Brett Maher se tuvo fe. El pateador de los Cowboys consiguó su cometido y conectó un impresionante gol de campo de 63 yardas con el que aumentó la ventaja de Dallas 27-7 sobre Philadelphia Eagles y así finalizar la primera mitad.
Maher pidió que le colocaran el ovoide de tal manera que pudiera tomar el impulso perfecto, para patear y describir una curva perfecta que pasó en medio de los postes, ante el beneplácito de sus compañeros.
Con este intento, Maher superó su propio récord impuesto el año pasado, en el que pateó un gol de campo de 62 yardas, que era hasta hoy, el más largo en la historia de los Dallas Cowboys.
Vía FoxSports.