La periodista estrella y las estrellas del coronel (vigésima cuarta entrega) – por Ángel Alberto Bellorín

Título original: LA PERIODISTA ESTRELLA Y LAS ESTRELLAS DEL CORONEL: HISTORIA DE UN JUICIO INÚTIL. Por Ángel Alberto Bellorín (24ta. entrega).

BELLORÍN, ¿QUE PASÓ CON EL SEGUNDO JUICIO?

Retomar una coherente narrativa sobre las incidencias del segundo juicio nos obliga a retroceder en el tiempo hasta el mes de abril de año 2005.

He manifestado en entregas anteriores qué mis primeras actuaciones en esa causa fueron para construir un enlace de este nuevo juicio con el juzgado de ejecución, a los fines de evitar se concretara la suspensión condicional de ejecución de la pena impuesta a la periodista estrella en el primer juicio. Eso ya fue relatado.

En esta entrega trataré las incidencias más llamativas surgidas en esta nueva causa capaces de retardarla hasta tal punto que finalizó el año 2005 sin que hubiera sido posible su inicio .

LA PAPA CALIENTE DEL SEGUNDO JUICIO.

Ese traslado en el tiempo nos conduce a tres fechas importantes del mes de abril del 2005 con eventos necesarios de inter relacionar.

El día 25 presenté la segunda acusación penal; el día 26 la Sala Penal del TSJ declaró inadmisible el recurso de casación dejando firme la sentencia condenatoria y por último el 28 de abril fue admitida la segunda acusación penal y se ordenó la citación a la acusada.

El 2 de mayo de 2005, ahora sin la motivación de la DISIP, Ibéyice Pacheco acudió mansita a la citación en el Tribunal Décimo Quinto de Juicio a cargo de la juez Ivonne Ayaach, nombró abogados y la juez fijó para el 14 de junio de 2005 la realización de la audiencia conciliatoria. Hasta allí todo marchaba en aceptable rutina.

Mi primera actuación en el expediente luego de la admisión de la acusación y fijación de fecha de la audiencia de conciliación, fue al día siguiente 3 de mayo y consistió en solicitar a dicho tribunal que remitiera al tribunal de ejecución copia certificada del auto de admisión de la acusación.

Esa solicitud evidentemente activó las alarmas pues colocó en la mesa mi clara intención de ir contra la suspensión de la ejecución de la pena.

Es lógico que todos los involucrados al revisar las normas de referencia se percataron que tal solicitud era la propia «papa caliente». Allí se desataron los retardos sostenidos con absurdos.

Cualquier parecido con esa vorágine de absurdos que observamos con sorpresa en la actualidad judicial, por supuesto que está totalmente relacionado en el fraude y la trampa.

Es entonces que un sencillo trámite procesal de rutina y por tal razón de rápida respuesta, interpuesto el 3 de mayo en el Juzgado Décimo Quinto de Juicio, en este caso fue demorado todo el mes.

Durante ese lapso se activaron muchas acciones fraudulentas producto del desespero e improvisación. Eso fue una importante señal de alerta como otras que a continuación y en forma encadenadas fueron surgiendo.

Hechos incoherentes coordinados entre sí, que indicaban una cohesión de factores institucionales para favorecer a la pretendida víctima del gobierno y negar justicia a la verdadera víctima del delito.

Esas mismas instituciones que según Ibéyice Pacheco eran manejadas por el gobierno y la perseguían en forma inclemente, en verdad conspiraron para hacer fraude a la ley y favorecerla.

IBÉYICE PIDE AUXILIO, CONSPIRACIÓN EN MARCHA

Aún sin recibir respuesta a mi tercera solicitud sobre el auto de admisión, en fecha 24 de Mayo de 2005 los abogados de la periodista solicitaron a la juez Ivonne Ayaach requerir del tribunal de la juez Eliana Cherubini Sánchez la grabación del juicio que motivó la sentencia de nueve meses de prisión..

Conocían que tal grabación no estaba en ese tribunal y sí en mi poder ya que fue mi iniciativa, a mis costas y así constaba en el expediente. Por tal razón, era una solicitud absurda que no entendí en su momento, pero que nada bueno presagiaba.

En forma expedita al día siguiente en oficio número 431- 2005, de fecha 25 de mayo de 2005 la juez de juicio solicitó a la juez de ejecución remitir a la mayor brevedad posible «el casete de grabación correspondiente al juicio que se le siguió a la ciudadana Ibéyice Pacheco».

Esa acción de la juez si fue rápida y otra fuerte señal de una línea directa entre ambos tribunales. Mientras mi solicitud para el mismo tribunal era demorada, Ivonne y Eliana intercambiaban información oficial y posiblemente muchas otras en forma extraoficial.

Ese mismo día 25 de mayo en horas de la tarde los abogados de Ibéyice Pacheco interpusieron en el Tribunal de Juicio una solicitud de «Auxilio judicial» para su defendida.

