Título original: MISERABLES Y MISERIAS. Por Ángel Alberto Bellorín
La inclemente, desproporcionada y desvergonzada propaganda chavista sobre sus miserias económicas enfocadas en esos bonos limosnas que lanza a la sociedad trabajadora, jubilados y pensionados; son apropiadas a la realidad de limitaciones cognitivas en sus fanáticos y seguidores.
Sin embargo; es evidente que la sola lectura de tal propaganda es ofensiva al intelecto de una mayoría de personas pensantes que, sin más remedio debemos leerlas o escucharlas.
Mas allá de esa ofensa, el repudiable hecho, es capaz de generar indignación e impotencia en cualquier profesional jubilado, todos ancianos víctimas de esa brutal nivelación negativa que acabó con el salario mínimo, con las tablas diferenciadoras de méritos y niveles académicos profesionales, pulverizadas por el «igualitaraje» socialista y sus miserables representantes.
Un derecho a jubilación ganado con esfuerzo trabajo y cotizaciones que al ser decapitado por esta parodia de revolución, dejo sin opciones a tantos jubilados que sin alguna otra alternativa, quedaron a la merced de esos bonos de miseria que cada vez que son depositados, vienen con la propaganda incluida para que tengamos en cuenta que son producto de la «magnánima bondad del Nerón tropical» instaurado como emperador de Venezuela.
Veamos la siguiente cita
«El gobierno de Nicolás Maduro inició este lunes 15 de diciembre el pago del bono contra la Guerra Económica y del tercer mes del ingreso de fin de año (aguinaldos) a empleados activos de la administración pública, correspondiente al mes en curso, a través de la plataforma»
En realidad, la propaganda desbordada por el aparato mediático, se refiere a ese bono que en teoría debe ser indexado al momento de ser depositado, prometido por un monto de 120 dólares mensuales.
Es necesario aclarar que tal bono sustituye el eliminado salario mínimo vital para un país donde solo la canasta alimenticia familiar supera los 500 dólares mensuales y los servicios públicos básicos, todos dolarizados de tal forma que el pago de su consumo mínimo mensual se lleva más de la mitad de dicho bono tan pronto éste es depositado
En este obligatorio contexto citado que en eterna adulación los propagandistas del gobierno no se atreven a mencionar, desde el pasado día viernes 12 de diciembre se inició el bombardeo mediático sobre el pago del «Bono de guerra económica ‘ por el monto de 32400 bolívares.
El colmo de la propaganda la observamos el día de hoy lunes 15 de diciembre en forma generalizada en noticias como una verdadera » perla informativa» (Cito)
«Este bono tuvo un incremento de 15,38% en bolívares, en comparación al monto recibido en el mes de noviembre de 2025, cuya cifra fue de Bs. 28.080. (Fin de la cita).
Mas allá del hecho cierto que ese 15,38 % allí señalado lo que indica es una enorme inflación en solo un mes, el propagandista busca desviar la atención de la realidad económica sobre el poder adquisitivo del venezolano.
El monto a ser depositado de 32400 bolívares como bono indexado producto de los 120 dólares prometidos, representa 270 bolívares por dólar cuando en verdad la realidad económica es desproporcionada y citar el verdadero valor del dólar es delito
Sin embargo; para el martes 16 de Diciembre, cuando comiencen a pagarle ese bono a los jubilados, (Si acaso es mañana) ya el valor del dólar para el Banco Central está previsto en 273,586 lo que por supuesto hace el monto inferior a esos 120 dólares.
Podemos entonces concluir que sin tomar en cuenta el aumento progresivo EN DÓLARES de todos los productos de consumo, esa propaganda engañosa que resaltado en negrillas anuncia «INCREMENTO’, insulta la mínima inteligencia de las personas que tienen que leerla.
Hay que ser bien miserable para ser cómplice de estas miserias.
Caracas, 15 de diciembre del 2025.
Coronel Ángel Alberto Bellorín
Abogado Magna Cumlaude
Doctor en Ciencias Jurídicas mención
Derecho Constitucional
Profesor con categoría de Titular
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Miserables son, el engaño forma parte de su ADN, lo inconcebible es que haya todavía quien les cree y apoye, como bien usted dice, son tan miserables o quizás más que los ejecutores del estrangulamiento de la población venezolana.