En una reunión con los embajadores acreditados en Venezuela, en la Casa Amarilla, la vicepresidenta Delcy Rodríguez, leyó una carta del presidente Nicolás Maduro, en la cual convoca a una «cumbre por la paz», con la finalidad de evitar que el conflicto en el Medio Oriente tenga consecuencias catastróficas.
«Las agresiones de Israel hacia Irán, agravada por la acción militar de EE. UU. amenaza con desencadenar una crisis con consecuencias catastróficas contra la región y el mundo, a ello se suma la persistente negativa a desmantelar su arsenal no declarado y el rechazo al régimen de inspecciones», dice la misiva.
Agrega que «esta impunidad sostenida representa un serio riesgo para la seguridad colectiva, frente a esto Venezuela hace un llamado urgente al sur global para promover un cese al fuego inmediato y completo en Asia Occidental».
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Sostiene que «este llamado debe constituir el primer paso hacia una solución política integral construida desde el diálogo y el respeto entre los Estados».
E este contexto, Maduro propuso «la convocatoria de una cumbre por la paz y contra la guerra para enfrentar el peligro creciente de un conflicto que podría arrastrar a la humanidad al abismo de una guerra nuclear».
Explica que esa cumbre «debe efectuarse a la brevedad posible con los actores más involucrados. Esta cumbre debe estar liderada por la Liga Árabe, la Organización del Golfo y los BRICS, con el compromiso de potencias de paz como China y Rusia y contando con las naciones del sur global».
Enfatiza en que se debe «avanzar hacia una zona libre de armas nucleares y exigir un mecanismo de desarme nuclear en Israel. Venezuela propone un enfoque inclusivo basado en el respeto internacional que puede garantizar la paz verdadera en Asia Occidental».