La roca de playa Larga – por Rodolfo Izaguirre
Atrás queda el caluroso tumulto humano de Naiguatá y la costosa serenidad de los clubes y balnearios privados que se activan en su cercanía y se abre entonces la larga carretera paralela al mar que conduce a Los Caracas, aclamada zona vacacional en tiempos de Pérez Jiménez recuperada hoy, pero solitaria y al parecer militarizada. A la izquierda de la carretera se mantiene la inmensa eternidad del mar y la clara línea de un horizonte inmóvil.