Un santo me ha llevado al infierno – Jeanette Ortega Carvajal
José Gregorio Hernández inspiró esta reflexión sobre la psicología de la culpa y el dolor eterno de quien protagonizó un delito culposo.
José Gregorio Hernández inspiró esta reflexión sobre la psicología de la culpa y el dolor eterno de quien protagonizó un delito culposo.
No fue en el teatro en forma de ele de La Castellana, sino en la parte alta que preside la obra de González Bogen, el actual Centro Cultural de Arte Moderno (CCAM) donde colocaron las tarimas y estanterías pintadas de blanco, practicables cuadrados o rectangulares perfectamente diseñados para desarrollar la más reciente obra coreográfica de Claudia Capriles titulada In Extremis con que se inauguró la quinta edición del Festival de Artes Escénicas Franco-venezolano, auspiciado por la Embajada de Francia.
Hay detrás de las palabras sonidos que se convierten en música gloriosa, secreta e inaudible que sólo escucha quien las escribe. Todo texto escrito por mí arrastra el encanto y el privilegio de llegar a ser una partitura que califica al escritor cuando este le concede a su escritura el honor de ser ángel musicante porque logra que el escritor quede satisfecho con lo que escribe.
Me conmoví cuando mi hija Valentina, que vive en Los Ángeles, me mostró la foto de una despejada área del cementerio en la que aparece intacta, en el centro, la tumba de Bela Lugosi un personaje del cine que respeto porque en el momento en que nací, justo en el año que me trajo al mundo
Laura Pausini publicó un video en su canal de YouTube interpretando Mi historia entre tus dedos. ¿Qué versión te gusta más?
Es muy venezolano que nos dediquemos a ensalzar a nuestros compatriotas. Se llama ditirambo la alabanza exagerada y nuestro país está lleno de encomios excesivos; alguna loa encontraría lugar en una estupenda Antología de los encumbramientos.
También Eleazar López Contreras restringió la entrada de chinos al país y Camejo Yánez, citado por Rosaura Ochoa en su libro sobre Migración de Chinos (2023)
Existen muchas maneras de definir la vida, una de ellas es decir que son palabras dichas en determinada circunstancia de júbilo, de amor o tristeza, de emocionadas sorpresas, palabras de agobiado pesar o nunca dichas puesto que el silencio puede ser el discurso más expresivo cuando va colmado de afecto o dura intemperancia; puede ser agresivo, insultante, feroz. La palabra humana, decía Gustavo Flaubert, «es como una caldera rajada con la que tañemos melodías buenas para hacer bailar un oso cuando quisiéramos conmover a las estrellas».
Atrás queda el caluroso tumulto humano de Naiguatá y la costosa serenidad de los clubes y balnearios privados que se activan en su cercanía y se abre entonces la larga carretera paralela al mar que conduce a Los Caracas, aclamada zona vacacional en tiempos de Pérez Jiménez recuperada hoy, pero solitaria y al parecer militarizada. A la izquierda de la carretera se mantiene la inmensa eternidad del mar y la clara línea de un horizonte inmóvil.
La unión de moral y luces es lo que hace a esta frase tan poderosa. Bolívar no quería honestidad sin conocimientos, ni cultura sin valores.
El siguiente cuento fue el ganador del primer concurso de cuentos cortos realizado por la Asociación de escritores monaguenses (ASOESMO) «El Último Combate» En el año 2147, la guerra ya … Leer más
En los anales de la historia venezolana, pocos nombres resuenan con la fuerza y el misticismo del Centauro de los Llanos, el inigualable José Antonio Páez.
Y me sentí orgulloso y me enaltecí al saberme vivo en la memoria de mi profesor y descubrí y valoré que él era un ser humano espléndido y sincero.
Pero en este mes de mayo se trataba de explorar el vasto y complejo universo de la Felicidad y la Asociación le dedicó toda una Jornada y con la presencia de psicoanalistas de reconocida experiencia ofreció diversas miradas que la escudriñaron y explicaron de dónde proviene y qué hacer con ella.
No creo que exista nadie en el mundo que haya conocido como yo a Cordelia, la hija del Rey Lear cuando era una niña de seis o siete años que era también mi edad y mi mamá me habló de ella.
¡Seguimos siendo el cazador que fuimos en los mismos valles que conocieron los animales de la prehistoria y nuestra presa mas codiciada continua siendo la mujer.
¡Seguimos siendo el cazador que fuimos en los mismos valles que conocieron los animales de la prehistoria y nuestra presa mas codiciada continua siendo la mujer.
«La otra noche dijiste que…!» comenzó a decir uno del grupo y mi amigo lo atajó: «¿tenía tragos?» Si, le respondieron. «Tenías varios tragos encima». «¡Entonces no lo dije!», contestó mi amigo zanjando la situación.
«La otra noche dijiste que…!» comenzó a decir uno del grupo y mi amigo lo atajó: «¿tenía tragos?» Si, le respondieron. «Tenías varios tragos encima». «¡Entonces no lo dije!», contestó mi amigo zanjando la situación.
«La otra noche dijiste que…!» comenzó a decir uno del grupo y mi amigo lo atajó: «¿tenía tragos?» Si, le respondieron. «Tenías varios tragos encima». «¡Entonces no lo dije!», contestó mi amigo zanjando la situación.