Está fue otra alarmante señal de locura. En pleno derecho, una temeraria acción de esta naturaleza no sería ejercida sin alguna complicidad de los jueces, a quien les corresponde recibirla.

Al leer la solicitud, de auxilio judicial, también apareció la respuesta al porqué la petición del casette de grabación que Ivonne hizo a Eliana.

THELMA Y LOUISE CON TOGAS Y SIN FRENOS

Antes de informar oficialmente al juzgado de ejecución sobre la admisión de un nuevo juicio contra Ibéyice Pacheco, era evidente que se puso en funcionamiento algún plan que tenía en línea directa a ambas jueces, orientadas a un fin común.

THELMA AND LOUISE – Pers: DAVIS, GEENA / SARANDON, SUSAN – Year: 1991

Se activaron los involucrados en la misión de anular de hecho la sentencia condenatoria y defender a Ibéyice en el proyecto político que para ese momento manejaban.
¿ Quién o quienes movían los hilos?

¿A quién respondían estas jueces?

Nunca lo supe y ya no interesa.

La mejor prueba y evidencia de lo planteado, es aquel adelantado primer auto de ejecución del 9 marzo de 2005 que revisamos en la décima cuarta entrega y que en condiciones normales implicaba la inmediata salida de Eliana Cherubini Sánchez de esa causa.

En aquel momento, cuando aún no se había interpuesto la segunda acusación contra Ibéyice Pacheco y sin que la sentencia condenatoria estuviese definitivamente firme, ese írrito auto de ejecución (luego desaparecido), mostró las cartas de la conspiración.

Ahora, un mes después, en una legítima y legal solicitud, mostré mis cartas con la fuerza que otorga la ley. Eso causó confusión, no lo habían previsto y ambos tribunales «hicieron equipo».

Eran muchas coincidencias que he señalando como una conspiración manejada desde el propio Poder Judicial. Sólo hay que prestar atención a los detalles de fechas, argumentos y unir esas pistas.

El mayor problema para «los conspiradores», la periodista estrella y sus abogados, consistía en que la admisión de la acusación del nuevo delito era un hecho jurídico cierto, que por sí sólo tenía autonomía legal suficiente para llevar efectivamente a prisión a la periodista.

La juez Ivonne Ayaach obviamente reclutada para la causa de Ibéyice ya no podía echar para atrás su decisión. El plan lógico era retardar al máximo y a toda costa las dos causas en la espera de aquella inmunidad parlamentaria.

Ahora bien, este retardo de la Juez Ivonne Ayaach tiene toda una explicación racional dentro de la conspiración para favorecer a Ibéyice Pacheco.

Con su prolongada omisión a mi solicitud, otorgaba tiempo a la juez de ejecucion Eliana Cherubini Sánchez para que hiciera sus respectivas «coordinaciones previas» y publicara el 19 de mayo del 2005 un nuevo e írrito auto de ejecución de sentencia que ya analizamos en entrega anterior

Si el auto de admisión de la nueva acusación solicitado el 3 de mayo, se hubiese incluido en el expediente de ejecución dentro de las 72 horas siguientes, la juez Cherubini estaba impedida para publicar ese auto de ejecución según el numeral 5 del artículo 494 del CPC, también analizado.

Para no perder la hilación de la historia y de ser necesario, es pertinente y conveniente para el lector interesado revisar nuevamente los detalles explicados en entregas anteriores relativas a los artículos 494 (5), 500 y 512 del Código Orgánico Procesal Penal.

¡THELMA ME ESCRIBIÓ Y UN AUXILIO CONCEDIÓ!

Fue luego de tres diligencias de solicitud cuando al fin, el 28 de mayo de 2005 mediante oficio Nro 431-2005, la Juez Décimo Quinto de Juicio remite a la Juez Quinto de Ejecución, la copia certificada del auto de admisión de la nueva acusación contra Ibéyice Pacheco.

Tal notificación fue recibida en el tribunal de ejecución según acuse de recibo hecho en oficio Nro 1183 del 31 de mayo de 2005 con la firma de la propia Juez Eliana Cherubini.

Los eventos sucedían en forma vertiginosa y el 1 de junio de 2005, con «alarmante eficiencia'», la juez Ivonne Ayaach aprobó el auxilio judicial solicitado a favor de Ibéyice Pacheco.

Esto fue otra aberración procesal que por la magnitud de su absurdo merece una detallada explicación.

Para mis lectores que no son abogados y especialmente para aquellos dispuestos a conocer, me permito en la próxima entrega, revisar en forma breve el concepto procesal de auxilio judicial.

Mi objetivo será demostrar en redacción sencilla, el absurdo de una situación procesal que para ganar tiempo, sacrificaba a la juez que la concedió cual peón de un tablero de ajedrez

Caracas, 6 de septiembre del 2024

Próxima entrega: «¿Qué es el auxilio judicial»

Coronel Ángel Alberto Bellorín
Abogado Magna Cumlaude
Doctor en Ciencias Jurídicas mención
Derecho Constitucional
Profesor con categoría de Titular

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