales para lograr una meta llena de conciencia y compromiso, habida cuenta de que se trataba de un trabajo ad honórem y por la sola satisfacción de hacer lo correcto: usar lo que uno tiene –el arte y la creatividad– para dejar salir la frustración, la rabia y el desconcierto, y encontrar consuelo en la esperanza y el deber cumplido al honrar la memoria de los caídos.

Son varios los artistas plásticos que aceptaron colaborar con esta obra ad honorem y completamente comprometidos con su propósito. En orden de publicación, ellos son: Ricardo Benaim, Edith Shlesinger, Samantha Finckler, Irene Pressner, Monique Mendelovici, Susy Iglicki, Cecilia Hecht, Orlando Campos, Susan Hirschhaut, Lisette Waich, Luis Franco Gutiérrez, Lihie Talmor, Geula Zylberman, Vanessa Baumgartner, Dahlia Dreszer, Vanessa Katz, Leah Reategui Rotker, Pájaro, Maruja Herrera Benzecri, Paola Levy, Raquel Soffer, Simón Weitzman, Lucy Keme, Silvia Cohen, Karla Kantorovich. 

El libro está circulando de manera gratuita por medio de correos electrónicos y grupos de WhatsApp y está disponible en la plataforma Flip, por medio del link: https://online.fliphtml5.com/vmqsy/ymie/

Los interesados pueden solicitar la obra en formato PDF escribiendo a noalcanzanlaspalabraslibro@gmail.com. Y quienes quieran ver los veinte video poemas que forman parte de este proyecto pueden buscar el canal No alcanzan las palabras en YouTube:

Además, el poemario será incluido en el catálogo digital de la Biblioteca Nacional de Israel y formará parte de los proyectos de Mercaz, la central virtual de recursos sobre la masacre de Hamas en Israel de la Organización Sionista de Argentina.

Rodolfo Izaguirre

También te puede interesar:

Somos Curadas.com Tu compañía en información

Únete a Curadas en tus redes sociales y aplicaciones favoritas

Nos alegra que te guste Curadas y quieras unirte a nosotros. Tienes varias formas de ser parte de Curadas:

  • Síguenos en las redes sociales
  • Entra a un grupo de Telegram o WhatsApp
  • Recibe nuestro boletín en tu correo electrónico

Aquí tienes los enlaces a las redes sociales de Curadas

Twitter

facebook

Instagram

YouTube

LinkedIn

Recibe nuestro boletín por correo

Entra a un grupo de WhatsApp

Entra a un grupo de Telegram

Si quieres decirnos algo:

  • Comenta al final de cualquiera de nuestras publicaciones
  • Menciónanos en las redes sociales
  • Escríbenos a info@curadas.com

¿Qué opinas?